Habitantes de distintas localidades de Bogotá harán seguimiento a obras del Metro

En los próximos días los ciudadanos elegidos sostendrán la primera sesión de trabajo con la Empresa Metro.

Foto: Metro

A través de un sorteo realizado por la Veeduría Distrital se escogieron a los ciudadanos que desde ahora harán seguimiento a las obras del Metro. Estos se encargarán de supervisar y vigilar los avances de la megaobra, además de hacer recomendaciones con respecto a las necesidades de cada uno de los sectores sociales a los que pertenecen.

El grupo está conformado por 12 hombres y 10 mujeres y entre ellos hay cuatro personas en condición de discapacidad, dos indígenas, dos representantes de la comunidad LGBTI, una víctima del conflicto, un afro y cuatro jóvenes. Si se observa por localidades, las que más se destacan son Kennedy, Usaquén, Puente Aranda, Tunjuelito, Engativá, San Cristobal, Fontibón y Usme.

La importancia de este grupo de ciudadanos es que “a través de este mecanismo se permite que el ciudadano que realmente conoce las necesidades de movilidad de la ciudad pueda participar sin prevenciones políticas previas, en el análisis de un tema que despierta tantas pasiones como el Metro, y hacer parte de un ejercicio de control social que llevará a un diálogo multiactor nunca antes desarrollado en Bogotá”, según manifestó el veedor distrital, Guillermo Rivera.

Para hacerlo, los seleccionados, que tienen entre 14 y 76 años o más, contarán con el acompañamiento de expertos, que les van a suministrar material informativo y sesiones de trabajo que buscan intercambiar conocimientos y generar una construcción colectiva.

La convocatoria para hacer parte de este importante grupo estuvo abierta desde mediados de noviembre y solo contaba con dos requisitos: tener más de 14 años y disponibilidad de tiempo los sábados, entre noviembre del 2020 y febrero del 2021, pues la modalidad de trabajo de este consejo será semipresencial.

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Los ciudadanos, según la Veeduría, fueron elegidos a través de un sorteo cívico, bajo una técnica que también ha sido empleada en procesos de participación democrática en países como Francia, Inglaterra, Alemania e Irlanda y que permite mayor transparencia, representatividad y pluralidad.

“Una parte del tramo pasa por mi localidad, quiero que se inviertan los recursos de forma asertiva y deseo verificar que la gestión de riesgo se tuvo y se tendrá en cuenta en el diseño, construcción y puesta en marcha del sistema como garantía de seguridad para todo tipo de población”, comentó Emilfe Bautista Rodríguez, representante de la población indígena.

Por su parte Zaira Molina, otra de las representantes, la cual es ingeniera, aseguró que “quisiera aportar mis conocimientos de ingeniería y gerencia para que sea un éxito la realización de este importante proyecto”, caso que es similar al de Mauricio Pinzón Monroy, ingeniero ambiental, especialista en gerencia de proyectos, especialista en seguridad y salud en el trabajo y Master en sistemas integrados de gestión, sostuvo: “Tengo gran experiencia en proyectos de infraestructura urbana, como residente y/o especialista SST y ambiental, tanto como contratista como interventor, en diferentes proyectos, considero que mi aporte ayudaría a la realización satisfactoria del proyecto”.