“Hoy como ayer”: las memorias de una Bogotá que ya fue

Avenida Jiménez con carrera 6. Antiguo Café Pasaje. Los tres edificios de la izquierda fueron demolidos en 1967, para dar paso a la Plazoleta del Rosario. / Leo Matiz, en 1950

Evolucionar y expandirse; construir, pensarlo mejor, retroceder y tumbar; volver a empezar y, a veces, mejor no tocar. Así se ha dado el desarrollo urbanístico de Bogotá, donde grandes y pequeñas transformaciones han consolidado todo un patrimonio histórico y arquitectónico, que tiene un resultado visible: la urbe actual. Rescatar todos esos cambios urbanos y sociales, ocurridos en la capital durante los últimos 150 años, es lo que busca la exposición fotográfica “Hoy como ayer”, que exhibe imágenes inéditas, custodiadas y protegidas, por el Archivo de Bogotá.

Obras de reconocidos fotógrafos como los hermanos Armando y Leo Matiz, Hernán Díaz, Sady González, Carlos Martínez Jiménez, Viki Ospina y Jorge Silva, y de colecciones del Museo de Bogotá, la Sociedad de Mejoras y Ornato, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, el Archivo Histórico de la Universidad Nacional, la Biblioteca Pública Piloto de Medellín y el Archivo Histórico de la Provincia de San Beltrán de Colombia hacen parte de la selección de 130 retratos que muestran la Bogotá de ayer.

“Es una ocasión única para apreciar cómo se ha transformado la ciudad  y para que las nuevas generaciones se apropien de su pasado, a partir de fotografías desconocidas de lugares que dejaron huella en la memoria colectiva”, dijo Raúl Buitrago, secretario general del Distrito. 

Y es que la exposición presenta lugares que ya no existen, como el Hotel Granada, que fue punto de encuentro de cachacos entregados a la tertulia hasta 1951, cuando ordenaron su demolición, o el Convento de Santo Domingo, edificio emblemático que estuvo en pie por más de 300 años, en lo que hoy se conoce como el centro histórico de Bogotá.

Otra de las fotografías destacadas es una panorámica de la ciudad, tomada desde el atrio de la antigua iglesia del barrio Egipto, en 1910, en la que se aprecia una ciudad pequeña, con escasos edificios y el suroriente y occidente de Bogotá vacíos, sin las construcciones que empezaron a coparla a partir de los años 20 y 30 del siglo pasado. La foto más antigua data de 1880, que corresponde al lote donde está el Capitolio Nacional.

La exposición abarca seis ejes temáticos: “Altiplano majestuoso”, que muestra la ocupación de la Sabana; “Arquitectura religiosa”, sobre iglesias erigidas en el período colonial; “Una ciudad en construcción”, cambios en las edificaciones que se volvieron emblema de la ciudad, y “Espacios conmemorativos”, lugares que con sus jardines y árboles le dieron ese aire romántico a la ciudad, en la primera mitad del siglo XX.

Además, “Oficios citadinos”, esos que ya no se practican, pero que formaron parte de la vida callejera de Bogotá,  y la “Plaza Mayor”, a la cual, dado su carácter de plaza fundacional y espacio de todas las manifestaciones civiles y democráticas del país, se le dedicó un capítulo especial para recrear los cambios que ha tenido en los últimos dos siglos.

Según el secretario general, la arquitectura bogotana es la suma de diversas herencias. Por un lado está la hispánica, que se ve reflejada en patios, balcones y jardines del barrio La Candelaria y, por otro, está la arquitectura republicana. Esta última alberga estilos introducidos desde la independencia, tales como el francés, que se aprecia en edificios como el Palacio Liévano y la antigua Gobernación de Cundinamarca; el estilo inglés, reflejado en el barrio La Merced y sectores de Teusaquillo, la Soledad y Palermo; el art déco, que se ve en construcciones como el edificio del Ministerio de Hacienda y el Teatro San Jorge, y el estilo moderno racionalista, como el del edificio Vengoechea que, en la actualidad, constituye la esquina noroccidental de la Biblioteca Luis Ángel Arango. “Hoy como ayer” se inaugurará el próximo lunes a las 3:00 p.m. en el Archivo de Bogotá y estará hasta el 5 de julio.