Alrededor de las 10 de la mañana del pasado martes 7 de abril, casi 300 indígenas embera katío llegaron al parque Tercer Milenio para protestar después de ser desalojados de los famosos pagadiarios en la localidad de Santa Fe. Al no obtener la atención del Distrito, está comunidad no tuvo otra opción que pasar la noche en el parque, pues no tienen donde refugiarse.
Más de 100 personas de la comunidad indígena embera completan 24 horas en el parque Tercer Milenio en Bogotá. Aseguran fueron sacados de sus viviendas en Ciudad Bolívar, 20 de julio y Santa Fe.@YolandaRuizCe @EsperanzaRicoL @MarthaECamargo @rcnradio pic.twitter.com/7U7EKlVZhx
— José David Rodríguez (@josedavid88_) April 8, 2020
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“No permitiremos el desalojo de ninguna familia vulnerable en Bogotá. No solo porque así lo establece el decreto distrital y nacional, sino porque nuestra responsabilidad como seres humanos en este periodo tan difícil en materia económica y de sanidad es cuidar de los más débiles y vulnerables", afirmó, en ese momento, el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez.
No obstante, casi 300 indígenas llegaron en la mañana del pasado martes 7 de abril hasta el parque Tercer Milenio, en el centro de la ciudad, para manifestarse por los supuestos incumplimientos de la alcaldía de Bogotá para garantizarles un techo en donde puedan pasar la cuarentena, la cual acaba de ser extendida hasta el próximo 27 de abril de 2020.
A pesar de que varios funcionarios de la Secretaría de Gobierno llegaron al lugar para atender a los afectados, las casi 300 personas que se encontraban en el lugar tuvieron que pasar la noche en el parque, pese a la cuarentena nacional. Entre los afectados hay menores de edad y adultos mayores.
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Desde que comenzó el simulacro de aislamiento, que empató con la cuarentena nacional, el principal desafío fue cómo atender a los que no tenían techo, que fuera de los habitantes de calle, involucraba a desplazados, indígenas, familias vulnerables y a los migrantes, quienes, según el censo laboral de población venezolana hecho por el DANE, en un 90 % tienen trabajos informales, es decir, viven de lo que producen día a día.
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