La controversia por estas obras inició en la primera alcaldía de Peñalosa, con la construcción de una alameda y una ciclorruta en el humedal Juan Amarillo. / Secretaría de Ambiente.
Son notorias las diferencias entre la administración Peñalosa y los ambientalistas. La visión de ciudad del Distrito, en la que prima la generación de espacio público y la expansión, choca con el activismo por la conservación, en tiempos de reflexión por el cambio climático. Si a diciembre no han aprobado la intervención de la reserva Van der Hammen o el sendero en los cerros orientales, lo que mantendrá vivo ese antagonismo serán las obras en los humedales.
Por Felipe García Altamar - @FelipeAltamar (fgarcia@elespectador.com)
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