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Preocupación por seguidilla de hurtos en Verbenal y Cedritos, norte de Bogotá

Dos asaltos masivos a alimentadores de Transmilenio (TM), un hurto a un conductor que se disponía a ingresa a su vivienda, un atraco a un ciclista y hurtos de celulares, dispararon la intranquilidad en algunos de los barrios de Usaquén. El caso de Verbenal es especial, pues allí no cesa el nerviosismo desde el “9S". En Cedritos, ciertas modalidades se vienen denunciando hace varios meses y por ahora no hay respuesta.

Redacción Bogotá
27 de septiembre de 2020 - 10:46 p. m.
El primero de los hechos de inseguridad fue un atraco masivo a un bus alimentador de Transmilenio, en el que unas 25 personas fueron despojadas de sus pertenencias. / Referencia - Archivo.
El primero de los hechos de inseguridad fue un atraco masivo a un bus alimentador de Transmilenio, en el que unas 25 personas fueron despojadas de sus pertenencias. / Referencia - Archivo.

La semana que pasó fue la primera prueba de fuego para las zonas que se quedaron sin Comandos de Atención Inmediata (CAI) tras las protestas del “9S” en Bogotá. Y en algunos de esos sectores, según denuncias de los vecinos, se hizo evidente el impacto en la percepción de seguridad. Por ejemplo en Verbenal, una de las UPZ (Unidad de Planeamiento Zonal) de la localidad de Usaquén, en el norte. Allí hay dos CAI, el de Verbenal y el de El Codito, y ambos resultaron afectados durante los disturbios tras las protestas por la muerte de Javier Ordóñez. Aunque el CAI de El Codito resultó con afectaciones mínimas, y de hecho la semana pasada se realizó una ceremonia de reapertura, el Verbenal resultó tan afectado que todo apunta a que se recurrirá al seguro para derribarlo y volverlo a construir.

En Verbenal las cosas están muy tensas. Allí, esa noche de protestas fueron asesinados dos jóvenes y varios resultaron heridos. Luego de varios días la zozobra permanece, esta vez a cargo de los delincuentes. Según denuncian residentes del sector, esta semana se registraron dos hurtos masivos a buses alimentadores de Transmilenio (TM).

Según algunos relatos de víctimas, el primer hurto ocurrió el miércoles, cuando una una banda de dos mujeres y tres hombres se subió a eso de las 8:30 p.m. al alimentador 2-3 que cubre la ruta San Antonio. Lo abordaron en el Portal del Norte y entre la primera y la segunda parada robaron celulares, maletas, joyas y dinero de por lo menos 25 personas, no sin antes golpear a algunas personas que se negaron a entregar sus pertenencias.

Según Gustavo, una de las víctimas del hurto, además de la falta de policía también hubo falta de solidaridad. “Ahí se quedaron tres de las víctimas para ver si se lograba capturar a los delincuentes, pero no fue posible. La policía llegó tiempo después y estuvimos esperando, pero no pasó nada. El conductor del alimentador no hizo nada y no colaboró con las víctimas. Siguió el recorrido como si nada y llama la atención que quienes asaltaron estaban dentro del portal”, contó.

Similar modalidad se utilizó en otro hurto masivo, que ocurrió al día siguiente. En ese, los asaltantes no abordaron el alimentador desde el portal, sino que se subieron al bus y en el recorrido robaron a cinco personas.

Aunque el doble hurto preocupa, debido a que hace mucho no se registraba esa modalidad, la preocupación por la inseguridad en la zona y en general en la localidad de Usaquén es un tema que viene desde hace varios meses, cuando se empezaron a denunciar asaltos organizados al interior de conjuntos y robos con la modalidad de “rompevidrios” sobre las avenidas Novena y Autonorte.

Además de los hurtos en el transporte masivo se conoció un caso del robo de una bicicleta de alta gama, también por el sector de San Antonio. También, en Cedritos, se registro un hurto que sufrió un conductor que iba en su carro y se disponía a ingresar al parqueadero de su vivienda cuando fue abordado por dos motocicletas, en una de las cuales viajaba un asaltante que se bajó y lo intimidó con arma de fuego para quedarse con sus pertenencias. Por último se reportaron asaltos callejeros sobre la carrera Novena en los que los atracadores iban exclusivamente por los teléfonos celulares.

De acuerdo con Horacio de Jesús Estrada, edil de la localidad por el partido Cambio Radical, este panorama plantea la necesidad no solo de reconstruir los CAI y recuperar rápido la confianza entre ciudadanos y policías, sino en general de reforzar las estrategias de seguridad en un sector en el que la percepción de seguridad viene de capa caída.

“Usaquén y el sector de Verbenal tienen un problema muy grave: las cámaras que dejó la anterior administración no tienen control. Funcionan, pero no son bien monitoreadas. Además de eso no hay una URI, la policía del sector no es suficiente, hay zonas donde están proliferando los cambuches y hay una desarticulación entre las entidades del Distrito. Lo que se requiere es una intervención integral”, aseguró el cabildante.

Su conclusión sobre lo que está ocurriendo es que, además de la urgencia de tener una URI, algo que se viene solicitando hace años, se necesita un centro de monitoreo y mejorar el tema de investigación en los puntos críticos. “La Policía de Transmilenio debería enviar agentes encubiertos para que no se sigan presentando estas situaciones mientras se construye el CAI. Y a la comunidad, el llamado es a fortalecer las redes de información y a denunciar”, agregó.

Por ahora, mientras se reabre el CAI de Verbenal (para lo que primero será necesario un acto de perdón y un homenaje a los fallecidos el 9 de septiembre), se ha propuesto además una Casa de la Cultura, convenios con el Sena y en general una mayor oferta artística y laboral. Incluso se propuso que cuando empiecen las obras del metro se incluya un número de jóvenes de la localidad para los trabajos.

“Ya logramos que la Alcaldía Local se comprometa con la Casa de la Cultura y en este momento la comunidad ha venido aportando al arreglo temporal del CAI. Había un rumor de que algunos jóvenes no iban a permitir la reconstrucción, pero eso fue producto de la indignación inicial y es algo que ya se solucionó. Mientras tanto, la misma comunidad ha venido aportando para que los policías sigan operando en la zona, y en este momento están en una carpa que se instaló al lado del CAI”, concluyó el edil.

La situación en varios puntos de la localidad sigue siendo compleja y por ahora no hay más que soluciones temporales, como la que ofreció el Distrito, que se comprometió a implementar CAI móvil y a priorizar la situación, sobre todo en Verbenal.

Redacción Bogotá

Por Redacción Bogotá

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Римского(51581)28 de septiembre de 2020 - 12:19 a. m.
Y donde están los policías buenos?
maria(55722)28 de septiembre de 2020 - 03:25 a. m.
Que los que protestan cuiden el barrio....ya que destruyeron los caí..cuando entenderán que la guerrila y delincuentes están tras esto
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