Deficiencias en los estudios y en los diseños, además de fallas en la infraestructura de la construcción de la nueva sede del Comando de la Policía Metropolitana, obligaron al Distrito a denunciar ante la Fiscalía presuntas irregularidades en el contrato de ejecución de esta obra, que se firmó en 2010. Sin embargo, han pasado dos años desde la acusación y todavía se sigue investigando los hechos sin ningún resultado.
Es por esto, Hugo Ernesto Zárrate, secretario de Gobierno, y Máximo Noriega, gerente del Fondo de Vigilancia y Seguridad, pidieron al ente judicial acelerar la investigación por las posibles anomalías en la ejecución del nuevo edificio de la MEBOG, cuya inversión fue de $44.000 millones.
Este contrato venía desde la alcaldía de Samuel Moreno y cuando pasó a manos de la actual administración, se descubrió las deficiencias que tenía la construcción, como las fisuras en placas de los entrepisos y cambio en las vigas estructurales.
Lo preocupante para estos dos funcionarios es que aún no hay acciones ante esta denuncia que se realizó hace dos años. “Todavía no hay responsables penales de las irregularidades, por eso se le solicitó a la Fiscalía General de la Nación que las investigaciones para estos casos de contratación, sean más ágiles y arrojen resultados para poder clarificar las pérdidas que ha tenido el Distrito hasta el momento”, agregó el secretario de Gobierno.
Las falencias se dieron a conocer través de uno de los interventores que realizó las observaciones y que evitaron el deterioro total de esta infraestructura, que según Zárrate, es tan necesaria para la Policía Metropolitana de Bogotá.
Máximo Noriega Rodríguez, gerente del Fondo de Vigilancia, aseguró que las versiones entre el interventor, el constructor y el diseñador son muy diferentes y deben corroborarse. Pero más allá de esa investigación, Noriega afirmó que es suficiente evidencia los deterioros en la fachada para establecer una responsabilidad penal, administrativa y disciplinaria.
Hasta el momento, la obra está en un 80% de su ejecución y se estima que a mediados de 2015 sea entregada a la policía, después de un acuerdo al que se llegó con la constructora Castell Camel, que terminará la construcción.