Desde la 8:50 de la mañana, la minga indígena salió del Palacio de los Deportes con destino a la Plaza de Bolívar, para manifestar los reclamos de los pueblos del suroccidente del país, y por fin, ser escuchados por el presidente Iván Duque. La jornada cerró de manera exitosa con su retorno hacia su lugar de albergue y el comportamiento de los manifestantes fue catalogado como ejemplar.
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Esto teniendo en cuenta que durante la marcha y la concentración no se presentaron alteraciones del orden público como disturbios, vandalismo y ningún carril exclusivo de Transmilenio fue invadido. Solo en una ocasión, la guardia indígena tuvo que dispersar a un grupo de encapuchados que pretendían infiltrarse en la movilización.
De manera pacífica, los más de 7.000 miembros de comunidades afro, campesinas e indígenas, volvieron sobre las 6:30 de la tarde al Palacio de los Deportes, donde desde tempranas horas de la mañana del martes se definirá si habrá una nueva jornada de protesta social, en el Puesto de Mando Unificado.
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“La jornada ha transcurrido con normalidad, gracias a un apoyo permanente en coordinación con la guardia indígena, la Alcaldía y la Policía, que no tuvo que intervenir en ningún momento, pese a la movilización de miles de personas. La minga y sus pueblos son ejemplo de protesta pacífica, ojalá el presidente escuche sus reclamos y les permita volver de manera segura a sus territorios”, dijo el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez.
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El Espectador siguió el minuto a minuto de la movilización, de la que también hizo parte la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien llegó al centro de la ciudad y se reunió con algunos líderes que de manera fraternal le agradecieron por la atención brindada a la población.
La jornada estuvo acompañada por gestores de convivencia, defensores de derechos humanos y la guardia indígena, que se encargaron de que la movilización transcurriera de manera pacífica y sin alteraciones de orden público.