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Aunque no tienen síntomas de portar el Covid-19, hay bogotanos a los que la pandemia hoy los afecta de forma indirecta. Más allá de la población en riesgo, quizá los más inquietos con la decisión del Distrito, de declarar la alerta amarilla en Bogotá para evitar una propagación del coronavirus, fueron los representantes del gremio del entrenamiento y los que adquirieron boletas para conciertos, ferias y otros multitudinarios eventos en la capital.
Todos quedaron en vilo, no solo por la orden distrital de aplazar todos los eventos masivos que congreguen más de 1.000 personas, sino el anuncio del presidente Iván Duque que redujo ese número a 500, lo que sin duda para algunos representará pérdidas millonarias. Nada más ayer se conoció el aplazamiento de conciertos en el Movistar Arena y del Estéreo Picnic.
La preocupación se escuchó casi al unísono en la noche del pasado miércoles, justo después de que la alcaldesa Claudia López terminara de explicarles a directores de medios, empresarios y líderes gremiales las razones que llevaron a la administración a tomar la decisión. Durante la ronda de preguntas, los representantes expusieron sus razones.
Por ejemplo, Luz Ángela Castro, vocera de Ocesa Colombia, empresa de producción y logística de eventos, aseguró que la medida generará un impacto fuerte para su gremio, ya que tendrá que hablar con los agentes de los artistas para tratar de reprogramar, algo que no ve viable.
“Vivimos de esto, tenemos una oferta permanente y no es el impacto inmediato, sino posterior, porque si anunciamos un evento ¿quién lo va a apoyar?, ¿quién va a comprar boletas? Entendemos la medida, pero nos afecta de manera drástica y afecta la economía naranja que tanto hemos cultivado. ¿Cuáles serán las medidas de salvamento económico?”, dijo la vocera de Ocesa Colombia.
En esto coincidió Luis Guillermo Quintero, portavoz de Movistar Arena, quien manifestó su preocupación, debido a que se vieron obligados a cancelar los eventos para las próximas semanas. “Solo en los conciertos de este fin de semana esperábamos más de 20.000 personas por día. Los clientes y los futuros espectadores de eventos se están preguntando qué va a pasar y qué deberíamos hacer con el pánico que se está generando afuera”.
A estas voces se sumó la del gremio de establecimientos nocturnos, agrupados en Asobares, que consideró extremas las medidas y afirmó que en los últimos días ha apoyado la aplicación de buenas prácticas, para mitigar el posible contagio del virus.
Adriana Plata, representante de la Asociación, aseguró que “se están haciendo refuerzos en saneamiento, pero estamos alertados con el mensaje a la gente de no salir. Al hablar de aglomeraciones, tenemos espacios que tienen música en vivo y otros eventos contratados. Hay incertidumbre financiera, porque hay industrias que pueden hacer teletrabajo, pero los restaurantes y los bares no”.
Primero la salud
Cada una de las dudas y preguntas que expusieron los delegados del sector del entretenimiento las escuchó atentamente la alcaldesa Claudia López. Sin embargo, su respuesta fue contundente: “La salud está por encima del entretenimiento, la economía naranja y sobre cualquier cosa. Todos tendremos que pagar un costo, alto o bajo, para evitar una emergencia mayor”.
Eso sí, aclaró que las medidas son progresivas y que la alerta amarilla es el primer paso, pues también existe la posibilidad de declarar la alerta naranja o roja, en caso de que la situación empeore. Asimismo resaltó que la administración no actuará de manera desinformada ni generalizada, sino de manera pertinente al contexto y a los antecedentes. “Estamos empezando por el menor nivel de afectación, pero con el mayor nivel de autocuidado que se necesita. Hay ocho países que han tomado medidas más drásticas que nosotros, con menos de tres casos comprobados”.
Sobre la preocupación por el futuro de los conciertos y otros eventos masivos, la mandataria afirmó que “cada uno, por obligación, tiene unas pólizas que cubren fuerza mayor. Como el virus se declaró pandemia, esto nos obliga a tomar medidas que no tienen reversa y las vamos a tomar”. Como conclusión, recalcó que, a pesar de la dificultad del sector, la salud es lo primordial.
Y concluyó: “Todos vamos a pagar un pequeño costo y es indispensable hacerlo, para evitar que colapse el sistema de salud. No queremos llegar a ese punto y por eso tenemos que tomar medidas oportunas. Hoy Italia está cerrada y le están haciendo el llamado al mundo para que no cometan sus mismos errores. Allí no tomaron medidas a tiempo y en dos semanas se confirmaron 9.000 casos. Insisto, sé que hay perjuicios, pero esta es la decisión de menor afectación que podemos tomar hoy”.