Las dudas sobre el sendero de las mariposas

En la audiencia informativa que hizo la ANLA, como parte del trámite de licencia ambiental, se cuestionó falta de participación ciudadana, el incumplimiento del fallo que protege los Cerros y algunas de las condiciones de la obra.

Mónica Rivera - @Yomonriver (mrivera@elespectador.com)
27 de septiembre de 2019 - 03:00 a. m.
Archivo El Espectador
Archivo El Espectador

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) escuchó ayer las preguntas de los ciudadanos frente a la solicitud del Distrito para construir el Sendero de las Mariposas, en medio de los Cerros Orientales. En la socialización, previa a la audiencia pública, que se hará el 11 de octubre, fueron más las voces en contra del proyecto que a favor, las cuales cuestionaron la falta de participación ciudadana y algunas condiciones de la obra.

Lea: El sendero que unirá a Usme con Torca 

El Sendero  es un megaproyecto con el que el Distrito, en principio,  busca construir un circuito cortafuegos en la mitad de los cerros, que facilite el acceso de los Bomberos a la zona en caso de incendios. Sin embargo, la idea no se queda ahí. Detrás hay todo un camino turístico, que conectará a Usme con Lagos de Torca.

 Serán 101,43 kilómetros, en los que se construirá un camino que no excederá los cinco metros de ancho y que contará con puentes a nivel y sobre fuentes hídricas, así como interconexiones con los circuitos existentes y los páramos de Guerrero y Sumapaz, por donde podrá circular cualquier ciudadano.  

Como se trata de intervenir la reserva protectora Bosque Oriental, de la que hace parte los Cerros Orientales, el Acueducto de Bogotá y la Secretaría de Ambiente solicitaron en enero pasado a la ANLA los permiso necesarios para empezar la construcción.  

Durante el primer semestre, el ente ambiental adelantó todos los estudios pertinentes y encuentros con los habitantes de Usme, Usaquén, Chapinero, Santa Fe, San Cristóbal y La Candelaria (que se encuentran en el área de influencia de la obra)   con el fin de escuchar sus opiniones, propuestas, críticas  y argumentos frente a la propuesta del Distrito.

 En agosto pasado la ANLA realizó una audiencia de requerimiento de información, en la que le hizo 49 peticiones al Distrito, entre los que se encontraba la presentación el estudio de carga del sendero. Para ello, la Secretaría de Ambiente tenía plazo hasta el 15 de septiembre.

Si bien, el Distrito dijo que ya entregó lo que le pidió la autoridad ambiental, el asunto no quedó ahí. En cumplimiento de una solicitud  hecha por una de las organizaciones que se conformaron en las áreas de influencia de los cerros, ayer se tuvo que realizar una audiencia informativa, previa   a una audiencia pública con la ciudadanía, el próximo 11 de octubre.

Dudas 

En el encuentro de ayer, que no fue masivo (pese a que llevaron a jóvenes del Idipron que hacen parte del proceso de erradicación del retamo espinoso en los Cerros), se escucharon diferentes voces que mostraron su inconformismo con el proyecto.

Para muchos de ellos existe el temor de que con la obra se generen mayores daños a los cerros. Uno de los hechos que justifica este miedo es la incertidumbre alrededor  sobre las cargas previstas para dicho espacio turístico. 

A la fecha, no se conocen cifras al respecto y como señaló Camilo Buitrago, uno de los participantes, de eso depende el plan de manejo en la zona, pues si no se da en las condiciones adecuadas, tres personas podrían causar los daños ambientales que en otras condiciones podrían generar 20. 

A pesar de ser una de las principales preocupaciones, Francisco Cruz, secretario de Ambiente, se limitó a decir que eso no hacía parte de este debate en la ANLA, pues se debe presentar a la CAR en otra parte del proceso.

 Otra de las constantes críticas estuvo relacionada con la opinión del juez y del comité de seguimiento del fallo del Consejo de Estado, que declaró  los cerros orientales como reserva protectora, frente al proyecto. Aunque hubo evasivas del Distrito para responde, fueron los propios asistentes los que recordaron que el magistrado César Palomino habría dicho que no habría cabida en los cerros para un  sendero como el que planea el Distrito.  Ante esto, la ANLA indicó que se acogería a cualquier pronunciamiento judicial si lo hubiera. 

De otro lado, participantes como, Katherine Pérez, criticaron que se usaran fondos de Fondiger (que se usan para atención de emergencias) para construir el sendero y el espacio que este tomará del páramo. En respuesta el Idiger indicó que los dineros del fondo se usarían debido a que el corredor cortafuegos en necesario para mitigar los incendios en los cerros.

 Pero quizás, la mayor inconformidad fue por el tema de la participación ciudadana. Personas como Francelino Ortiz y Vanesa Arévalo indicaron que los encuentros con los habitantes de las áreas directas afectadas no fueron para escuchar las propuestas de la comunidad sino de socialización, por lo que criticaron la forma en que está planteando este proyecto. Tal ha sido el malestar por este tema, que esta semana el juzgado administrativo del circuito de Bogotá admitió una acción de tutela que busca sean amparados los derechos de las más de 190 familias que viven en el área de influencia directa. 

Por lo pronto, el Distrito espera que la licencia sea otorgada antes de que se acabe este año con el fin de dejar contratada una de las propuestas más ambiciosas de la administración Peñalosa, mientras que la ANLA trabaja bajo presión, pues en el último taller “Construyendo país”, el presidente Duque pidió celeridad en el proceso. El siguiente será escuchar el próximo 11 de octubre a la comunidad, antes de tomar una decisión de fondo. 

Por Mónica Rivera - @Yomonriver (mrivera@elespectador.com)

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar