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En agosto de 2019, Colombia llegó a su bicentenario republicano. Desde ese momento, autoridades, academia, historiadores o periodistas han impulsado un reencuentro con el pasado nacional y sus primeros héroes. Sin embargo, a excepción de unas cuantas heroínas, poco se habla del papel femenino en la lucha por la Independencia. Y ese justamente es el vacío que ha querido llenar la comunidad educativa del colegio distrital Policarpa Salavarrieta, al poner en escena su obra “Las Juanas, Marías, Simonas, Antonias, Manuelas, Teresas y Policarpas”. Un trabajo artístico para rendir homenaje a la memoria de nuestras mujeres.
Se trata de una obra en dos escenas que recobra una creación del mismo plantel en 2016 llamada “Eternamente Policarpa”, para recordar los pormenores de su sacrificio en noviembre de 1816, y que ahora se complementa con nuevas voces. Las que recobran el papel cumplido por Antonia Santos, Manuela Beltrán, Mercedes Ábrego, Manuela Sáenz, Matilde Anaray, Casilda Zafra, entre muchas otras. Se trata de ilustrar a los espectadores que las mujeres desarrollaron labores determinantes en la causa independentista, como espías, costureras, enfermeras, proveedoras de bienes, organizadoras de tertulias o combatientes.
Lo interesante de la propuesta escénica es que su realización es totalmente resultado del trabajo integrado de la comunidad educativa. Por eso, las actrices son docentes, estudiantes y exalumnas. Sólo intervienen dos hombres, los docentes Alejandro Arturo Cárdenas y Ómar René Arias, pero su participación es a partir de sus voces en off, pues son ellas quienes a través de monólogos van desplegando sus historias. Con fragmentos de poemas de Pablo Neruda, Ramiro Lagos y Shirley Campbell, y la música de Carlo Orff y Juana Azurduy, la obra constituye un viaje por la historia para demostrar que las mujeres nunca estuvieron ausentes.
La dirección y guión son aportes de la educadora María Stella Urrego Guerrero, quien además de ser exalumna del colegio Policarpa Salavarrieta, ha sabido coordinar el trabajo de sus estudiantes, colegas y hasta madres de familia, para consolidar una sólida obra que por ahora conocen en el plantel educativo, pero que ahora piensa mostrarse en otras instituciones. Filóloga de la Universidad Nacional, con estudios de maestría en Francia y España, la profesora Urrego tiene claro que su labor incluye la difusión de la memoria histórica y que un evento como el bicentenario de Colombia, no podía quedarse sin una buena exaltación.
Desde hace 20 años es educadora en el colegio Policarpa Salavarrieta, y para efectos de la puesta en escena de su obra, ha logrado que sus actrices encarnen hasta dos o tres roles de mujeres que hoy poco se recuerdan, pero cuyas gestas deberían ser incluidas en las antologías de la Independencia. Simona Duque, Estefanía Neira, Rosa Zárate de Peña, Rosaura Vélez, Magdalena Ortega, Catalina Tejada o Agustina Mejía, entre muchas otras, no pueden seguir siendo apenas nombres perdidos en los libros de historia patria. En su criterio, cada una merece al menos un libro que cuente su papel en la formación de la república.
Ahora, esas mujeres de ayer y hoy, que siguen aportando a la construcción de la sociedad, son homenajeadas por las docentes Myriam Reina, María Belén Alarcón, Elizabeth Bernal, Diana Lasso, Rocío Mahecha y hasta la rectora del plantel, Zoraya Flórez. Con ellas, las estudiantes Delany Segura, Nahomi Caldas, María del Carmen Calle, Daniela Jaimes y Carolina Scoccimaro, o las exalumnas Gloria Navarro, Laura Roncancio y Mercedes Cárdenas, junto a la madre de familia Lady Pabón. Todas empoderadas de la historia para contarle, por ahora a los bogotanos, las historias que deben saber sobre las mujeres de la libertad.
“Se trata de un homenaje a las mariposas y flores eternas de Colombia, a las mujeres que entregaron sus vidas por los ideales de la libertad, y lo siguen haciendo hoy”, resalta María Stella Urrego, quien espera ver auditorios llenos, para que así mismo se siga divulgando a los cuatro vientos que, en las celebraciones del bicentenario republicano, no pueden estar ausente las mujeres. “Las Juanas, Marías, Simonas, Antonias, Manuelas, Teresas, Magdalenas, Luisas y…. Policarpas”, como lleva por título la obra. La mayoría han estado olvidadas, pero su condición de guerreras obliga a que una revisión histórica las incluya en el sitial que les corresponde.