Las posturas de los ponentes del Plan de Desarrollo de Bogotá

Con dos ponencias positivas, con modificaciones, se comenzará el debate del proyecto que define las metas de Claudia López para los próximos cuatro años. Los efectos del covid-19 y la precisión en algunos aspectos clave de la ciudad es fundamental para los ponentes.

-Redacción Bogotá / bogota@elespectador.com
21 de mayo de 2020 - 02:30 p. m.
Gloria Díaz (Conservador), Álvaro Acevedo (Liberal) y Diego Cancino (Alianza Verde) fueron escogidos como ponentes del Plan de desarrollo de Bogotá. / Concejo de Bogotá
Gloria Díaz (Conservador), Álvaro Acevedo (Liberal) y Diego Cancino (Alianza Verde) fueron escogidos como ponentes del Plan de desarrollo de Bogotá. / Concejo de Bogotá

Esta semana fueron entregadas en el Concejo las dos ponencias positivas, con modificaciones, del proyecto de Plan de Desarrollo de Claudia López, que define sus metas para los próximos cuatros en la alcaldía. La primera es expuesta por la cabildante Gloria Díaz (Partido Conservador) mientras que la segunda fue hecha en conjunto por los concejales Diego Cancino (Alianza Verde) y Álvaro Acevedo (Partido Liberal).

Esta es una de las discusiones más importantes para el Concejo, pues además de tratarse de la línea de trabajo de la actual alcaldía se da en medio de la coyuntura generada por la pandemia del covid-19, que no solo hizo replantear las líneas del proyecto sino también hizo cambiar las dinámicas del Concejo que, desde que comenzó la cuarentena, ha sesionado a través de videoconferencias.

El debate comenzó con la elección de los tres ponentes y la presentación de las metas de cada uno de los 16 sectores, así como se escucharon las propuestas de la ciudadanía y las críticas que hicieron al proyecto los concejales de la oposición, por lo que tras la entrega de las ponencias se espera que este viernes 22 de mayo se comience su presentación y por consiguiente la discusión del articulado en la comisión del Plan del cabildo.

Por ello, El Espectador con dos de los cabildantes ponentes, Gloria Díaz y Álvaro Acevedo, sobre lo que se debe replantear y lo que ellos proponen incluir. Se inicia la carrera contra el tiempo, pues deben tomar una decisión antes de que se acabe este mes, basados no solamente en el programa de Gobierno que prometió López en campaña sino además en medio de la incertidumbre y retos que ha traído la pandemia.

En promedio fueron siete personas las que estudiamos la propuesta que se construyó por más de cuatro meses con todos los profesionales de la administración distrital. Tuvimos 10 días hábiles para proponer, evaluar y decir si estábamos o no de acuerdo. Pedí al Gobierno Nacional dar más tiempo, pero definitivamente no se dio, por lo que ante las condiciones hay que ver la sostenibilidad del proyecto de Plan de Desarrollo bajo las proyecciones de ingresos del pago del predial y el ICA para la ciudad.

¿Ante esas circunstancias qué acciones tomaron?

El llamado al Distrito fue a ser muy conservadores con las metas, porque es mejor hacer diez colegios con base en una propuesta válida en el escenario de la emergencia y no prometer 100 para terminar haciendo solo cinco. El otro tema tiene que ver con la revisión semestral de esas metas para ajustarse porque el recaudo del impuesto predial se sabe hasta el otro mes, entonces tomar decisiones ahora mismo que están dadas por supuesto y debe haber un plan operativo que debe ir ajustandose. 

¿Qué resaltar de lo propuesto por el Gobierno?

Me gusta el tema de lucha contra la pobreza. Una clara oportunidad de que una mujer sea alcaldesa es la oportunidad de demostrar de que nosotras siempre hemos estado en desigualdad con los hombres, fortalecer la lucha contra la violencia contra la mujer.

¿Por qué ajustar el nombre del Plan de Desarrollo?

Claudia propuso en su proyecto uno que me parece interesante pero que abarca muchas cosas. Ella habla de un nuevo contrato social para el siglo XXI, para lo que hay que irse mil años atrás y ver qué acuerdos, entre qué actores, cómo se han hecho y si efectivamente se han dado o si hay una transformación del modelo económico, pero eso realmente no se ha dado porque seguimos en unos parámetros de capitalismo, entonces creo que este plan si debería hablarnos de un periodo máximo de cuatro años, por lo que la propuesta que hago es hablar de Bogotá “Hacia una nueva normalidad, un contrato social y ambiental para el siglo XXI”, porque este plan tiene que mitigar los impactos que tiene el Covid-19.

¿Cuál es su propuesta de reactivacion y recuperacion económica?

Debemos darle importancia al sector productivo de las pequeñas y medianas empresas que generan empleo y  visibilizar un componente para Bogotá que es la economía de servicios, que cerró en primer momento y va a ser la última que abre. Por eso insistí en abordar temas que no comparto como la creación del Fondo de Turismo y proponer la inversión de más de $300.000 millones para el sector económico, que no solo sean créditos sino también ayudas directa y se plantee la posibilidad de que se hagan procesos de reconversión tecnológica.

¿Y en movilidad?

Hoy tenemos una crisis del Sistema Integrado de Transporte y traer un operador público sin un estudio claro no tiene sentido. Para ello sería necesaria una comisión de Gobierno para hacer una reestructuración a los intereses de la ciudad o que Transmilenio pueda tener modificaciones en sus funciones. Pedimos claridad con el futuro de la Séptima. Hay un artículo que habla de garantizar la movilidad que hoy exite, pero eso no se puede hacer con andenes y bicicletas, por lo que pedimos que en máximo seis meses se defina cómo garantizar el transporte masivo, para garantizar equidad, especialmente con los más pobres.

¿Propone alguna modificación al artículo de urgencia manifiesta que ha sido tan controversial?

En términos de eficiencia, eficacía y de absoluta transparencia no lo comparto. La ley le permite al Distrito hacer contrataciones directas y termina siendo reiterativo con lo que ya se le permite.

¿Y del proyecto de Bogotá 24 horas?

Lo impulsamos dentro del Concejo con María Clara Name (Alianza Verde) y Celio Nieves (Polo Democrático), y ahora se da la posibilidad ante la pandemia, con los cuatro turnos de trabajo que propone la Alcaldía, pero se debe establecer, como lo propone el acuerdo una oferta social, de seguridad, educación y cuidado, así como haya una mayor capacidad de transporte y sistemas seguros para microsistemas como la bicicleta

¿Qué vieron del capítulo dedicado a la ciudad región?

Creo que es más el tema enunciativo de garantizar, gestionar la autoridad regional metropolitana, garantizar la incorporación del Pomca, del POT, avisorando la posibilidad de la discusión en los próximos meses. Quedan dispuestas algunas cosas pero no hay una autoridad regional reglamentada, con lo cual son temas enunciativo como garantizar el Regiotram de occidente o corredores ciclísticos, pero siempre sobre los límites de Bogotá, porque no podemos controlar los presupuestos de otros municipios. Es bueno porque hay voluntad política entre los dos, pero más allá de eso jurídicamente no sería válido y esas discusiones superan al Concejo, ya que dependen de decisiones del Congreso.

Eran 116 artículos, por lo que hubo presentaciones de los 16 sectores con sus entidades de sus propósitos, logros, metas e indicadores. Entonces, en medio de eso surgieron inquietudes de los concejales, la comunidad invitada y el mismo CTPD sobre algunos programas que veíamos débiles y a los que se hicieron algunos cambios.

¿Cuántas propuestas recibieron?

Se recibieron 696 proposiciones de las que se tuvieron en cuenta 370 para formar parte del Plan de Desarrollo, el resto no entraron por ser ilegales, por ser inconvenientes o por ser repeticiones o inalcanzables.

¿Qué cambios se hicieron teniendo en cuenta el contexto de la pandemia?

Todos los temas tienen que ver con el coronavirus. Profundizamos sobre la política pública de la bicicleta, que algunos funcionarios la veían muy débil frente al tema de ciclovías, la seguridad, los parqueaderos y el arreglo y venta aun en la pandemia. Además, está el tema de la reactivación económica involucrando más a las pymes con políticas más productiva y de alcance. También se reforzó el temade una curaduría ciudadana que vele por la construcción de barrios legalizados.

¿Qué ha sido polémico?

Hay varios, como el que le da facultades a la Secretaría de Movilidad para que puedan hacer inversiones en proyectos de renovación urbana sin acudir a la ER. Lo que se plantea es que puedan contratar y hacer renovaciones que sean competencia de su sector, por ejemplo en troncales de Transmilenio, para que pueda tener réditos financieros de esas actividades. También está el tema de que haya un operador público del sistema de transporte y la creación de otras entidades del Distrito.

¿Qué cambiaron del artículo que le da facultades al Distrito para celebrar contratos por urgencia manifiesta?

Cambiamos la redacción y quedó que el Distrito resalta que estando en emergencia acudirá a la contratación por urgencia manifiesta, mas no que el Concejo de Bogotá la esté facultando dentro del Plan de desarrollo. Ese artículo va a ser de amplia discusión porque la ley 80 de 1993 define cuando se puede hacer y cuando no.

¿Qué analizaron de lo que se incluyó de la ciudad región?

Hubo presentación de funcionarios de la Gobernación de Cundinamarca que tienen a cargo el Regiotram del norte y el de occidente, y hubo también socialización con los gobernadores de la RAP-E. Están coordinadas las políticas públicas y se dejaron de lado las diferencias politicas, los narcisismos y hoy se integra más Bogotá con la región.

¿Qué tuvieron en cuenta de las consideraciones de la Contraloría?

Claro, la postura de la contralora recopiló la opinión tanto de los concejales como de la comunidad de diferentes sectores que participaron en el debate y con base en eso salieron muchas propuestas que complementaban. Incluimos lo de la financiación, lo de los árboles y el río Bogotá, todo eso se tocó.

¿Alcanzas los tiempos para realizar el debate?

La pandemia nos ha enseñado que hay otra forma de hacer control política y ejercer las funciones del concejo a través de la virtualidad. El concejo se ha ido adaptando y se ha hecho un control transparente, que posibilita debatir y en un sentir general es bastante positivo. En tiempos vamos muy bien, tenemos de plazo este mes y estamos dentro de los términos. Hay buen ambiente e incluso Cambio Radical (de la oposición) ha mostrado favorabilidad en muchos temas como también sus inconformidades.

Por -Redacción Bogotá / bogota@elespectador.com

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