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'Los ciudadanos no deben estar armados'

Jorge Restrepo, profesor de la Universidad Javeriana y director del Centro de Recursos para Análisis de Conflictos (Cerac), apoya la prohibición al porte de armas en Bogotá.

Redacción Bogotá
02 de enero de 2012 - 04:21 p. m.

A la ola de buenos comentarios que ha recibido la decisión del alcalde Gustavo Petro de prohibir el porte de armas en la ciudad, se suma la del profesor de la Universidad Javeriana y director del Centro de Recursos para Análisis de Conflictos (Cerac), Jorge Restrepo. Según el analista es urgente que se tomen medidas para que las armas sólo estén en manos de la fuerza pública y no en las de los ciudadanos.

Aunque esta mañana el nuevo secretario de Gobierno, Antonio Navarro Wolf, reconoció que una prohibición de esta índole no está dentro de las facultades del alcalde, Restrepo cree que no habría un conflicto jurídico al respecto porque sólo se trata de que presente sus argumentos ante la Brigada XIII y es poco probable que el Ejército le niegue su apoyo.

¿Usted cree que la restricción del porte de armas sí ayudará a reducir los homicidios en Bogotá?

No se trata de entrar en el debate de si la prohibición reduce o no la violencia, sino más bien entender que las armas deben estar en manos de la fuerza pública y no de los ciudadanos. El mensaje para el ciudadano es que no debe buscar protegerse si no dejar que lo haga la fuerza pública porque un arma de fuego siempre es un factor de riesgo incluso en manos de quienes tienen permiso.

Petro habló de lugares sin armas como las discotecas y el transporte, ¿cree que una restricción de este tipo funcionaría inicialmente?

Creo que es muy positiva la idea de buscar espacios sin armas, experimentos similares se han hecho en Suráfrica, Río de Janeiro, Sao Pablo, en Buenos Aires, entre otros lugares, y han sido muy positivos porque generan una sensación de seguridad colectiva en esos espacios donde uno debe sentirse seguro. Sin embargo, esto exige mucha gestión. Ojalá que no se quede en un anuncio y que el nuevo alcalde establezca un equipo que haga seguimiento a esos planes de desarme.

No es la primera vez que en Bogotá se intenta un desarme, ¿cree que esta vez sí va a funcionar?

Bogotá es una ciudad con una tradición de desarme junto con Cali y Medellín, pero los planes, que incluían entregar algunos revólveres y muchas armas blancas en una iglesia dos o tres veces al año, se habían agotado completamente. Esta es la primera vez que en la ciudad intenta un desarme como estos y la directiva de Petro va en el sentido apropiado porque implica sacar las armas de diferentes espacios de la ciudad y la restricción cobijaría a todos los ciudadanos.

La restricción sería al porte legal, pero según la Policía la mayoría de homicidios se cometen con armas ilegales…

La restricción funciona porque le da una instrucción clara a la Policía para que salga a trabajar en el desarme. Aunque la mayor parte de las armas que se utilizan en la capital son ilegales, también hemos encontrado que las armas con permiso representan un riesgo muy grande. Un ejemplo de esto son las muertes por balas perdidas, las que ocurren por riñas y disparos al aire. En una investigación de la universidad Javeriana y el Cerac encontramos que cuando se establecen restricciones al permiso y se controla la restricción se logra la incautación, tanto de armas con permiso, como de ilegales. En ese sentido se puede reducir el homicidio.

El Secretario de Gobierno ya reconoció que el alcalde no tiene las facultades para ordenar la prohibición, ¿cree que va a lograrlo?

Con respecto a las facultades reales que tiene el alcalde, se trata simplemente de que en el próximo concejo de seguridad pida la restricción con argumentos al general Gabriel Pinilla de la Brigada XIII. Nunca antes las Fuerzas Militares se han negado a apoyar una iniciativa como esta. No creo que vaya a haber ningún problema. Además, el director del Departamento de Comercio y Control de armas ha dicho públicamente que accederá a las solicitudes razonadas de los alcaldes y gobernadores que busquen hacer una restricción de porte y tenencia de las mismas.

¿Qué retos implicaría para la Policía esta restricción?

En primer lugar esto le supone una demanda adicional de servicios de protección de la Policía para evitar que la gente salga armada, por ejemplo, la que porta elementos valiosos. En esos casos, la nueva Secretaría de Seguridad debe hacer un canal rápido al ciudadano para que se sienta protegido y no se vea obligado a portar un arma.

Por Redacción Bogotá

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