Los retos urgentes que debe atender el nuevo alcalde de Bogotá

Más allá de sus planes de gobierno, el ganador de las elecciones recibirá una ciudad con una serie de necesidades urgentes en temas claves. En todos los sectores hay asuntos que son prioridad.

-Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
27 de octubre de 2019 - 02:00 a. m.
En casi todos los sectores hay retos urgentes que debe atender el nuevo alcalde.  / AFP
En casi todos los sectores hay retos urgentes que debe atender el nuevo alcalde. / AFP

Los bogotanos conocerán este domingo el reemplazo de Enrique Peñalosa en el Palacio Liévano, e independiente del modelo de ciudad que tenga en mente y las promesas de campaña, el nuevo alcalde recibirá una ciudad que plantea retos urgentes en seguridad, movilidad y salud, que debería priorizar una vez asuma el cargo en enero.

Por ejemplo, contrarrestar el incremento del hurto, focalizar los esfuerzos en las localidades amenazadas por grupos delincuenciales, concretar la estabilización del SITP, trabajar por mejorar la calidad del aire, el futuro del relleno sanitario, la reserva Van der Hammen y Transmilenio por la séptima, mejorar la convivencia ciudadana, la atención a los migrantes venezolanos y reactivar la generación de empleo son apenas algunos de los temas urgentes.

Los caminos son varios. Mientras para Ómar Oróstegui, director de Bogotá Cómo Vamos, es clave atender asuntos en los que los indicadores muestran que hay un deterioro en el día a día de los bogotanos y definir el futuro de varios proyectos claves que quedaron sin resolver, para Juan Carlos Pinzón, director de Probogotá, el nuevo mandatario no debería continuar con una planeación que se limite al gobierno de turno, sino apostarles a procesos más amplios para resolver de fondo los cuellos de botella que afectan a la ciudad.

Jaime Torres, veedor distrital, por su parte, agrega que más allá de los temas que necesitan resultados a corto plazo, también debe enfocarse en el compromiso con la lucha contra la corrupción. “Teniendo en cuenta las obras que deja la actual administración, es importante que haya claridad para la ciudadanía y mayor vigilancia, para tener legitimidad”.

Eso sí, sin dejar de lado las metas importantes a mediano y largo plazo, como iniciar y vigilar la construcción del metro, la implementación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), la descontaminación del río Bogotá, concretar la integración regional y gestionar el incremento del pie de fuerza de la Policía, para superar el déficit de uniformados. Aunque seguramente los aspirantes ya habrán pensado en esto, el recordatorio no está de más, especialmente cuando el propósito es claro: mejorar la calidad de vida de los bogotanos.

Seguridad

Mejorar la seguridad es quizás uno de los principales reclamos de los ciudadanos. Si bien, la tasa de homicidios disminuye, hay hechos que aumentan la percepción de inseguridad. De entrada, se deben revisar las alertas de la Defensoría sobre el riesgo en cinco localidades del suroccidente de Bogotá, por posible presencia de grupos armados que amenazan a los jóvenes.

Aunque la actual administración le ha bajado el perfil a la advertencia, diciendo que son líos de delincuencia común, no sobra revisarlas de nuevo con atención. De igual manera, el hurto a personas es otro asunto clave. No solo porque viene aumentando, sino porque son cada vez más violentos en la calle y en el transporte público. Además, se les debe prestar atención a las bandas de crimen organizado dedicadas a la venta de autopartes y celulares robados, y al microtráfico. Se debe pensar en estrategias para reducir estos delitos.

“Otro punto importante es trabajar en convivencia ciudadana, porque Bogotá se ha vuelto una ciudad agresiva y lo debe contrarrestar el próximo alcalde. La capital es la segunda ciudad del país en tasa de lesiones personales y la tercera con mayor tasa de violencia contra niños y adolescentes. Uno de cada tres casos reportados en el país ocurren acá. Por eso, se debe enseñar a resolver los problemas de manera pacífica”, indicó Ómar Oróstegui, director de Bogotá Cómo Vamos.

Todo esto con mejorar el pie de fuerza. “Eso implica pensar, más allá de la cantidad, en calidad. Y este será un reto, pues gracias a la sentencia del Consejo de Estado, que permitió la pensión anticipada para miembros de la Fuerza Pública, van a salir muchos policías en el país con experiencia, y se debe gestionar para reemplazarlos bien”, agrega Oróstegui.

Por su parte, los retos inaplazables que plantea Probogotá Región son puntuales: un plan de prevención por localidad; gestionar la incorporación de 10.000 policías más en los próximos ocho años, fortalecer la videovigilancia, ordenar la oferta y ampliar los servicios de apoyo a la justicia, triplicar el número de inspectores de policía, estandarizar las infraestructuras y los servicios carcelarios en el Distrito, y ampliar la oferta de cupos de atención especializada para niños, niñas y adolescentes.

Movilidad

La movilidad, poco a poco, la reemplazó la seguridad como la principal preocupación de los bogotanos. Sin embargo, sigue siendo de los mayores desafíos para el Distrito, sobre todo en transporte público y nueva infraestructura para agilizar el tráfico de la ciudad. En este orden de ideas, los principales retos de la nueva alcaldía serán garantizar el rescate del SITP y construir las troncales de Transmilenio (TM) pendientes o de nuevos modos de transporte.

Concretar la salvación del sistema de buses azules depende de cuatro temas cruciales que se deberían atender en los primeros meses de administración.

El más importante es asegurar el cumplimiento de la renegociación de contratos entre la alcaldía Peñalosa y los operadores. El segundo, lograr el adecuado desmonte del SITP provisional, para así pasar al tercer tema decisivo: la implementación total del sistema, para que llegue a las zonas donde aún no hay SITP o su operación es complicada, debido a líos operativos de los concesionarios (Perdomo, Suba Centro, Fontibón y Usme). El último punto urgente será frenar la pérdida progresiva de pasajeros y generar estrategias para volver a “subir al bus” a los que se mudaron a otros medios de transporte.

Según expertos, otro tema importante para sanear el SITP será garantizar su estabilidad financiera. Según José Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la U. Nacional, “el déficit del SITP es un tema del que se debe apropiar de frente la próxima administración. El otro es mejorar la calidad de los viajes. Ambos han sido abordados por los candidatos de forma superficial”.

Darío Hidalgo coincide en lo urgente de mejorar los viajes y alerta sobre una gran responsabilidad que vendrá. “Va a tener que decidir sobre el incremento de la tarifa o si aumenta el subsidio para cerrar el déficit”. 

Lo otro será la nueva infraestructura de transporte. En este apartado, Probogotá considera inaplazable la ejecución de la primera línea del metro y asegurar los estudios y diseños para próximas líneas, así como un sistema de trenes urbanos. También considera clave construir las troncales de TM de la Av. 68 y Av. Ciudad de Cali, que vienen vinculadas con el proyecto férreo. 

De igual forma, para la entidad será importante que la nueva alcaldía construya corredores como la Av. Longitudinal de Occidente (ALO), la Av. Centenario, la Av. Tintal-Alsalcia y una vía alterna a la calle 13.

Otros temas que tendrá que solventar quien resulte electo son los relacionados con el transporte informal, alternativo y la micromovilidad.

Para Bogotá Cómo Vamos será clave encontrar soluciones al transporte a través de plataformas, ya que su crecimiento impacta en el aumento del parque automotor; resolver el tema de los bicitaxis, pues esta alcaldía se quedó en el primer paso para reglamentar el servicio, y diseñar planes para reducir la accidentalidad de motos y bicicletas.

A todo esto se suma la ampliación de los accesos a Bogotá por el norte, el sur y el occidente, y de la autopista Norte y la carrera séptima, en la zona rural; desarrollar e implementar un modelo sostenible de transporte de carga, y, finalmente, darle continuidad al modelo de Visión Cero, para avanzar en la reducción de muertes y heridos en el tráfico mediante la gestión de velocidad y la priorización de peatones y bicicletas, los actores viales más vulnerables.

Salud y educación

Los retos son, por un lado, mantener programas que han dado resultados. Por el otro, atender indicadores que vienen en aumento y reflejan el deterioro en la calidad de vida, como la desnutrición infantil o las cifras de VIH. Para la organización Bogotá Cómo Vamos, es clave garantizar las estrategias que permitieron, por ejemplo, la reducción de la maternidad temprana o la mortalidad infantil, y seguir con la construcción de hospitales, para cubrir el déficit en la ciudad. 

Por su parte, para Probogotá, en salud también debe seguir la tención priorizada en salud; fortalecer el sistema de servicios digitales en salud; aumentar los Centros de Atención Prioritaria en Salud (CAPS), y financiar la reforma del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias.  

De otro lado, en educación “se avanza en infraestructura. Hay 12 colegios construidos, siete en construcción y ocho en estudio. El reto es dotarlos y tener docentes, para hacerlos operativos. Hay que terminar bien y con buena supervisión”, dice el veedor distrital, Jaime Torres.

En este aspecto, Probogotá sugiere implementar el plan distrital de bilingüismo; liderar la reforma al sistema de evaluación de maestros, rectores y colegios distritales, e “implementar un programa para mejorar el desempeño en lectura para que en el año 2025, pasen del 88 % al el 95% los estudiantes de tercer grado con calificación aceptable.

Ambiente

El próximo alcalde tendrá grandes retos ambientales que requieren acciones inmediatas.   En cuanto a la calidad del aire será importante reducir la cantidad del material particulado 2,5 para lo que será necesario, de acuerdo con Jorge Hernández, docente de la Universidad de los Andes, negociar con los transportadores de carga, principales contaminantes de la ciudad. “Además, debe  apostarle a la bicicleta; a vehículos Euro V y VI para Transmilenio y el SITP; fijar una visión 2030, que promueva el transporte eléctrico, y busque reducir a cero el uso de combustibles fósiles”.

Doña Juana es otra de las prioridades. El próximo año se cumple la vida útil del relleno y en manos de la próxima administración estará solicitar a la ANLA su extensión hasta por 37 años o buscar una alternativa. Todos los candidatos han hablado de construir una planta de termovalorización, pero lo cierto es que mientras esto se logra, debe pensarse qué hacer con las 6.300 toneladas que llegan a diario al relleno. 

Frente a  la conservación de la estructura ecológica principal, un tema clave será la reserva  Van der Hammen. La actual administración pidió a la CAR  autorizar su intervención para la construcción de nuevas vías, así como otro tipo de usos. Como no se ha tomado una decisión, el próximo  alcalde deberá definir si continúa o no con este proyecto.

 Finalmente está la intervención a los humedales y la construcción del sendero de las Mariposas, que atravesaría los cerros orientales, desde Usme hasta Lagos de Torca. Ambos proyectos proponen endurecer  zonas verdes, con el fin de fomentar el turismo como parte de la apropiación de estos lugares. Estas acciones no han sido bien recibidas por las comunidades, por lo que será decisiva la forma en la que se continuarán o no estos proyectos.

 

Por -Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com

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