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La población Emberá que ha llegado desplazada de sus territorios a Bogotá se ha ubicado en puentes peatonales o calles para conseguir el sustento diario. La necesidad de este pueblo ha sido visible para muchos bogotanos que transitan en la capital. Madres e hijos se asentan en andenes, puentes o calles para ofrecer artesanías o pedir limosna.
Este martes la población adelantó una marcha en busca de garantías y atención a sus derechos en el Distrito. Más de 450 indígenas de la etnia se reunieron para desplazarse hacia la plaza Tercer Milenio. La marcha fue acompañada por Gestores de convivencia, Secretaría de Gobierno y Policía. En este momento se encuentra reunida en el Centro de Memoria realizando algunas actividades.
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No obstante, la necesidad de este pueblo ha llamado la atención de muchas entidades. Por ello, tras un continúo diálogo con emberás y la identificación de algunas familias que residen en Bogotá, la Unidad de Víctimas comunicó acciones concretas frente a esta población: "en el marco de la garantía de los derechos de subsistencia mínima y los derechos sociales y económicos a partir de diferentes procesos, se logró garantizar la afiliación en salud, la entrega de kits básicos de fortalecimiento de vivienda, de aseo y de proyectos productivos”, señala Dora Yagarí, directora de Asuntos Étnicos de la Unidad para las Víctimas".
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Las familias que retornarán al departamento de Risaralda serán transportadas en 20 buses. Con el fin de garantizar la salud de la etnia, los Centros Reguladores de Urgencias y Emergencias (CRUE) de los cuatro departamentos por los cuales cruzará estarán a disposición de dicha población.
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El destino de los emberás serán los municipios de Pueblo Rico y Mistrató. Sin embargo, con el fin de velar por los derechos de la etnia y hacer un seguimiento a la población, los entes de control como la Procuraduría General de la Nación serán los encargados de vigilar que la población reciba las medidas de atención, asistencia y reparación integral se cumplan a cabalidad.