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La rehabilitación de la malla vial es una de las estrategias del Distrito para mejorar la movilidad en Bogotá. Desde el año pasado, la Unidad de Mantenimiento Vial (UMV) viene fortaleciendo esta acción, dando prioridad a las vías locales o residenciales. En el último año, la entidad intervino 1.027 calles de este tipo, y esta semana inició el proceso de señalización y demarcación de esas vías. Esta actividad comprende la instalación de reductores de velocidad y señales que advierten sobre los sectores de tráfico calmado, zonas verdes, escolares y deportivas.
De acuerdo con la UMV, la tarea de señalizar las calles residenciales que ya tuvieron restauración de capa asfáltica empezará en las localidades de Usaquén y Puente Aranda, donde se intervendrán las primeras 427 calles en los próximos cuatro meses. La idea del Distrito al renovar estas vías es que, entre los nuevos estoperoles, resaltos y señales de tránsito, cooperen de forma notable a mejorar la movilidad y aumentar la seguridad vial de esas zonas.
Para esta labor de señalización, la UMV destinó más de $1.200 millones de sus propios recursos, pues anteriormente dicha labor se cumplía mediante un convenio con la Secretaría de Movilidad. La idea, según la entidad, es hacer más seguros los cruces vehiculares en cercanías a parques, colegios, zonas deportivas y viviendas.
“La entidad cada vez adquiere nuevos retos que benefician a todos los usuarios de las vías. Con este proceso de demarcación que iniciamos, no solo optimizaremos los procesos que hacíamos en conjunto con otras entidades, sino que también beneficiaremos a más ciudadanos, apoyaremos la seguridad vial y fomentaremos el buen uso de las calles, los andenes y cruces vehiculares cerca a los parques, colegios, zonas residenciales y deportivas”, aseguró Giacomo Marcenaro, subdirector de producción e intervención de la UMV.
En la señalización trabajarán dos equipos, cada uno integrado por 15 personas, quienes se dedicarán a hacer la demarcación entre 7:00 a.m. y 4:00 p.m. Por esto, la entidad recomienda a los conductores que transiten por las vías locales de estas localidades que lo hagan con precaución y acaten las indicaciones de los auxiliares de tráfico.
Una vez finalicen los trabajos en Puente Aranda y Usaquén, la UMV se enfocará en las intervenciones en Kennedy, Suba y Ciudad Bolívar. En el segundo semestre el objetivo es demarcar otras 600 calles.