Matanza y suicidio en la guarnición militar de Puente Aranda

El caso ocurrió en el Batallón Caldas, donde un soldado bachiller accionó su arma de dotación en contra de un cabo primero y dos soldados del Ejército Nacional. Posteriormente se quitó la vida.

Redacción Bogotá
04 de abril de 2017 - 03:00 a. m.
En la guardia occidental del Batallón Caldas, en la carrera 46 con calle 20A (Puente Aranda), ocurrieron los hechos a las 11:40 p.m. del domingo./ El Espectador
En la guardia occidental del Batallón Caldas, en la carrera 46 con calle 20A (Puente Aranda), ocurrieron los hechos a las 11:40 p.m. del domingo./ El Espectador

Eran las 11:40 de la noche del domingo cuando se escuchó una ráfaga de disparos en el interior del Batallón Caldas, ubicado en Puente Aranda. En ese momento, cuentan los testigos, grupos de uniformados se acercaron a la entrada occidental de la guarnición, sobre la carrera 46 con calle 20 A, para verificar qué había pasado. Encontraron vidrios rotos, una puerta abierta y una correría alrededor de la guardia.

Los soldados que estaban en el alojamiento de artillería, a pocos pasos del lugar de los hechos, encontraron una lamentable escena: en el suelo yacían los cuerpos sin vida de cuatro miembros de la PM 13 que hacían labores de centinela: un cabo primero y tres soldados bachilleres que se habían incorporado al Ejército Nacional en septiembre de 2016.

Al parecer, uno de ellos, identificado como Andrés Felipe López Molina, tomó su fusil de dotación y le disparó a su superior, el suboficial Álvaro Sánchez Becerra, y a los soldados Víctor Soto Murillo y Éver Luis Sierra Díaz. Posteriormente se quitó la vida. A partir de ese momento se tejen conjeturas en torno a lo que sucedió en la unidad militar.

Algunos aseguran que el soldado accionó el arma sin mediar palabra. Hay quienes indican, por el contrario, que minutos antes de la balacera, cuando los uniformados patrullaban el interior de la unidad, hubo una discusión. Al parecer, le habían negado un permiso a López Molina, quien ese domingo estaba de cumpleaños. De hecho, el joven recibió la visita de sus familiares horas antes de los hechos, quienes le hicieron una modesta celebración, pero sus compañeros no advirtieron que el joven tuviera un comportamiento anormal.

Los altos mandos militares revisaron con lupa la hoja de vida de López Molina, pero no encontraron nada extraño, que hubiera permitido encender las alarmas con anterioridad. Indicaron que no tenía antecedentes de indisciplina y que su relación con los demás soldados era cordial.

Según pudo conocer este diario, el joven se incorporó voluntariamente al séptimo contingente de soldados bachilleres de 2016. Lo aceptaron en el Ejército, luego de verificar que no tenía exenciones de ley para prestar el servicio militar y de superar los exámenes psicológicos de rigor. Incluso, destacan en el batallón, le practicaron dos pruebas: primero lo entrevistó la psicóloga de la zona de reclutamiento y tres meses después la Brigada XIII repitió la evaluación.

En medio de las evaluaciones no hallaron nada raro e, incluso, una persona que conoció de cerca el caso aseguró que cuando se dan este tipo de episodios “hay cosas que a veces se escapan”. Pero el comunicado que se difundió en la mañana de ayer indica que pudo tratarse de un “hecho de intolerancia”.

El Ejército Nacional realiza las indagaciones internas pertinentes y además creó cuatro grupos de trabajo (integrados por un oficial del Batallón Caldas, trabajadores sociales, psicólogos y el capellán) para acompañar a los familiares de las víctimas. Por su parte, las autoridades de reclutamiento están evaluando los protocolos de incorporación para evitar que episodios como este se repitan.

Por su parte, el CTI de la Fiscalía terminó las labores de levantamiento de los cuerpos a las 7:30 a.m. de ayer y prosiguió con la recolección de evidencia hasta el final de la tarde. Fuentes de las autoridades indicaron que los testimonios de los soldados, los resultados de la necropsia y los videos de las cámaras de seguridad, que permanecen en la guardia, frente al alojamiento de los soldados y en el Centro Nacional Contra Artefactos Explosivos, serán fundamentales para establecer las causas de los hechos.

Últimos hechos

Junio de 2016. En el comando general delas FF.MM., a las 2:20 a.m.,  se registró un discusión entre dos infantes de marina. Uno asesinó al compañero con su arma de dotación y luego intentó suicidarse. 

Junio 30 de 2015. Un soldado mató a su compañero de vigilancia con el fusil de dotación cuando se encontraban por los lados de la calle 104 con la carrera novena en el norte de Bogotá. Al parecer los uniformados jugaban con las armas cuando se presentó el disparo.

 

Por Redacción Bogotá

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