Medidas para desincentivar la tauromaquia en Bogotá, a un debate de ser aprobadas

La autora de la iniciativa es la concejal Andrea Padilla (der.), quien también lideró las movilizaciones en contra de la temporada taurina en la capital. / Mauricio Alvarado - El Espectador.

El primer debate del proyecto de acuerdo “por el cual se desincentivan las prácticas taurinas en el Distrito y se dictan otras disposiciones” fue aprobado por la Comisión de Plan del Concejo de Bogotá. Por unanimidad, con 13 votos a favor, los cabildantes aprobaron la iniciativa de la cabildante Andrea Padilla (Alianza Verde), para la que hubo ponencias positivas de Álvaro Acevedo (Partido Liberal) y Carlos Carrillo (Polo Democrático). 

De acuerdo con el texto del proyecto, su objetivo es dotar al Distrito de un marco normativo para desincentivar las prácticas taurinas, al ser consideradas por la autora del proyecto como de extrema crueldad con los animales. Según las ponencias para el debate, Bogotá  debe avanzar en protección animal y la tauromaquia debe ser considerada una actividad nociva para los niños, en tanto los involucra en actos violentos. También expusieron que está comprobado que los toros carecen de visión óptima, desmintiendo la idea de que es el color rojo lo que les genera una reacción violenta. 

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Durante el debate también se describió el sufrimiento que vive el toro antes y durante cada jornada taurina, pues de acuerdo con el proyecto hay varias pruebas científicas que corroboran que los toros sienten miedo, ansiedad, angustia y estrés al salir a la arena. Además, que sufren desorientación y miedo y que en la mayoría de veces son golpeados antes del espectáculo. Por último, que su agonía es demasiado cruel, ya que por lo general hay destrucción de sus órganos.

Por otro lado, durante el debate se concluyó que existe un desequilibrio entre las órdenes sobre protección animal y la sentencia de la Corte Constitucional que estableció que la competencia de prohibir la realización de estas actividades es exclusiva del Congreso. Por esto,‬ el proyecto que se tramita en el Concejo pretende cumplir con ambas órdenes, pues su idea es establecer medidas para desincentivar la tauromaquia y protegen a los animales, sin prohibir las corridas. ‬ 

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Por ejemplo, en el articulado del proyecto se incluyen medidas como incluir en el 30 % de la publicidad de las actividades de la “temporada taurina” información sobre el sufrimiento al que son sometidos los animales, tal como ocurre con las bebidas alcohólicas o el tabaco; prohibir el consumo de bebidas embriagantes en La Santamaría; reducir cada temporada a máximo cuatro fechas, incluida la del Festival de Verano; y obligar al empresario a asumir la totalidad de los costos de las corridas, incluidas seguridad y vigilancia, y, por último, prohibir las becerradas y tientas en la capital. 

Otras propuestas del proyecto son incrementar la tarifa de impuesto, debido a que estas actividades tienen externalidades negativas, y exigir que se eliminen de las corridas todos aquellos elementos que laceren, corten, mutilen, hieran, quemen o lastimen en cualquier forma, o les den muerte, a los toros. Es decir que el cruel espectáculo tendría que realizarse sin puya, banderillas, pica ni estoque.

"Quisiéramos prohibir las corridas de toros y novilladas, pero la Corte Constitucional ha reservado esta facultad al Congreso”, afirmó la concejal Padilla, autora del proyecto. Sin embargo, considera que la eliminación de los instrumentos de tortura es un primer paso para empezar a desestimular la tauromaquia. “Sabemos que esta propuesta suscitará álgidas discusiones jurídicas, pero defenderemos la autonomía territorial de Bogotá para hacer más rigurosa la protección a los animales”, agregó.

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Varios cabildantes manifestaron su apoyo al proyecto y durante la sesión aseguraron que cuentan con las capacidades para sacarlo adelante y eliminar esa forma de violencia, aunque varios cabildantes reconocieron que se han venido realizando algunas acciones para desincentivar la participación en las corridas de toros que, según estudios que presentaron, son rechazadas por el 82 % de los colombianos. 

Otros concejales aseguraron que la mayoría de jóvenes no comparten estas actividades y que defienden un modelo de familia multiespecie, y un último grupo presentó modificaciones al considerar que el proyecto se debe ajustar más a las leyes y reiteraron que la Corte Constitucional es capaz de prohibir algunas partes de la iniciativa, si llegan a ser aprobados. 

Por parte de la administración distrital, en el debate hicieron presencia Alba de la Cruz Berrío, secretaría jurídica de la Secretaría de Cultura Recreación y Deporte, y Humberto López, representante de la Secretaría de Hacienda. Ambos aseguraron estar de acuerdo y apoyar el proyecto que ahora pasará a segundo debate, que se llevará a cabo en mayo en la plenaria del Concejo.