Mockus lleva a Rumania la 'receta bogotana'

El exalcalde mostró a Bucarest cómo hizo de Bogotá una ciudad próspera y segura con novedosas políticas de educación.

El Espectador
17 de marzo de 2011 - 11:23 a. m.

El exalcalde de Bogotá y excandidato a la presidencia de Colombia, Antanas Mockus, presentó en Bucarest su receta de administración municipal para Bogotá, con la cual hizo de la capital del país la ciudad más humana, próspera y segura con novedosas políticas de educación cívica, independencia y gestión racional.

“El modelo de Bogotá es aplicable a Bucarest, con los mismos principios profundos y otras medidas puntuales”, dijo a Efe Mockus, cuyo discurso fue largamente aplaudido por estudiantes y miembros de la sociedad civil bucarestina que acudieron al acto.

“El secreto de Bogotá es que la gente jugó, nosotros propusimos el juego, pero la gente hubiera podido abstenerse, considerarlo ridículo”, aseguró preguntado por las condiciones para el éxito del “experimento”.
 
Mockus desgranó ante las preguntas del público las claves de lo que llama “cultura ciudadana”, en un coloquio titulado “El buen gobierno en ciudades desesperadas”.
 
Antes se había proyectado el documental danés “Bogotá Change”, sobre su experiencia en la alcaldía de la capital colombiana.

El modelo de Mockus y su aliado y también alcalde bogotano Enrique Peñalosa ha sido implantado con éxito en varias ciudades de América Latina, como Belo Horizonte, Medellín o Ciudad de México.

La visita de Mockus no supondrá de momento ningún intercambio de experiencia con las autoridades de Bucarest, para decepción de las ONG que trabajan por un Bucarest mejor.

“Evidentemente me habría gustado que el ayuntamiento de Bucarest tomara nota del modelo de Bogotá, pues son ciudades con problemas similares”, explica a Efe Nicusor Dan, presidente de la asociación “Salven Bucarest”.
 
“Pero por desgracia la alcaldía aplica criterios de gestión desfasados, de hace 30 años; están convencidos de saberlo todo y de que no necesitan ejemplos”, añade Dan.

Nacido en Bogotá en 1952 de padres lituanos, Mockus fue alcalde de su ciudad en dos mandatos (1995-1998 y 2001-2004).
 
Desde el ayuntamiento de la capital redujo el tráfico y los accidentes, mejoró las infraestructuras, aminoró la criminalidad y fomentó la implicación y el amor de los bogotanos por su ciudad con su campaña “Bogotá coqueta”.
 
Entre sus acciones más estrafalarias y eficaces se cuenta su promoción de la educación vial a través de un ejército de mimos, que daba instrucciones a peatones y conductores en las populosas calles de Bogotá.

Recibido con desconfianza y escepticismo en los círculos de poder tradicional, su estilo directo, cercano y provocador le hizo inmensamente popular entre los ciudadanos.

La independencia total de los partidos políticos de siempre y la intransigencia con la corrupción y el nepotismo fueron principios rectores de una acción política centrada en lo “sagrado” de la vida humana, en un medio demasiado habituado a la violencia y la muerte.

Medidas como el desarme total de la ciudad, el ahorro voluntario de agua o la limitación de horarios de los locales de fiesta contribuyeron a hacer más amable y sostenible la que a su llegada al poder era considerada una de las capitales más hostiles de Latinoamérica.

Después de ser candidato a la presidencia de Colombia por el Partido Verde, Mockus extiende por el mundo su modelo de gestión municipal a través de un grupo de trabajo llamado “Corpovisionarios”.
 
Mockus llevó hasta Europa del Este su receta bogotana en el marco del festival de cine documental sobre derechos humanos “One World Romania”, que el miércoles se inauguró en la capital rumana.

La visita contagió a la sociedad civil de Bucarest de la energía de Mockus, aunque su mensaje fue acogido con más admiración que esperanza de poder aplicarlo aquí.

 

Por El Espectador

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