Motos y bicicletas, el gran reto de la seguridad vial

El balance de 2019 muestra reducción de muertes en las vías, pero hay una deuda con los actores más vulnerables. Según el Distrito, esto cambiará cuando esté listo su plan, cuya última pieza son las nuevas cámaras que operarán en noviembre.

Felipe García Altamar - fgarcia@elespectador.com - @FelipeAltamar
21 de agosto de 2019 - 03:00 a. m.
La muerte de ciclistas fue la única cifra que aumentó en el balance de seguridad vial. Pasó de 38 en 2018, a 43 en 2019. / Gustavo Torrijos - El Espectador.
La muerte de ciclistas fue la única cifra que aumentó en el balance de seguridad vial. Pasó de 38 en 2018, a 43 en 2019. / Gustavo Torrijos - El Espectador.

La gestión del tráfico y la reducción de conflictos en las vías acaparó gran parte del trabajo de la Secretaría de Movilidad y, por eso, desde 2017 se propuso adoptar de manera integral la política sueca Visión Cero, que busca armonizar a todos los actores viales para reducir de forma drástica las muertes por accidentes de tránsito.

Para cumplir ese propósito, además de labores pedagógicas, el Distrito adelantó una serie de innovaciones tecnológicas y de infraestructura, siendo la más novedosa las cámaras automáticas de detección de infracciones, que pretenden complementar el plan que hizo posible llegar a la cifra más baja de siniestros viales de la década.

Esta semana se dio a conocer el balance de seguridad vial en lo corrido del año, cuyas cifras evidencian una disminución histórica en las estadísticas: entre enero y julio hubo 281 muertes, 11 % menos que el mismo período de 2018, cuando se registraron 317 fallecidos. Si bien sigue siendo un número alarmante, en la última década los registros hasta julio no bajaban de 300 víctimas.

La mortalidad de peatones sigue concentrando el grueso de las cifras de accidentalidad: el balance preliminar para 2019 reporta el deceso de 128 transeúntes y, sin embargo, la cifra también es la más baja del decenio, en el que hubo en promedio 183 muertes de peatones. Para el Distrito, el logro tiene su explicación en las campañas de pedagogía y en la reducción a 50 km/h de la velocidad en ocho corredores de la ciudad (calle 80, Av. Boyacá, Av. Primero de Mayo, Av. Suba, Av. Américas, Av. 68, Av. NQS y Av. Ciudad de Cali).

“Es clave el cambio de comportamientos con mensajes pedagógicos, que partan de la explicación técnica de cómo suceden los siniestros y cómo evitarlos. Lo fundamental en la estrategia de Visión Cero es gestionar la velocidad y en eso tenemos resultados positivos. No obstante, hay un camino largo para tener una ciudad segura en las vías”, aseguró el secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo.

Motos y bicicletas: el dilema

El optimismo por las cifras del primer semestre contrasta con lo complicada que sigue siendo la situación de los conductores de motos y bicicletas. Según el balance, la única cifra que aumentó fue la de muerte de ciclistas, que pasó de 38 en el primer semestre de 2018, a 43 en 2019.

Sin embargo, la mayor preocupación son los motociclistas, pues fuera de tener una mala interacción con los vehículos pesados (27 muertes ocurrieron por choques con buses o camiones) y ser quienes más presentan autolesiones por caídas, este año fueron responsables de 42 de las 128 muertes de peatones, la mayoría por exceso de velocidad en las noches.

A este panorama hay que agregar que las motos vienen ganando terreno en la ciudad. Según cifras del Registro Nacional de Tránsito (RUNT), a la fecha hay 515.380 matriculadas en la capital, es decir, una por cada cinco carros.

Para el director de la Fundación Despacio, Darío Hidalgo, la situación radica en la falta de pericia de los nuevos motociclistas. “Es preocupante, porque no tenemos un examen de habilidad y solo nos basamos en lo que certifiquen las academias de conducción. La mayoría de motociclistas mueren por caídas y no por interacción con otros vehículos. En cuanto a las bicicletas, el principal lío es la interacción con vehículos pesados, por lo que se necesita reforzar la infraestructura segura para biciusuarios".

En esto concuerda Jesús David Acero, activista de la Liga de Ciclistas Urbanos. “Muchos quieren salir a montar sin ninguna destreza, porque todo el tiempo les están vendiendo que estamos en la capital mundial de la bicicleta. Pero cuando salen se encuentran con un entorno agresivo con el ciclista y con una ciudad mal preparada en cuanto a infraestructuras y conexiones para ciclistas”. Al respecto, desde Plan Bici destacan la creación de seis campañas pedagógicas para generar estrategias de protección para estos actores viales.

Cámaras, la última innovación

Para completar el trabajo, la Secretaría de Movilidad avanza con la instalación de cámaras automáticas de detección de infracciones, o “cámaras salvavidas”, como las bautizó el Ministerio de Transporte. En este momento están en el proceso de adecuación de la infraestructura para instalar las primeras 30 en la ciudad. Esta innovación permitirá a las autoridades detectar de forma automática excesos de velocidad, irrespeto a semáforos, giros indebidos, invasión del paso peatonal, de espacio público o de carriles exclusivos de Transmilenio.

La diferencia básica con el actual modelo es que hoy los policías observan los videos, como si se tratara de una película, y cuando ven algo irregular detienen la cinta y pasan los datos a otros policías, para que expidan el comparendo. Con el nuevo sistema se sacan todas las evidencias de forma automática. Según el cronograma del proceso, está finalizando la etapa de autorización por parte de Mintransporte, que calibrará las cámaras para asegurar su precisión en cuanto a detección de velocidad.

El objetivo es que el próximo mes empiecen las obras para adecuar los equipos en 50 puntos, pues la idea es que las cámaras se roten por los puntos más críticos, lo que no significa que su ubicación vaya a ser oculta para multar a más conductores, ya que se pondrán señales de tránsito 100 metros antes, informando sobre la existencia de los dispositivos.

Según el Distrito, entre noviembre y diciembre empezarán a operar. Aunque para algunos la llegada de estas cámaras puede ser un saludo a la bandera, en una ciudad con un parque automotor de casi 2,4 millones de carros, está es apenas una parte de la estrategia para disminuir las muertes en las vías, en la que también se incluyen los nuevos semáforos y la instalación de reductores de velocidad e infraestructura para promover el respeto por los actores viales más vulnerables.

Por Felipe García Altamar - fgarcia@elespectador.com - @FelipeAltamar

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