Un punto final se escribió en la historia de la joven de 19 años que, supuestamente, fue violada en la madrugada del pasado 2 de noviembre por un abogado de 28 años —que ella había conocido esa misma noche— en el parqueadero de la discoteca más famosa entre quienes viven o visitan Bogotá: Andrés Carne de Res. El vicefiscal general, Jorge Perdomo, anunció ayer que el expediente había sido archivado, aclarando que la investigación podría retomarse en caso de que aparecieran evidencias nuevas.
Varios factores tuvo en cuenta la Fiscalía para tomar esta decisión. Para empezar, los exámenes practicados sobre la denunciante no arrojaron indicios de que en la madrugada del 2 de noviembre ella hubiera sido abusada sexualmente. De hecho, como lo confirmó el propio vicefiscal Perdomo, “los dictámenes periciales que se le hicieron a la presunta víctima no lograron determinar la existencia siquiera de una relación sexual”.
Ese punto, en particular, fue trascendental para la Fiscalía. Fuentes de la entidad le habían asegurado a este diario que se estaba estudiando la posibilidad de imputarle al abogado el delito de abuso sexual en persona incapaz de resistir con base en jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia. El alto tribunal ha indicado en otros casos que, cuando la mujer está en avanzado estado de alicoramiento o bajo el efecto de drogas alucinógenas, su capacidad de discernir no es la misma que la de una persona en sus cinco sentidos y que por esa razón se puede poner en duda si dio su consentimiento para la relación sexual. Este camino, al menos por ahora y con base en los dictámenes, no es el que tomará la Fiscalía.
De otro lado, el organismo investigativo no contaba con testigos presenciales del presunto abuso sexual, pues sólo una persona vio a la pareja en el parqueadero y esa persona afirmó que desde donde estaba (a unos tres metros de distancia) no se veía bien qué hacían ellos. También aclaró que los vio con la ropa puesta. Las cámaras de seguridad de la discoteca confirmaban que los jóvenes habían interactuado esa noche y que habían salido juntos hacia el parqueadero. Sin embargo, las imágenes del circuito de televisión no daban indicios de nada más.
De acuerdo con fuentes de la Fiscalía, se pudo conocer que, además, la joven en sus denuncias ante la Sijín y la Fiscalía afirmaba no acordarse de nada porque estaba ‘enlagunada’. Medicina Legal ya había advertido que ella, en la madrugada del 2 de noviembre, tenía una embriaguez de tres grados. es decir, muy alta. La Fiscalía concluyó entonces que no se podía mantener una investigación abierta si no había elementos de juicio para afirmar que se había cometido un delito o crimen.