Buscando contrarrestar el riesgo de contagio y previniendo la rápida llegada del tercer pico de la pandemia por COVID-19 a Bogotá, el Distrito impuso la medida del toque de queda durante los últimos cuatro días de la Semana Santa.
La decisión se toma, teniendo en cuenta que la capital registra una ocupación total de UCI del 64,8 %. Esto implica que se deberá implementar el toque de queda, el cual funcionará desde este miércoles 31 de marzo hasta el 5 de abril. De esta forma se prohibirá la apertura de negocios y tránsito de personas desde la medianoche hasta las 5:00 a.m.
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Agregado a esto, cabe recordar que las iglesias deben operar con un aforo máximo del 35%, que las procesiones y visitas a monumentos están prohibidas, además de que el cerro de Monserrate y la iglesia del 20 de julio no recibirán personas durante el puente festivo.
Con estas medidas el Distrito busca evitar un elevado número de contagios (tal como pasó después de la celebración de Navidad del año pasado) y así no colapsar las UCI de los centros hospitalarios, teniendo en cuenta la elevada probabilidad de una tercera ola de contagios.
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“Para quienes es una celebración religiosa, los invitamos a celebrarlas desde casa. No están permitidas las procesiones, ni la visita a monumentos, el camino a Monserrate, el lavatorio de pies, ni el viacrucis. Todo ha sido en común acuerdo con la Iglesia por la pandemia”, dijo la Claudia López hace unos días.
Por otro lado, en la mañana de este miércoles el Distrito entregó un balance de la situación de COVID-19 en Bogotá, en el que se informó que si bien la pandemia se ha manejado durante estos dos últimos meses, es de vital importancia incrementar los cuidados y las medidas de bioseguridad para que el tercer pico de contagios no sea tan elevado como el segundo.