“No tengo razones para estar pensando en renunciar”: contralor de Bogotá

El contralor Juan Carlos Granados, contra las cuerdas por el escándalo de la multinacional Odebrecht, desvirtúa el testimonio del testigo estrella de la Fiscalía, a quien acusa de participar en el carrusel de la contratación en Bogotá.

Álexander Marín - Javier González Penagos / @Currinche
26 de noviembre de 2018 - 03:00 a. m.
Óscar Pérez / El Espectador
Óscar Pérez / El Espectador
Foto: OSCAR PEREZ

El contralor de Bogotá, Juan Carlos Granados, atraviesa los días más complejos de su carrera pública y política, en medio del eco de quienes piden su renuncia. El hecho que lo tiene contra las cuerdas no es de poca monta: la Fiscalía lo acusa de supuestamente haber recibido dinero de Odebrecht para su campaña a la Gobernación de Boyacá en el 2011, a cambio de beneficiarla con contratos de infraestructura vial. En diálogo con El Espectador, él insiste en que nunca le dio contratos a la multinacional brasileña y, aunque admite que estuvo en contacto con algunos de sus directivos, señala que nunca recibió dineros ni tuvo una relación cercana.

Desvirtúa el testimonio del testigo estrella de la Fiscalía, Federico Gaviria, empresario y asesor externo de la firma Odebrecht en Colombia, a quien califica como el principal beneficiario de la corrupción en Bogotá. Además, de su relación con el exsenador Plinio Olano, también salpicado en el escándalo. A pesar de que muchos piden que deje su cargo para defenderse, él señala que no lo hará.

A usted lo señala Federico Gaviria. ¿Quién es él?

Es el mayor aprovechador de la corrupción en Bogotá. No solo es confeso en Odebrecht, sino señalado de falso testimonio por el juez que condenó al exalcalde Samuel Moreno, por el carrusel de la contratación. ¿Qué implica eso? que tiene antecedentes de querer engañar a la justicia. Además, a pesar de que por el “carrusel” tuvo un principio de oportunidad, beneficio que lo obligaba a tener buen comportamiento, luego delinquió con Odebrecht. Si alguien así me acusa, vale la pena examinar los hechos que plantea.

¿Qué interés tendría Gaviria en acusarlo?

Este señor se favoreció de la corrupción en Bogotá, en un gobierno con una clara orientación ideológica. Cuando llego a la Contraloría, me acusa de haber querido beneficiar a Odebrecht, cuando fui gobernador de Boyacá, pero si se revisa la contratación se ve que no se quedaron con nada. Entonces pensaría que los intereses del testigo son otros, pero como contralor no puedo hacer cuestionamientos políticos, cuando hay instancias jurídicas.

¿Cómo conoce a Federico Gaviria?

A él lo he visto dos veces en mi vida. Lo conocí en un congreso de infraestructura en el 2012, cuando era gobernador. Ese día me presentó a Luiz Bueno, director de Odebrecht en Colombia, quien me dijo que quería participar en los proyectos del departamento. Yo le contesté, como lo hace cualquier servidor público a un privado: ahí están las licitaciones para que participe.

Lo acusa de recibir dinero para su campaña a cambio de obras...

Celebré 117 contratos de obras viales y de esos ninguno lo ganó Odebrecht. Ejecuté 1,3 billones de pesos y ni un peso lo ejecutaron ellos, aunque sí quisieron participar, pero al final no lo terminaron haciendo.

¿Si usted dice que lo conoce desde el 2012, él por qué habla de plata para su campaña en el 2011?

En ese punto hay otra inconsistencia. Él relata que al exsenador Plinio Olano le prometieron 500 millones de pesos, por su ayuda a Odebrecht, a través del sobrecosto en un subcontrato, pero al parecer solo le pudieron dar 200 millones. Y que supuestamente Olano pidió, como una segunda reciprocidad, 200 millones para mi campaña. Pero vea este detalle: dicho subcontrato fue en el 2012 y lo liquidaron en el 2014. O sea, según Gaviria, como les fue mal en el futuro, pidieron plata en el pasado para mi campaña. No tiene sentido.

Si Gaviria es tan cuestionado como usted dice, ¿por qué la Fiscalía le da tanta importancia?

Hay sobreestimación de ese testimonio.

¿Pero usted se reunió con gente de Odebrecht?

Ellos sí fueron a la Gobernación, preguntaron por la vía Duitama-Charalá y les entregamos la documentación pública. Luego, a través de Federico Gaviria, buscaron a nuestra oficina de Planeación, preguntaron si la Gobernación pondría dinero para una alianza público-privada (APP) y dijimos que no, pese a que teníamos con qué.

Entonces ¿por qué hablan justo de esa obra?

Ese proceso contractual nunca se inició y uno no se puede interesar en lo que no existe. Además, la vía tiene 123 kilómetros, de los cuales 46 son en Boyacá. Si hubiera interés no se necesitaba solo al gobernador de Boyacá, sino también al de Santander.

También lo señalan de influir ante la CAR para que Odebrecht participara por el contrato para la ampliación de la PTAR Salitre en Bogotá…

Dice la Fiscalía que hubo tráfico de influencias sobre el director de la CAR (Alfred Ballesteros), pero hubiera sido más fácil que me hubieran acusado en los años 80 de precalificar a Lucho Herrera en un equipo de ciclismo. El Banco Mundial pidió un estudio de mercado para revisar qué empresas en el mundo podían construir y operar una planta de este tipo, y entre esas estaba Odebrecht. ¿Y cómo no, si tenía la experiencia y el dinero? Sin embargo, una condición de adjudicación era el menor precio y perdieron. Finalmente, vale decir que el contrato lo adjudicó otro director en el 2016, cuando yo estaba en la Contraloría.

¿De dónde conoce a Plinio Olano?

Él es un senador boyacense. Cuando fui concejal y alcalde de mi pueblo (Nobsa), no recuerdo haber escuchado de él. Él fue representante a la Cámara por Bogotá y yo ya llevaba más de la mitad de mi carrera política. Luego él aspiró al Senado y coincidió con que yo me lancé a la Cámara, por el mismo partido. No es que hayamos sido tan cercanos.

La Fiscalía dice que en el 2011 usted fue a la casa de Olano, en Sopó, y que allí habrían pactado las ayudas de Odebrecht para su campaña…

Dice también que tuve varias reuniones en el 2011 y, después de un año de investigación, entrega la prueba solo de una. La prueba es la planilla de ingreso al conjunto. Dice la fiscal que entré a las 8:44 de la noche en un encuentro clandestino y que salí a las 11:46. Cuando yo reviso la prueba, en efecto entré, pero a las 8:44 de la mañana, nunca en la noche.

¿Dice que también asistió gente de Odebrecht?

La prueba de que a esa casa también iban los de Odebrecht es el registro de ingreso del señor Álvaro Castillo, a quien señalan como el conductor de ellos. Sin embargo, no aparece que el hubiera entrado el mismo día que yo estuve en esa casa.

¿Quiénes estuvieron cuando usted fue?

A la misma hora aparecen Pablo Sierra León, representante a la Cámara por La U en Boyacá, Luis Guillermo Barrera, representante a la Cámara, y Plinio Olano, senador de La U, y yo como candidato a la gobernación. Era una reunión política.

¿Qué piensa de la opción que se ha planteado desde el Concejo de Bogotá de alejarse del cargo por el ruido alrededor de este caso?

Que es el camino a la desinstitucionalización de la administración. Y más teniendo en cuenta que es una acusación a un servidor público de alguien como Federico Gaviria. Mi único temor es no cumplir mis obligaciones: cuidar los recursos de Bogotá, porque juré al Concejo cumplir con la Constitución y la ley. Yo no tengo por qué estar pendiente de opiniones políticas.

¿No le generaría a la ciudad más tranquilidad que se apartara mientras todo se resuelve?

Más tranquilidad debe tener Bogotá que la Contraloría, en cabeza mía, siga cuidando los recursos públicos. Lo que debe dar intranquilidad es que un condenado, que se robó a Bogotá, acuse al contralor.

Usted ha dicho que la única relación con Odebrecht ha sido el reabrir la investigación por el contrato Tunjuelo-Canoas

Cuando llegué a la Contraloría estaba archivado el proceso Tunjuelo-Canoas. Aunque se había ejecutado el 95 %, faltaba un 5 % para que sirviera. Por eso sugiero revisar para establecer por qué el contratista no concluyó los trabajos. Se encuentra que fue porque no le entregaron un predio y que eso llevó a que demandaran a la ciudad y la castigaran en un tribuna de arbitramento.

Pero el proceso no toca a Odebrecht...

Las denuncias concretas contra Odebrecht las dará el proceso, pero se adelanta del que hoy tenemos hallazgos. Ahí vamos, estamos cumpliendo nuestra tarea.

¿Cómo afecta este escándalo su futuro político?

Siempre he sabido que como servidor público debo darles explicaciones al Estado y a la gente, y las estoy dando. Espero convencer con los argumentos planteados que no hay ninguna inferencia para pensar que lo que dijo Federico Gaviria sea verdad.

Si la Fiscalía lo acusa ¿renunciaría?

Con los elementos probatorios de hoy y con lo frágil de la argumentación del señor de la corrupción en Bogotá, no tengo razones para estar pensando en renunciar.

A raíz de la ratificación de dos multas contra el exalcalde Gustavo Petro, él lo acusó de ser un corrupto y estar al servicio de Germán Vargas Lleras, ¿qué responde?

No puedo entrar a discutir escenarios de carácter político, pero ante la afirmación de que soy sobornado, recordar que el soborno es para hacer o dejar de hacer, y yo nunca he hecho o dejado de hacer algo a favor de Odebrecht.

Por Álexander Marín - Javier González Penagos / @Currinche

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