Las tradicionales plazas de mercado, las mismas en las que el regateo y las rebajas son parte fundamental de la compra y en donde, según cifras del Distrito, sigue mercando el 10% de los bogotanos, no van a desaparecer pronto. Por lo menos, esa es la intención de la administración distrital con la renovación estructural y tecnológica de los 19 expendios de alimentos que hacen parte del Sistema Distrital de Plazas de Mercado de Bogotá, para que sigan funcionando, aun con la voraz competencia de las grandes superficies dispersa por gran parte de la ciudad, el Instituto para la Economía Social (Ipes) viene modernizando estos espacios.
Hace cinco meses se entregó la nueva Plaza Distrital Los Luceros, en Ciudad Bolívar. Esta vez el turno es para la Plaza de Mercado Quirigua, que abastece a las localidades de Engativá, Suba, Barrios Unidos y Fontibón.
Hasta hace poco, la plaza no contaba ni siquiera con espacios de refrigeración para el área de cárnicos y las frutas y verduras se exhibían en mostradores improvisados, sin ningún orden. Orlando Rincón, el ingeniero encargado de la renovación de la Plaza Quirigua que se inaugura hoy, explica que los mayores cambios se hicieron en el sistema de iluminación, en los nuevos módulos de venta sectorizados por productos y en la adecuación de las instalaciones para el acceso de personas en situación de discapacidad. A esto se suma que la Plaza Quirigua es la única en Bogotá que cuenta hasta ahora con el sistema de datáfono para realizar las compras.
La renovación permitirá, además, hacer los recorridos con carros de mercado por pasillos amplios o pedir los productos a domicilio, como en cualquier supermercado, con el valor agregado de la frescura de los alimentos y la atención personalizada.
“La idea es que las plazas no se queden atrás. Queremos igualar la calidad que ofrecen los supermercados y, si es posible, sobrepasarla con valores agregados como la ‘ñapa’, que son señales culturales que siguen vivas en estos mercados”, dice convencido Armando Aljure Ulloa, director del Ipes.
En la lista para la transformación siguen las plazas de Fontibón, Restrepo, 20 de Julio y Las Cruces. Según Aljure Ulloa, la idea es que en máximo dos años todas las plazas de Bogotá estén modernizadas y sean competitivas.
De acuerdo con el Distrito, los cerca de 4 mil bogotanos que trabajan en las plazas de mercado pueden estar convencidos de que seguirán allí por mucho tiempo.