Nuevo esquema de aseo de Bogotá, una oportunidad para los recicladores

Con el nuevo modelo, la Administración Distrital podrá exigirles a los prestadores del servicio otras obligaciones como limpieza y pintura de postes, paredes, puentes y estructuras, entre otros.

El modelo de aseo propuesto por el gobierno del alcalde Enrique Peñalosa fue avalado ayer por la Comisión de Regulación de Agua y Saneamiento Básico (CRA), dando vía libre a un nuevo proceso licitatorio para la concesión de cinco zonas exclusivas en las que se dividirá la ciudad. La concesión se entregará por ocho años y tendrá un costo de $5 billones. (Luz verde a la licitación del aseo en Bogotá)

Con el nuevo esquema de recolección de basura, las miradas vuelven a ver hacia la población de recicladores de Bogotá, que hasta la fecha no cuenta con una estructura y estrategia bien definida en los procesos de aprovechamiento de residuos. Los cambios venideros abren una nueva oportunidad al Distrito para garantizarles el derecho al trabajo y darle cumplimiento al Decreto 596 del 2016, que ordena a todos los municipios del país a trazar estrategias para su vinculación definitiva.

Beatriz Elena Cárdenas, directora de la Unidad Administrativa de Servicios Públicos (UAESP), informó que los nuevos operadores no podrán recoger el material aprovechable para llevarlo al relleno sanitario, y esta prohibición estará fijada en el contrato de concesión. Estaciones de clasificación en diferentes puntos de la ciudad responderán por el correcto uso de los sólidos reciclables.

“Desde el 2016 estamos trabajando en esta licitación y esperamos tenerla lista en el segundo semestre de este año. Los recicladores serán actores fundamentales en el nuevo esquema, no solo para el aprovechamiento de los residuos, sino a la hora de crear cultura ciudadana en los bogotanos. Queremos que los recicladores de la ciudad le enseñen a la población cómo se divide la basura”, indicó Cárdenas.

Según señaló la directora de la Unidad Administrativa de Servicios Público, el esquema garantizará el acceso de los recicladores al material aprovechable, y el nuevo marco tarifario de aseo permitirá pagarles por su trabajo. El objetivo del Distrito, por lo menos en teoría, es brindar un espacio óptimo que cumpla con los estándares internacionales y permita la formalización de la actividad.

Sobre las estaciones de clasificación y aprovechamiento de los elementos reciclables, la UAESP manifestó que se encuentra en proceso de estudio para determinar cuáles serían los mejores puntos de Bogotá para su instalación y operación. “Pondremos a disposición de los recicladores de la ciudad las mejores máquinas para que puedan desarrollar esta actividad como los empresarios que son”, finalizó Beatriz Elena Cárdenas.

Respecto a la licitación para la operación del nuevo modelo y las afirmaciones del Distrito sobre la vinculación de esta población, Flor María Ramírez, representante de la Asociación de Recicladores de Bogotá, hizo un llamado a la administración para que de verdad se garantice el acceso cierto y seguro a los residuos aprovechables.