Otro operador del SITP al borde de la quiebra

Tras la liquidación de Coobús y Egobús, y la solicitud de Tranzit de ser aceptada en proceso de reestructuración, ahora se suma Masivo Capital. El riesgo del transporte público aumenta.

Alexánder Marín Correa (jamarin@elespectador.com)
09 de marzo de 2017 - 04:10 a. m.
Masivo Capital solicitó ser admitida en proceso de reorganización. No tienen cómo pagar.  / Archivo
Masivo Capital solicitó ser admitida en proceso de reorganización. No tienen cómo pagar. / Archivo

Ya estaba advertido: los balances financieros de los operadores del SITP están en rojo. Sus directivos lo alertaron desde el año pasado y hoy la situación empieza a pasar factura. De los nueve operadores que empezaron la implementación, Coobús y Egobús están desde el año pasado en liquidación, y desde finales de enero Tranzit le pidió a la Superintendencia de Sociedades que la aceptara en proceso de reorganización. (LEA: Los números rojos del SITP)

(LEA: Las causas de la quiebra del SITP)

Ahora se suma la empresa Masivo Capital, que llegó a un punto en el que no tiene cómo pagar sus deudas y por eso seguirá los pasos de Tranzit. Así lo anunció Carlos Iván Villegas, gerente de la empresa, a sus empleados a través de un comunicado en el que les dijo que la compañía había radicado ante la Supersociedades una solicitud para ser admitida en trámite de reorganización. En la circular explica que la idea es recuperar y conservar la empresa. (LEA:Los pecados del SITP)

Según el último informe, Masivo Capital acumulaba pérdidas por $43.000 millones y su endeudamiento llegaba a 92 %. Actualmente presta el servicio en Kennedy (con un potencial de 600.000 usuarios), donde tiene 28 rutas, y Suba oriental (con un potencial de 500.000 usuarios), donde tiene ocho rutas. (LEA: Operadores se quieren bajar del SITP)

Entre las razones que llevaron a esta decisión, explica Villegas, están la falta de la entrega de infraestructura definitiva por Transmilenio, el problema de los colados, la falta de reajuste en el pasaje y la permanencia de los buses del SITP provisional. “La reorganización nos permite buscar acuerdos con los acreedores, especialmente bancos y proveedores, para reestructurar las deudas en condiciones que le permitan a la compañía salir adelante”, agrega. (LEA:El SITP está en riesgo: operadores)

Esta decisión no pone en peligro la estabilidad de la empresa, al contrario, la garantiza, ya que la ley prohíbe la terminación de los contratos de concesión por causas de este trámite y, además, exige que todos los gastos que se generen durante la operación se vayan pagando de manera regular. Son las obligaciones anteriores a la fecha de hoy las que entran en reestructuración”.

El interventor de los contratos de concesión con los operadores del SITP había esbozado desde el año pasado el panorama: “Los ingresos no compensan los gastos y costos de operación de los concesionarios”. Esto ha llevado a que el nivel de endeudamiento de los operadores, en promedio, supere el 70 %, lo que “significa que la mayor parte de los activos de las empresas pertenecen a sus proveedores y acreedores, como consecuencia de sus obligaciones financieras a largo plazo”.

Esta afirmación la justificó las siguientes cifras: aunque el SITP cuenta con casi 6.500 vehículos, éstos sólo movilizan 1,4 millones de pasajeros diarios de los 4 millones que se tenía como meta mínima. Este desbalance equivale a que los operadores dejan de recibir $4.500 millones diarios ($1,6 billones al año). Y si a esto se suma la competencia de los buses tradicionales (6.312, según el Observatorio de Movilidad), que movilizan 2,2 millones de pasajeros al día, es fácil encontrar las razones del déficit.

En su momento el interventor llamó la atención puntualmente sobre cuatro empresas: Tranzit (que opera en Usme), Masivo Capital (Suba oriental y Kennedy), Gmóvil (Engativá) y Este es mi bus (Tintal y calle 80), de las cuales encontró que por su nivel de endeudamiento estaban ante posible causal de disolución. Ya dos de ellas buscan salvavidas para seguir prestando el servicio.

Estas cuatro empresas cubren con buses azules el 50 % del transporte público de Bogotá, en 6 de las 13 zonas que hay en la ciudad, como Usme, Ciudad Bolívar, Kennedy, Suba oriental, calle 80 y Tintal Zona Franca, con un potencial de casi tres millones de usuarios. Además, tienen 3.000 buses (de los 6.500 que hay) y 114 rutas (de 265). Si no se supera la reorganización, sumada a la reciente liquidación de Coobús y Egobús, la estabilidad del transporte público en Bogotá estaría en riesgo.

Los ingresos no dan para cubrir las multimillonarias deudas, que sumaban en conjunto $3,5 billones con los bancos y casi $90.000 millones con los proveedores. Aún se espera que la administración dé a conocer detalles del plan para tratar de sacar de la crisis el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), en el que están trabajando desde el año pasado. (LEA: Nueve noticias para entender la crisis del SITP en Bogotá)

 

Por Alexánder Marín Correa (jamarin@elespectador.com)

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