Patios y grúas, el negocio del medio billón

Será una operación multimillonaria en los próximos 10 años. Podría recaudar $456.488 millones, de los cuales $80.341 millones serán para el Distrito. El nuevo esquema empezaría en abril de 2018.

Alexánder Marín Correa - Felipe García Altamar (jamarin@elespectador.com - fgarcia@elespectador.com)
26 de septiembre de 2017 - 03:33 a. m.
Con la actual concesión, el Distrito recibe el 39 % del recaudo. Con la nueva, será el 17,6 %. / Archivo
Con la actual concesión, el Distrito recibe el 39 % del recaudo. Con la nueva, será el 17,6 %. / Archivo
Foto: DAVID CAMPUZANO

Está en marcha la licitación para seleccionar al nuevo operador del servicio de grúas y patios de la ciudad, que debe estar definido antes del 31 de marzo de 2018 para reemplazar al actual concesionario. Será un contrato a 10 años y aunque el monto es indeterminado, al revisar las cifras históricas y las proyecciones de la Secretaría de Movilidad, es un negocio en crecimiento, si se tiene en cuenta el aumento del parque automotor y de los controles en las vías.

Para tener una idea, entre 2012 y 2016 la operación de grúas pasó de 92.156 servicios al año a 120.451; el de patios, de 84.803 a 106.805 (carros públicos y privados), y el recaudo, de $17.327 millones a $24.427 millones. Para los próximos 10 años, según un estudio del Distrito, la proyección es más alentadora: hasta 2028 se espera un recaudo de $456.488 millones. Aunque hasta el año pasado la secretaría de Movilidad proyectaba recibir de esa gran torta al menos $197.000 millones, las exigencias de la nueva licitación modifican el cálculo. Ahora serán $80.341 millones (17,6 % de los ingresos), mientras el contratista se quedaría con $376.146 millones.

Este cambio se explica al conocer cómo funciona y cómo funcionará la nueva concesión. El sistema actual opera bajo dos esquemas: la inmovilización de carros de servicio público (en 2016 fueron 18.088) la opera el Distrito y a sus arcas llega el 77 % del recaudo. En el caso de los particulares (88.717 en 2016), está a cargo de un privado y del recaudo, el 39 % es para la administración. Ahora, ambos servicios estarán en manos de un privado y del recaudo la ciudad recibirá el 17,6 %.

Este golpe a las finanzas radica en una situación específica: fuera de que el nuevo operador tendrá que mejorar la tecnología y el servicio, ya no contará con lotes públicos para operar. La licitación establece que tendrá que conseguir por su cuenta los parqueaderos para prestar el servicio. La razón es que Movilidad no tiene terrenos y los que explotaron los privados por 14 años son del IDU, que los reclamó para construir la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO).

Si bien la Secretaría contempló adquirir predios para seguir con el actual esquema y mantener una mejor posición en la repartición del recaudo, era una inversión costosa. En la ciudad hay pocos lotes para estas actividades y adquirir uno similar al patio de Álamos, de casi 50.000 metros cuadrados, costaría casi $80.000 millones. Por eso, decidió disminuir su participación en el recaudo y dejar que el nuevo concesionario consiga tres sitios de inmovilización, para acortar las distancias que deben recorrer las grúas.

Para el secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo, el asunto de los predios no es algo que le preocupe y la urgencia va más allá de tener que entregar los lotes al IDU en seis meses. Lo clave, dice, es modernizar el servicio, que hoy se presta en sitios mal acondicionados, improvisados y que no ofrecen buena atención a los bogotanos.

La tarifa

Con el cambio, la licitación también modificará las tarifas. El infractor hoy paga los días que su carro está inmovilizado un valor que disminuye con los días. Para un automóvil, por ejemplo, comienza en $64.500 y baja hasta $2.300, luego de dos meses. Con el nuevo sistema, la tarifa será baja los primeros dos días y se duplica a partir del tercero. El impacto es notorio. Hoy, dejar su carro siete días en los patios, cuesta $279.000. A partir de abril de 2018, costará $560.000. Los que sentirán el mayor alivio serán los motociclistas (los que más inmovilizan), pues la tarifa los primeros dos días será $11.600. Sin embargo, a partir del tercer día se le cuadruplicará.

El cambio tiene su lógica. Según el secretario de Movilidad, la idea es que el propietario recupere su carro lo antes posible y acabar con el abandono de vehículos. Una ganancia adicional para la administración es que los conductores paguen más rápidamente sus multas por infracciones de tránsito.

Aunque la modificación plantea beneficios para los que corran a recuperar su carro, para el operador también será una ventaja logística y económica. Al menos, es lo que se concluye al hacer cuentas con la cantidad de automotores que se inmovilizaron en 2016. Por 96.869 vehículos, que estuvieron en los patios entre 1 y 6 días, se recaudaron $7.100 millones. Con las nueva tarifa hubiera sido $8.780 millones (23 % más).

Con la reducción a los motociclistas, el operador sentirá un fuerte golpe, ya que representan el 56 % del negocio. Por las 56.113 motos que se inmovilizaron el año pasado, recaudaron $3.138 millones. Con la nueva tarifa hubiera recaudado $2.165 millones. No obstante, esa reducción se compensará con el cobro a otros vehículos. Mientras por los 18.566 automóviles inmovilizados se recaudaron en 2016 casi $1.770 millones, con la nueva tarifa se hubieran recaudado $2.290 millones.

Desde el Concejo ya se escuchan las primeras críticas. Gloria Díaz y Jairo Cardozo (Partido MIRA) rechazaron el aumento en las tarifas y solicitaron al Distrito que garantice la prestación de un excelente servicio para justificar el alza. También le pidieron tener en cuenta que, así se presente el alza como una estrategia para retirar rápidamente los vehículos, es casi imposible hacerlo en solo dos días, debido a las eternas colas en el centro de pago. Por su parte, Julio Acosta (Cambio Radical) fue más crítico y aseguró que el aumento va en contra de los intereses de los ciudadanos y es un ataque directo al bolsillo de los usuarios. “Si por alguna razón toca dejar un vehículo en los patios uno o dos meses, será más barato comprar otro”.

Más tecnología

Todo este cambio irá acompañado de nuevas tecnologías. Cuando entre en vigor el actual esquema, se espera que los usuarios cuenten con una plataforma en la que sabrán dónde está su vehículo desde el momento de la inmovilización. Asimismo, podrán consultar los pasos para recuperarlo y pagar en línea el valor del retiro, simplificando los engorrosos trámites.

Las grúas también tendrán nueva tecnología, al contar con ubicación satelital y cámaras para grabar los procedimientos. El nuevo esquema trae un reto adicional: ¿qué hacer con 17.000 carros que sus dueños nunca sacaron de los patios? Para disminuir esa carga, el plan es declararlos en abandono y hacer una primera venta de 3.000 de ellos antes de finalizar el año.

El proceso de licitación avanza según el cronograma. Si los tiempos se cumplen, el 15 de diciembre estará definido el nuevo operador, que se encargará de acondicionar los nuevos patios de la ciudad, con el enorme reto, no sólo de ajustarlos a los parámetros ambientales y de urbanidad, sino también de desplegar un nuevo sistema, que será para cualquiera un gran negocio.

Por Alexánder Marín Correa - Felipe García Altamar (jamarin@elespectador.com - fgarcia@elespectador.com)

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