Pediatras se quejan por traslado de unidad neonatal del Hospital Simón Bolívar

El plan de pasar la unidad de neonatos del Hospital Simón Bolívar al de Suba ya generó reacciones. Aunque los pediatras dicen que su unidad, que es pública, pasará a manos de un privado, el secretario de Salud dice que eso será temporal.

Alexánder Marín Correa
03 de febrero de 2017 - 12:10 a. m.
 Pediatras del hospital Simón Bolívar cuestionan la decisión del Distrito de trasladar su unidad de neonatos a Suba.
Pediatras del hospital Simón Bolívar cuestionan la decisión del Distrito de trasladar su unidad de neonatos a Suba.

El Distrito avanza en la reorganización de la red pública de hospitales, que define como un paso importante para mejorar los servicios de salud en Bogotá. Sin embargo, el proceso no ha sido ajeno a las críticas. La más reciente la hizo el equipo de la unidad de ginecobstetricia y neonatos del Hospital Simón Bolívar. Su directora, la pediatra Luz Astrid Celis, dice que la administración pretende trasladar su unidad, que es pública y presta servicios de tercer nivel, al hospital de Suba (de II nivel), donde ni siquiera hay equipos propios y el servicio lo presta un privado. (LEA:“Acabaremos las autorizaciones en Capital Salud”: secretario de Salud)

El reclamo lo hicieron a través de una carta, en la que resaltan los servicios que prestan en el Simón Bolívar: nueve camas de cuidado intensivo, nueve de cuidado intermedios, 16 básicas y área para partos de cualquier complejidad, atendidos por pediatras especializados en neonatología, neumología, neuropediatría, oftalmología, infectología, fisiatría, cardiología y cirugía. Esto sin contar la formación de médicos en el posgrado de pediatría y en la subespecialización de neonatología. “Brindamos atención integral y de alta calidad a los recién nacidos de alto riesgo y a madres de estratos I y II del sector nororiental de la ciudad”. (LEA: Así quieren reorganizar la red de hospitales de Bogotá)

Por eso cuestionan el plan de trasladar una unidad consolidada a un hospital como el de Suba, que no tiene suficiente personal ni la infraestructura. “Mientras nosotros hemos hecho grandes inversiones para tener una de las mejores unidades públicas de Bogotá, que es productiva y que reinvierte en mejorar la calidad del servicio, quieren concentrar todo en una institución donde los servicios son subcontratados”, advierten los médicos.

Por eso se atreven a asegurar que con el traslado se estaría vulnerando el derecho a la salud de embarazadas y de recién nacidos del sector nororiental al obligarlos a ir más lejos para acceder al servicio. “Imagínese una madre, de escasos recursos, con un embarazo de alto riesgo, que viva en El Codito y tenga que ir hasta Suba. Con eso estarían poniendo en riesgo su vida y la de su hijo. Su atención es prioridad en los programas de salud pública, tiene alto impacto y hay condiciones en los pacientes que no darían espera a un desplazamiento tan grande”, manifestó Celis.

Seguiremos adelante

Ante el reclamo de los pediatras, Luis Gonzalo Morales, secretario de Salud, hizo varias aclaraciones. Aunque reconoció que por ahora el Hospital de Suba no cuenta con unidad ni con equipos propios, como lo dijeron los médicos, y que los servicios de ginecobstetricia y neonatología efectivamente los presta un privado, el plan es terminar con ese contrato de manera gradual para que todo el servicio sea público.

Indicó que la idea no es acabar la unidad pública de neonatos del Simón Bolívar, sino trasladarla. “Cuando tengamos todo consolidado en Suba, ya no tendremos que seguir subcontratando. Debo ser claro con que el contratista no va a desaparecer de la noche a la mañana, porque debo garantizar el servicio mientras avanza este proceso”, agregó.

Explicó que ese es un contrato que lleva casi nueve años, situación que, según él, se va a corregir. “Eso lo vamos a cortar, pero debe ser de forma gradual. No puedo decirle a ese contratista que le termino hoy el contrato y ya, porque me deja el servicio en el aire. Precisamente lo que queremos es que los profesionales de la unidad del Simón Bolívar asuman gradualmente la operación de este servicio. No tenemos ningún interés en dejar al privado operando el servicio público”.

Sobre el traslado, aclara que hace parte del plan de especializar hospitales en algunos servicios, algo que no quiere decir que la ciudad vaya a reducir camas. “Es más, la idea es incrementar la cobertura. Además, el traslado de la unidad del Simón Bolívar a Suba no quiere decir que se acabe la atención ambulatoria en ese hospital. En principio, lo seguirán haciendo hasta que podamos cubrir el servicio con los nuevos Centros de Atención Prioritaria (CAP). Más adelante, como es el proyecto, el Simón Bolívar también lo vamos a especializar en quemados y trauma”, puntualizó Morales.

¿Por qué llevar la unidad de neonatos a Suba? Fue enfático en que no es una decisión caprichosa, sino que obedece a un estudio complejo. “Esa es la localidad del norte que tiene la mayor cantidad de población subsidiada. Por ejemplo, mientras el año pasado Suba atendió casi 3.800 partos, en el Simón Bolívar fueron 1.400. En esa localidad es donde tenemos la mayor demanda y una capacidad hospitalaria insuficiente. El que traslademos el servicio hospitalario especializado no debe ser una barrera para el acceso al servicio. Las consultas ambulatorias se seguirán prestando en las CAP, pero para ser hospitalizado nadie llega a pie”.

Insistió en que, a pesar de la alerta de los pediatras, el hecho de que la unidad de neonatos y pacientes de alto riesgo funcione en Suba o el Simón Bolívar no puede afectar el servicio. “Estamos apostando por tener una infraestructura más amplia y con mayor capacidad para atender toda la demanda de cada subred en un solo lugar. Ya no vamos a tener servicios especializados fragmentados, sino concentrados en un solo lugar, como haremos con las unidades de pediatría. Bogotá tendrá cuatro hospitales especializados en temas pediátricos, uno por cada subred”.

El secretario señaló que todo eso se los explicaron en una reunión a los pediatras y se les aclaró que el proceso será gradual, como se viene haciendo con los hospitales de Kennedy y El Tintal, donde se están adecuando los espacios y la infraestructura. “Nosotros vamos a seguir con nuestro plan. Y si los pediatras nos ayudan y no nos bloquean el proceso, en junio podríamos estar terminando. Pero si siguen poniendo problema porque ahora tendrán que trabajar más lejos, será un poco más complejo. Sin embargo, vamos a seguir adelante”.

Por Alexánder Marín Correa

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