Los candidatos presidenciales hicieron su tarea en Bogotá, y en segunda vuelta, como era de esperarse, aumentaron su votación al conquistar parte del electorado que quedó libre tras la primera vuelta. Sin embargo, pese a que las mayorías fueron consistentes en mantener una distancia con la derecha y especialmente con el uribismo, al final los resultados de la capital no fueron determinantes como en otras oportunidades y fueron las regiones las que, en esta ocasión, desequilibraron la balanza.
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Desde la primera vuelta estaba marcada una tendencia en la capital. Si bien el ganador en su momento fue Sergio Fajardo, al superar con suficiencia a sus contrincantes, el exalcalde de Bogotá Gustavo Petro demostró que la capital seguía siendo uno de sus principales fortines políticos al obtener la segunda mayor votación y al tomarle una ventaja a Iván Duque de 100 mil votos.
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Este domingo, durante la segunda vuelta presidencial, esa distancia se ratificó en las urnas. Si bien se triplicaron el voto en blanco y los votos nulos, Petro le ganó a Duque el pulso por conquistar a los electores que apoyaron inicialmente a los tres candidatos que quedaron fuera de contienda (Fajardo, Vargas Lleras y De la Calle). Al final conquistó dos de cada tres de esos votos que quedaron libres, logrando casi 800 mil votos más, de los que obtuvo en la primera vuelta, alcanzando casi 1,9 millones.
Y a pesar de este resultado y de haber superado por casi 500 mil votos al candidato del uribismo (que pasó de 990 mil votos en primera vuelta a 1,5 millones en segunda), esto no fue suficiente. La amplia ventaja que Duque le sacó a Petro en otras regiones del país fue suficiente para hacerse inalcanzable en el escrutinio final, donde le sacó a Petro casi dos millones de votos de diferencia.
Eso sí, vale aclarar que, pese a que entre el electorado de la capital se mantiene una tendencia de centro-izquierda, como se ha visto reflejado en las últimas elecciones, al analizar el panorama político, partido por partido, el Centro Democrático se viene consolidando como una fuerza en crecimiento. Así lo demuestran los 1,5 millones de votos que logró en Bogotá el nuevo presidente.
Por ahora, con el triunfo de Iván Duque, uno de los ganadores es el actual alcalde de la ciudad, Enrique Peñalosa, quien sabe que sus principales proyectos (como el metro elevado y la ampliación de la red de troncales de Transmilenio) contarán con todo su respaldo. Las fuerzas de Petro y del Centro Democrático se medirán de nuevo el próximo año, cuando llegue el momento de elegir al próximo alcalde de la ciudad.
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