Por una movilidad moderna y sostenible en Bogotá

Son varios los retos del Distrito para mejorar la percepción de la ciudadanía sobre el tráfico de Bogotá. Nuevas tecnologías, obras y gestión de actores viales son el propósito del sector movilidad para cumplir la tarea de este último año.

Felipe García Altamar / fgarcia@elespectador.com / @FelipeAltamar
04 de enero de 2019 - 03:00 a. m.
Un 61 % de los ciudadanos sienten que sus recorridos habituales toman más tiempo, según la encuesta de percepción de 2018.  / Archivo particular
Un 61 % de los ciudadanos sienten que sus recorridos habituales toman más tiempo, según la encuesta de percepción de 2018. / Archivo particular
Foto: Gabriel Aponte / El Espectador - Gabriel Aponte

Por estos días, la movilidad en Bogotá es perfecta. Hay pocos vehículos, ocurren menos incidentes viales, el transporte público fluye y los recorridos son cortos y rápidos. No obstante, el próximo puente festivo, en el que regresará la mayoría de capitalinos que recibieron el año en otras ciudades, vuelve uno de los principales dolores de cabeza de la Alcaldía: pensar cómo articular las políticas públicas para tener contentos a todos los actores viales.

El dolor de cabeza no es solo para la administración. El tema de la movilidad es uno de los que más preocupa a los ciudadanos, pues un 61 % considera que sus tiempos de viaje aumentaron; el 55 % de los usuarios de Transmilenio (TM) y el 41 % de usuarios del SITP creen que el sistema empeoró, y cada vez hay menos usuarios de transporte público y más vehículos particulares, gente caminando o buscando alternativas como la bicicleta o el transporte compartido, de acuerdo con la más reciente encuesta de percepción ciudadana del programa Bogotá Cómo Vamos.

Es por esto que el último año de gestión de la administración Peñalosa será clave, pues serán doce presurosos meses en los que todo el sector —Secretaría de Movilidad, TM e Instituto de Desarrollo Urbano (IDU)— deberá consolidar su propuesta para mejorar la calidad de los viajes en la ciudad y, de paso, la calidad de vida de la ciudadanía.

Como solo resta un año, hay temas prioritarios y otros que quedarán de tarea para el próximo alcalde. Los expertos en el asunto coinciden en que entre esos temas urgentes están la seguridad vial, las motocicletas y la sostenibilidad y calidad del transporte público. De acuerdo con Ricardo Montezuma, Ph.D. en urbanismo y movilidad, “uno de los principales retos es la protección de la vida. Todavía hay muchos muertos por accidentes viales pese a que esta administración ha hecho cosas buenas para dejar que crezcan las cifras”.

En esto coincide Néstor Sáenz, consultor en sistemas de transporte, quien cree que la seguridad vial podría mejorar con la estrategia de fijar un límite de 50 km/h para las vías principales. No obstante, considera que el trabajo debe enfocarse más en la socialización, especialmente de los motociclistas. “Hay que hacer un trabajo de mucha concientización de los conductores que incluya a todos los actores. Los motociclistas, que son las principales víctimas, no cumplen con el comportamiento de control de velocidad y siguen circulando en zigzag. Eso implica un fuerte trabajo en cambio de comportamientos con los diferentes actores viales”.

Que las motos son uno de los principales conflictos de la movilidad también es una de las premisas de Fernando Rojas, magíster en gestión urbana. “Hay deuda con las motos. Siguen creciendo sin dios ni ley por la ciudad y no hay estrategia para vincularlos a las políticas de la ciudad”, opina al respecto. No obstante, para Rojas el mayor reto en este 2019 es rescatar el sistema de transporte masivo. “TM tiene desafíos gigantes: integrar y poner en marcha el 100 % del sistema, renegociar los contratos, definir salidas con el servicio provisional y buscar cómo seducir a los usuarios de TM, pues aún hay problemas de frecuencias, hacinamiento e inseguridad”.

Por último, el director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional, José Stalin Rojas, considera que uno de los ejes de la gestión de este último año debe ser la infraestructura para el transporte público y privado. “Quedan amarradas algunas troncales, pero hay que seguir construyendo líneas de TM y, sobre todo, ciclorrutas. También se puede mejorar la calidad de los viajes ampliando los accesos a la capital, especialmente en el norte, el sur y el occidente por la calle 13”.

TM: A renovar el transporte público

Nuevos buses. Ese será el concepto en torno al cual girará gran parte de la gestión de TM durante este año. A mediados de 2019 empezarán a llegar los 1.441 buses (741 a gas y 700 a diésel) que renovarán las fases más antiguas del sistema, correspondientes a los portales del Norte, Tunal, Suba, Calle 80, Usme, y Américas.

Los buses que entrarán en operación, en su mayoría, son biarticulados (964, frente a 477 articulados), por lo que la renovación del sistema implica todo un revolcón, ya que se deben finalizar los contratos actuales, revertir los patios y ampliar 45 estaciones.

El objetivo también incluye nuevos buses para el SITP y el fin del esquema provisional, para impactar en la sostenibilidad del sistema. Por eso, este año se abrirán las licitaciones para seleccionar los operadores de las zonas de Suba, Perdomo y Fontibón, que dejaron de cubrir Egobús y Coobús, los operadores que ya fueron liquidados.

Con los buses listos, la estrategia para innovar el sistema de transporte será una reingeniería en SITP y TM, que consiste en diseñar de nuevo la operación bajo los nuevos parámetros de infraestructura y flota. Este año, el Distrito espera implementar el 68 % de la reingeniería de TM y el 25 % del SITP.

Otro de los objetivos para reducir el hueco fiscal es disminuir la evasión. Para lograrlo, se diseñó un plan basado en tres aspectos. El primero es la fiscalización, que adelantan 600 hombres de la Policía Metropolitana por medio de comparendos. El segundo es la infraestructura, que busca determinar una tecnología adecuada para el sistema. El tercero es la cultura ciudadana, con campañas en estaciones y portales.

Finalmente, la meta del sistema para este último año será que inicie la construcción de las nuevas troncales (carrera Séptima, Av. 68 y Av. Ciudad de Cali, y la extensión de la Caracas), para las que ya se tienen recursos amarrados.

Secretaría de Movilidad: cuidar vidas y modernizar servicios>

La Secretaría de Movilidad enfocará en dos temas su propósito de este año. El primero es la seguridad vial, que pretende seguir mejorando con la implementación del programa Visión Cero, con el que tienen el objetivo de salvar 58 vidas, por lo menos, y que haya cero niños muertos en las vías. Así las cosas, pese a los reproches continuará la estrategia de corredores seguros, que limita a 50 km/h la velocidad en grandes avenidas, y se instalarán cámaras en 170 puntos estratégicos.

El segundo gran plan de movilidad es lograr la modernización de importantes servicios para la ciudad, como los taxis, los semáforos o los estacionamientos. Para este año, la idea es lograr la implementación total del sistema de “taxis inteligentes”, para lo que se requiere corregir errores de procedimiento y expedir de nuevo una de las resoluciones que dieron vida a la modernización.

Por otra parte está el objetivo de modernizar la gestión vehicular. Para eso, se pretende completar la renovación del 80 % de los semáforos inteligentes y afianzar la cultura ciudadana con diversas campañas. Además, se invertirán más de $50.000 millones en señalización, demarcación e instalación de barreras de contención vehicular.

El sistema inteligente de estacionamientos es otra de las prioridades de movilidad, que busca crear más de 13.000 cupos con los que se recuperaría el espacio público. El nuevo sistema de estacionamiento, además, se convertiría en una nueva fuente de financiamiento para lograr la sostenibilidad del sistema integrado de transporte público. Bajo esta premisa, también habrá más espacio para los buses azules y se implementarán carriles preferenciales en la Av. Boyacá, la calle 63, la carrera 13 y la Av. Villavicencio.

Por otra parte, el Distrito pretende aumentar los kilómetros recorridos en bicicleta, para lo que ampliará la red de ciclorrutas a 583 km (hoy son 500 km) y mejorará temas como la señalización y demarcación. También espera desincentivar el hurto de bicicletas con un nuevo sistema de registro, que espera llegar a más de 20.000 ciclistas inscritos y más de 11.000 stickers entregados.

Esta administración, por último, dejará más de 2.000 km de malla vial mejorada y un programa para conservar las vías rurales.

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Por Felipe García Altamar / fgarcia@elespectador.com / @FelipeAltamar

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