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Preocupa violencia en las afueras de colegios

Mientras se reduce el acoso en las aulas relacionado con inclinación sexual, los casos de consumo de drogas, pandillismo, riñas y violencia sexual se incrementan.

Verónica Téllez Oliveros
13 de marzo de 2014 - 04:22 a. m.
Colegio Atenas, donde 17 estudiantes se intoxicaron el viernes.  / El Espectador
Colegio Atenas, donde 17 estudiantes se intoxicaron el viernes. / El Espectador

Ayer no hubo clases en los colegios públicos Carlos Albán y Fernando Mazuera, en Bosa. El Escuadrón Móvil Antidisturbios fue enviado nuevamente a hacer presencia alrededor de los planteles porque aún había muchachos rondando frente al colegio Carlos Albán, luego de la batalla campal que se vivió en la tarde del lunes entre estudiantes de ambas instituciones educativas.

La cita para la pelea afuera de los colegios fue programada por los propios estudiantes en las redes sociales. Los jóvenes rompieron vidrios de locales comerciales de la zona y agredieron a padres de familia y policías. Al final, 16 jóvenes fueron judicializados por daño en bien ajeno y 25 enviados a comisarías de familia, según datos de la Policía. Casos como este son los que más preocupan a la Secretaría de Educación en lo que respecta a la violencia en los colegios distritales de la ciudad.

En los próximos días la secretaría presentará el informe anual del Sistema de Alertas Tempranas (SAT), en el cual hay dos conclusiones que resumen en buena parte el panorama de las agresiones en los colegios: “La capital por fin comenzó a disminuir los casos de violencia y acoso dentro de los planteles educativos, pero los factores del entorno de las instituciones empiezan a agravar la situación”, dice Ariel Ávila, asesor de la entidad distrital en este tema.

En general, el estudio del SAT indica que el problema de agresiones dentro de las escuelas está, de alguna manera, controlado. Sin embargo, los problemas de pandillismo, consumo de drogas, violencia sexual, riñas y otro tipo de situaciones fuera de las aulas están sumando en las estadísticas del Distrito. Ayer la Policía desmanteló 12 ollas que operan en San Cristóbal y que utilizaban conexiones para expender “bichas” a las afueras de los colegios.

Entre los datos que se presentarán en los próximos días se incluyen las cifras de agresiones reportadas por los colegios al SAT, que pasaron de cerca de 2.600 en 2012 a 2.800 en 2013. Esto teniendo en cuenta que se trata de casos que van desde un enfrentamiento verbal hasta conductas suicidas o matoneo escolar.

El capítulo de violencia sexual da cuenta de una escalofriante realidad: la mayoría de casos (el 70%) se están presentando en el hogar y sus responsables son padrastros, tíos y primos. En 2013 se reportaron algo más de 300 casos en el SAT.

En general, el balance del tema de violencia escolar es “agridulce”, dice Ávila. Pese a que preocupan los casos fuera del aula, uno de los logros importantes ha sido la reducción de casi 50% en la agresividad y el acoso escolar relacionado con “la preferencia sexual, la etnia a la que pertenecen los estudiantes o su situación económica”, señala el investigador.

En cuanto al matoneo escolar, se ha mantenido estable. Ávila cuenta que en 2012 se reportaron 186 casos, mientras que en 2013 fueron 194. Las agresiones entre estudiantes y docentes bajaron casi 4 puntos porcentuales.

Una de las estrategias que adelanta la secretaría es la del equipo de Respuesta Integral a la Orientación Escolar (RIO), que presta apoyo a los colegios en el manejo de situaciones críticas, por medio de nueve móviles con profesionales en trabajo social, por ejemplo, encargados de atender los llamados que hacen los colegios de las localidades de la ciudad.

Ayer, una de estas unidades estaba en el colegio Atenas, en la localidad de San Cristóbal, asesorando a las directivas luego de que 17 estudiantes del grado octavo resultaran intoxicados por consumir una mezcla de gaseosa y alcohol industrial en la celebración del Día de la Mujer. Dos jóvenes fueron los encargados de llevar la bebida para una actividad de “compartir” que se realizó en el salón de clases. Hasta el momento no se sabe si los jóvenes que llevaron la bebida lo hicieron como una broma o tuvieron intención de hacer daño a sus compañeros. En el Hospital San Blas fueron hospitalizados 11 niños, de los cuales dos salieron el lunes y los restantes se recuperan en el centro de salud. De momento ninguno ha perdido la visión ni está en estado de coma, aclaró la rectora del colegio, Martha Molina.

vtellez@elespectador.com

@VeronicaTellez

Por Verónica Téllez Oliveros

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