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Además de 198 especies endémicas de Colombia, 19 de las cuales son exclusivas del Parque Nacional Natural Chingaza, se encontraron 247 nuevos registros para Colombia y siete hallazgos sin precedentes en el planeta, correspondientes a los géneros Cyrtochilum, Epidendrum, Lepanthes, Plutarchia y Schefflera.
Estos y otros datos están incluidos en el libro Los colores del páramo de Chingaza, en el cual se presentan cerca de 420 especies de plantas de las 853 que habitan este Parque, el cual tiene jurisdicción en 11 municipios de Cundinamarca y Meta, con una extensión aproximada de 76.600 hectáreas.
La publicación es el resultado de los trabajos de docencia, investigación y extensión adelantados por profesores y estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia durante los últimos seis años.
La guía está encaminada a orientar a lectores especializados o no, gracias a la selección de más de 2.000 fotografías que brindan información sobre las plantas con flores que habitan en el Parque Nacional Natural Chingaza.
“Conservar los recursos naturales depende en buena medida de que cualquier persona pueda acercarse al conocimiento de su entorno, y este libro inédito constituye una herramienta muy útil para alcanzar dicho propósito”, subraya el profesor Julio Betancur, encargado del proyecto.
Nuevas especies
Aunque las zonas de páramo suelen asociarse con climas muy fríos y condiciones inhóspitas, caracterizados por tener una vegetación de frailejones, estas también albergan otros grupos de plantas como las puyas, los pastos y otros representantes típicos de familias que solo se encuentran en este ecosistema.
Ya que el 80 % del agua que se consume tanto en Bogotá como en los municipios vecinos y otros ubicados en la región de la Orinoquia proviene del páramo de Chingaza, conservar y conocer las especies que almacenan y liberan el recurso hídrico resulta de vital importancia para las comunidades que habitan esta región.
Resultados asombrosos
El hallazgo de 853 especies constituye un resultado asombroso, y esto explica que un tercio de los registros representan una novedad para las autoridades ambientales, ya que no se tenía conocimiento de la existencia de estas plantas en este Parque Nacional.
El trabajo de identificación comienza con la recolección de muestras durante recorridos que pueden tardar hasta tres días, como en el caso de los Farallones de Medina. De vuelta a la ciudad, el material se registra en el Herbario del Instituto de Ciencias Naturales de la U.N.
Puesto que los ecosistemas de páramo son regiones desarboladas, la mayoría de las plantas que se encuentran a lo largo de los distintos recorridos son de porte bajo, con alturas de 4-5 m, además de otras que no sobrepasan los 50 cm.
“El registro comprende la caracterización morfológica de las plantas (tallos, hojas, flores o frutos), las cuales se deben secar en hornos para preservarlos”, detalla el docente. El proceso se acompaña tanto de un profuso registro fotográfico como de la conservación de tejidos en geles especiales y flores sumergidas en alcohol.
Publicación para todo público
El libro está organizado a partir del sistema de clasificación del Angiosperm Phylogeny Group (APG), aceptado hoy para plantas con flores o angiospermas, y en el que se establecen 40 órdenes que abarcan 462 familias, dentro de las que se encuentran múltiples especies.
“Mientras que las puyas y los cardones (o cardos) pertenecen a la familia de las bromeliáceas, los pastos forman parte de las gramíneas; los frailejones son plantas del género Espeletia, de la misma familia del girasol, la margarita y la guasca”, explica el investigador.
Por su carácter pedagógico, el libro contempla un capítulo destinado a la descripción de los órganos principales de las plantas –clases de tallo, hojas, flores y fruto, entre otros– con sus respectivas características, acompañados de fotografías ilustrativas para cada caso.
“Este libro puede ser consultado por todo tipo de públicos, desde niños preescolares hasta estudiantes universitarios, puesto que la cantidad de imágenes e información resulta muy atractiva para cualquier persona”, destaca el docente.
Los colores del páramo de Chingaza forma parte de la serie Guías de Campo, del Instituto de Ciencias Naturales de la U.N., y su publicación fue posible gracias a Parques Nacionales Naturales de Colombia, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, y las secretarías distritales de Ambiente y Planeación.