Proyecto busca descontaminar agua de zona rural de Chapinero con cáscaras de mangostino

Investigadores de la Universidad Piloto de Colombia trabajan en la fabricación de un carbón activado que sirva para retener exceso de aluminio y concentrar el cloro necesario para purificar el agua de suministro para cuatro barrios.

-Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
16 de agosto de 2019 - 01:54 a. m.
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Con el fin de mejorar la calidad del agua de suministro para los barrios San Luis, San Isidro I y II y La Sureña, ubicados en zona rural de la localidad de Chapinero, un grupo de investigadores del programa de ingienería civil de la Universidad Piloto de Colombia se encuentran desarrollando un proyecto integral con utilizando cáscaras de mangostino.

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Se trata de la fabricación de un carbón activado a base de este elemento, que sirva para la retención de aluminio en exceso en las aguas, y que además garantice una concentración de cloro en el agua que cumpla con las condiciones para el uso de al menos 14.000 habitantes de esta zona. 

El estudio que adelantan indica que quienes habitan en los cerros orientales, en el sector del kilómetro 5 de la vía La Calera, no cuentan con disponibilidad de agua de la Empresa de Acueducto de Bogotá (EMB) que surte a la capital, sino del acueducto Acualcos.

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Según la investigación, las aguas son captadas en la parte alta del Río Teusacá, desde donde se conduce hasta la planta de tratamiento. Sin embargo, los investigadores detectaron que el área ha sido altamente intervenida y urbanizada, a pesar de que existe un proceso natural de restauración ecológica, siendo una zona de reserva forestal, lo que ha conducido a que la disponibilidad de agua no satisfaga la demanda actual de la población en crecimiento.

Debido a esto, con el interés de mejorar el servicio de agua potable, se adelantan procesos de tratamiento que inciden en la variación de la concentración de aluminio, que, en ocasiones, está fuera de los parámetros establecidos por la norma. Adicionalmente, los investigadores aseguran que la red de distribución, construida hace más de 30 años por la propia comunidad del sector, no aporta a garantizar la calidad de este servicio, pues los materiales utilizados en la época afectan la concentración del cloro libre que permite tener un agua limpia y segura para los habitantes.

El programa de ingienería civil de la institución señaló que con el proyecto de las cáscaras de mangostino, se pretende contribuir en las rutas de solución a dichas problemáticas en comunidades con altas necesidades de disponibilidad de agua y saneamiento básico. 

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