¿Qué pasa con la sangre que se dona?

Los primeros meses del año suelen bajar la oferta y las reservas, por lo que esta semana el Distrito hace un llamado a la ciudadanía para que done.

-Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
04 de enero de 2019 - 03:00 a. m.
 Una persona puede donar 450 mililitros de sangre, que equivalen al 10 % del volumen total en un humano. / AFP
Una persona puede donar 450 mililitros de sangre, que equivalen al 10 % del volumen total en un humano. / AFP

Durante todo el año se mantienen activas las campañas que invitan a la ciudadanía a donar sangre. No es para menos, en tan solo los primeros 10 meses de 2018 la Secretaría de Salud recibió 217.128 donaciones, las que se utilizan especialmente en casos de heridos por accidentes, cirugías y enfermedades, como anemia y cáncer, en que las unidades en muchas ocasiones se quedan cortas ante la alta demanda.

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Para esta época del año la oferta disminuye mucho más. La temporada de vacaciones hace que los donantes disminuyan y afecten la reserva de sangre, por lo que esta semana, el Distrito habilitó 16 puntos en la ciudad para que los ciudadanos se acerquen a donar. El proceso no dura más de media hora y solo se extraen 450 mililitros de sangre, que equivalen al 10 % del volumen que tiene en el cuerpo.

“Queremos hacer reservas para cumplir si se presenta alguna emergencia en Bogotá u otros sitios del país donde requieran nuestros componentes. La idea es que se tenga ese acto altruista y de solidaridad con la ciudadanía”, dijo Sonia García, directora del banco de sangre del Instituto Distrital de Ciencia, Biotecnología e Innovación en Salud (Idcbis).

Pero, ¿qué ocurre con la sangre que es donada?

Al ser recolectadas, las unidades no solamente son almacenadas en los bancos para su uso. Tras las primeras pruebas, la sangre comienza un proceso en el que se separa el plasma, las plaquetas y los glóbulos rojos. Estos últimos son los más solicitados y utilizados para las transfusiones de sangre por accidentes, cirugías o casos de anemia.

Luego cada uno de estos componentes pasan por pruebas de calidad. En el caso del plasma, todos aquellos que no sean transparentes son desechados. 

Cada uno de estos componentes es almacenado de una forma diferente, mientras que los glóbulos rojos deben estar a cuatro grados centígrados, el plasma debe estar bajo cero y las plaquetas en constante movimiento, por lo que están almacenadas en compartimientos especiales.

Posteriormente se hacen las pruebas correspondientes para determinar que la sangre no contenga elementos patógenos que puedan afectar a las personas que reciban la donación. En estas se descarta la presencia de enfermedades de transmisión sexual, así como la hepatitis. En caso de que se encuentren irregularidades en la sangre se da esta información a las EPS para que tomen las acciones pertinentes.

Por último viene el proceso de entrega. En el caso del banco de sangre del Distrito se surte especialmente a la red pública, pero debido a la alta demanda también se entrega sangre al sector privado, siendo la Fundación Cardioinfantil, Hospital San Ignacio, Instituto de Cancerología y el Hospital de la Misericordia los de mayor demanda junto con los centros de atención de El Tunal, Simón Bolívar y Santa Clara, de las subredes distritales.

Aunque se requieren donaciones de todos los grupos sanguíneos, son de especial prioridad en Bogotá los del grupo O, ya que las unidades del tipo negativo pueden ser administradas a personas de cualquier otro grupo (A, B y AB), mientras que al positivo pertenece el 50 % de la población. El llamado del Distrito busca cubrir las reservas de la capital.

Por -Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com

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