Radiografía del paseo millonario, un delito de miedo

Los casos registrados en 2017 indican que este flagelo no siempre se denuncia como secuestro, sino como un hurto y, además, no sólo ocurre a bordo de taxis, sino también en vehículos particulares. Chapinero es la localidad más afectada.

Redacción Bogotá.
07 de junio de 2017 - 02:26 a. m.
Entre enero y abril de 2017 se registraron 13 hurtos con escopolamina a bordo de vehículos particulares y de servicio público.  / Pixabay
Entre enero y abril de 2017 se registraron 13 hurtos con escopolamina a bordo de vehículos particulares y de servicio público. / Pixabay

El médico Carlos Fabián Herrera (2 de junio de 2017), el conductor Miguel Ángel Perdomo (19 de octubre de 2016), la profesora Mónica Bravo (11 de diciembre de 2014) y el agente de la DEA James Terry Watson (21 de junio de 2013) tienen algo en común: ellos, como cientos de personas que permanecen en el anonimato, fueron víctimas fatales de bandas de ladrones y asesinos que causan miedo en la ciudad. Este flagelo no pierde vigencia.

Aunque la investigación para esclarecer la muerte del médico Fabián Herrera no ha terminado, para el Gaula de la Policía todas las evidencias que han recolectado hasta el momento indican que fue una víctima más de delincuentes dedicados al paseo millonario. De acuerdo con sus familiares, el médico de 28 años desapareció en la madrugada del 29 de junio, en la Zona T (localidad de Chapinero), luego de salir alicorado de una discoteca del sector. Su cuerpo fue hallado cuatro días después en zona rural de la localidad de Usme.

A pesar de que existen pocas denuncias por paseos millonarios en la ciudad (tipificados en el Código Penal como secuestros extorsivos) y de las duras condenas en contra de quienes han sido hallados responsables por este delito, como la banda los Canarios, este fenómeno sigue afectando a los ciudadanos.

De acuerdo con las autoridades, el paseo millonario en muchos casos no se denuncia como secuestro, sino como un hurto y, además, no sólo ocurre a bordo de taxis, sino también en vehículos particulares, en los cuales los delincuentes llevan a sus víctimas a distintas partes de la ciudad para saquear sus cuentas bancarias, y en algunos casos les roban sus carros.

Las estadísticas de la Policía Nacional indican que entre enero y abril de este año aumentaron los casos, al pasar de 44 en 2016 a 67, lo que representa un aumento del 52 %.

En cuanto al medio empleado para reducir a sus víctimas, se tiene que este año se usó escolopamina en 13 casos; armas cortopunzantes en 12; armas de fuego en ocho, y armas contundentes en ocho.

En 26 episodios no utilizaron armas, como le sucedió a una ciudadana norteamericana que el pasado 25 de enero se movilizaba en un vehículo particular por el barrio José Joaquín Vargas (Barrios Unidos), en donde fue intimidada por desconocidos.

El día en que más casos se reportaron en los primeros meses del año fue el sábado, en horas de la noche. En cuanto a las localidades más afectadas, Chapinero (9), Santa Fe (7) y Kennedy (7) encabezan el listado.

Uso de escopolamina

Al no encontrar signo alguno de lesión por arma de fuego o arma cortopunzante en el cuerpo de Fabián Herrera, una de las hipótesis que manejan las autoridades en la investigación es que la muerte del médico se pudo producir por una intoxicación o sobredosis en el suministro de escopolamina. Las autoridades llamaron la atención sobre esta droga debido a que, durante los primeros cuatro meses del año, se registraron 173 denuncias de hurtos en los que fue usada.

De acuerdo con datos de la Policía, Usaquén (con 79 episodios) y Chapinero (con 21), las localidades donde están los epicentros de la rumba en el norte de Bogotá, son las predilectas de los delincuentes para aplicar esta modalidad y despojar a las víctimas de sus pertenencias. Sin embargo, en Kennedy se presentaron 17 denuncias que están siendo investigadas por las autoridades.

Asimismo, las estadísticas oficiales demuestran que las vías públicas (con 117 registros) son los lugares más frecuentes para el uso de esta droga con fines delictivos, seguidas por los apartamentos (14) y los locales (con el mismo número de denuncias). Y más de la mitad de los hechos (54,9 %) ocurren entre viernes y domingo.

Mientras la investigación de la muerte del médico Fabián Herrera avanza y llega a su fin, cuando el Gaula de la Policía detenga a los responsables y la justicia emita sentencias condenatorias, las autoridades tienen el desafío de conseguir que esta modalidad de robo que atemoriza a los ciudadanos finalmente sea un asunto del pasado.

 

Por Redacción Bogotá.

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