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De TM al Corredor Verde: así se garantizaron los recursos para las obras de la Séptima

Con Transmilenio descartado y el Corredor Verde en marcha, la nueva duda del Concejo fue por qué el Distrito pidió $2,1 billones en el cupo de endeudamiento, si en teoría ya había financiación para un proyecto. La explicación del Distrito es que el dinero aprobado era para TM, así que nunca se usó ni se comprometió, y que el dinero que ahora les autorizaron en el cupo de endeudamiento es “indicativo”.

Felipe García Altamar
01 de noviembre de 2020 - 02:00 a. m.
El Corredor Verde de la carrera Séptima fue avalado por el Concejo con la aprobación del Plan de Desarrollo.
El Corredor Verde de la carrera Séptima fue avalado por el Concejo con la aprobación del Plan de Desarrollo.
Foto: Secretaría de Ambiente

El trámite del cupo de endeudamiento en el Concejo de Bogotá tuvo varios contratiempos y una gran discusión alrededor de la cifra a aprobar. La administración solicitó $10,79 billones, pero para algunos concejales la cifra debía bajar a $8,5 billones. ¿La razón? Además de que sería la deuda más alta en la historia de Bogotá, solicitaron recortar los $2,1 billones para el Corredor Verde por la carrera Séptima, proyecto que sustituirá a la troncal de Transmilenio (TM), que planteó el exalcalde Enrique Peñalosa, la cual tenía financiación. Al final, el pulso lo ganó el Distrito y el dinero para la nueva propuesta quedó incluido en el cupo que aprobó el Concejo.

El Corredor Verde comenzó justo hace un mes, cuando la alcaldesa, Claudia López, dio inicio al “proceso de co-creación”, para que la ciudadanía hiciera observaciones y propuestas sobre el proyecto. Por ahora, la única claridad es que se construirá cualquier cosa menos una troncal, como la dejó diseñada la pasada administración entre las calles 32 y 200, la cual tenía lista una financiación por $2,4 billones.

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Pero ¿qué pasó con esos recursos? Esa fue la principal duda en los últimos debates del cupo de endeudamiento en los que preguntaron por qué aprobar $2,1 billones adicionales para obras en ese corredor, en las que se han invertido más de $31.000 millones en estudios y diseños. Ese, por lo menos, fue el reclamo de la concejal Sara Castellanos (Partido Liberal), quien pidió recortar del cupo los recursos para la Séptima.

“No me opuse al cupo. Mi propuesta fue endeudarnos responsablemente. El Corredor Verde es un proyecto que no tiene estudios ni diseños y el Distrito está pidiendo $2,1 billones sin tener una mínima idea de qué va a construir. Es un buen proyecto, pero todavía no es claro y es irresponsable endeudarnos cuando no hay certeza de si Bogotá tendrá la capacidad de pagar la deuda”, manifestó la cabildante.

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La duda no fue solo de Castellanos. El concejal Carlos Carrillo (Polo) presentó el viernes ante la plenaria una propuesta para disminuir los recursos del proyecto y coincidió con la concejal liberal en algunos aspectos. “Cada vez me temo más, con el aplazamiento permanente del diseño conceptual de la obra, que lo ‘verde’ será un TM eléctrico. Es decir, una troncal disfrazada para solucionar el conflicto con la ciudadanía. Por eso no estuve de acuerdo con que se entreguen esos $2,1 billones”.

Desde comienzos del año el Corredor Verde viene generando amplia discusión en el cabildo, a tal punto de que se creó una comisión accidental para hacerle seguimiento. Lucía Bastidas (Alianza Verde), coordinadora de la comisión, ha hecho varios reparos sobre la idea, en especial porque su llamado ha sido a “construir sobre lo construido”, dado que es defensora de las obras que dejó en marcha el exalcalde Peñalosa.

“El Corredor Verde sigue siendo una idea sin fundamentos”, dijo Bastidas, quien aseguró que sin claridad es imposible darle credibilidad. No obstante, respecto al tema de la plata, sí es clara en afirmar que se trata de una cofinanciación con el Gobierno nacional, que se comprometió a respaldar los proyectos adjuntos a la primera línea del metro, entre los que está lo que se haga en la Séptima.

Solo por eso, cree que el dinero para el nuevo proyecto debería estar aprobado o luego habría un vacío en los dineros. “Eso lo sabíamos todos, menos el Distrito, que no fue claro desde el principio. Aunque creo que hay que reducirlo, el cupo se necesita para las obras a partir de 2021”.

También lo tiene claro su copartidaria María Fernanda Rojas, otra de las ponentes del proyecto del cupo de endeudamiento. Para ella, el monto que presentó el Distrito no es en sí para el Corredor Verde, sino para el convenio de cofinanciación con la nación, que obliga al Distrito a tener recursos disponibles. “No son dineros que el Distrito vaya a tener en caja. Son recursos que se podrán gestionar cuando se requieran”, aclaró. Y agregó que si no se usa toda la plata, pues luego el Distrito y la nación podrían negociar qué puede ir a otras obras de movilidad, como el Regiotram norte.

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Sobre qué pasó con los $2,4 billones que se tenían para la troncal, la cabildante María Victoria Vargas (Partido Liberal), una de las más experimentadas del Concejo, lo explica con claridad: si se aprobó y no quedó en el presupuesto, no vale. “El cupo, que lo requiere la ciudad, no es una autorización de gasto. El gasto se determina en el presupuesto, que el Distrito presentará el martes”.

Y agrega: “Ese día sabremos cuánto va a invertir del cupo. Por ahora, parece que en 2021 el Distrito usará $3,4 billones de los $10,7 que pidió. Pero el dinero del cupo solo vale cuando se incluye en el presupuesto”. Más allá de esto, la concejal pide que la corporación siga la discusión sobre el Corredor. “Hoy es claro que no se hará TM, pero queremos que en un debate la administración nos diga bien qué hará”.

“La financiación es indicativa”

Aunque en el cupo los $2,1 billones están asignados a TM, el llamado a responder por las obras será el IDU. Según la entidad, la financiación es apenas un valor referente. Sobre el dinero que estaba aprobado antes, afirmó que son de un cupo de endeudamiento anterior, que no se gestionó. “Por esto se deben comprometer ahora y esa es la nueva solicitud. Tener la aprobación es apenas el respaldo del Concejo, para buscar el cierre financiero para la obra”, concluye el IDU. Vale recordar que cuando se revocó la troncal de TM, se dijo que el dinero se usaría para la extensión del metro a Suba y Engativá. Pero según el IDU, eso tendría que gestionarse como nueva cofinanciación con la nación.

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El tema de la Séptima, del que se viene hablando en las últimas dos décadas, de a poco toma los tintes que tuvo en su momento el proyecto metro: cada administración quiere ponerle su sello. Para que no vuelva a ser asunto de la próxima campaña electoral, de esta administración depende estructurar un plan que quede encaminado y tenga el respaldo ciudadano, para no seguir esperando más por una solución de movilidad de una de las vías más importantes de la capital.

Los primeros esbozos sobre el Corredor Verde

Sobre el Corredor Verde hay dos premisas que quedaron claras en el Plan de Desarrollo que aprobó el Concejo. Lo primero es que el transporte masivo no puede ser BRT (tipo TM), sino que debe privilegiar la movilidad sostenible, es decir, a peatones, biciusuarios y el uso de transporte impulsado por energías limpias. Lo segundo, que debe haber un proceso amplio de participación, que fue uno de los reclamos sobre la troncal de TM.

Ese proceso empezó hace un mes y su primera etapa tiene tres momentos. Uno finalizó ayer y recogió ideas ciudadanas. En el segundo, que irá hasta el 15 de noviembre, el Distrito anunciará el diseño conceptual con las visiones que recopiló de la ciudadanía. Finalmente, el 18 de diciembre, el IDU entregará el diseño.

El IDU ha dicho que hasta que no se complete el proceso de participación no hay nada definido. Se ha barajado que el proyecto tendrá una capacidad de 10 mil pasajeros (la mitad de TM), pero la Secretaría de Movilidad está realizando nuevos análisis con información más actualizada. De acuerdo con el cronograma que se presentó en el inicio del proceso de participación, en 2021 estarían los estudios finales; entre 2022 y 2024 se ejecutaría la obra, que se entregaría a más tardar en 2025.

Felipe García Altamar

Por Felipe García Altamar

Bogotano. Periodista de Uninpahu. Vinculado a El Espectador desde 2014. fgarcia@elespectador.com

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Aborto(12324)03 de noviembre de 2020 - 04:04 p. m.
¿Qué tiene de "verde" ese trancón? Puro chanchullo, pintando los huecos en el asfalto, los semáforos, las cámaras y lo peor: esos predios que "dejó comprados" Peñalosa.
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