Séptima peatonal: cuatro años y las obras no van ni en la mitad

A tres meses de la fecha acordada por el Distrito y el consorcio para entregar el proyecto, apenas va en 41 %. Comerciantes y transeúntes reclaman celeridad. Este es el panorama.

-Javier González Penagos / @Currinche
25 de junio de 2019 - 02:00 a. m.
La segunda fase de la peatonalización, que cuenta con una inversión de $41.821 millones, contempla una ciclorruta a lo largo del corredor. / Mauricio Alvarado
La segunda fase de la peatonalización, que cuenta con una inversión de $41.821 millones, contempla una ciclorruta a lo largo del corredor. / Mauricio Alvarado

Contratiempos, retrasos, prórrogas y hasta un cambio de contratista son algunos de los tropiezos que han enlodado las obras de peatonalización del segundo tramo de la carrera Séptima, en pleno centro de Bogotá. El proyecto, que debía estar listo en marzo de 2017, sigue en veremos. Si bien el último plazo para terminar la obra es en septiembre de este año, a la fecha su avance apenas es del 41 %.

Actualmente al frente de los trabajos está el consorcio Santa Catalina —conformado por las firmas Alca Ingeniería (con 90 % de participación) e Información y Tecnología S.A. (10 %)—, que asumió el contrato en noviembre pasado, fecha en la que las obras tenían un avance del 37 %. El compromiso fue terminarlas en diez meses. No obstante, pasados siete meses apenas ha avanzado el 4 %.

Es precisamente este panorama el que inquieta, no solo a los transeúntes sino también a los comerciantes, que advierten que están al borde de la quiebra. Esto sin contar la inseguridad que se percibe en algunos tramos, dada la presencia de ladrones y habitantes de calle. Si bien los afectados coinciden en que los trabajos —comprendidos entre la Avenida Jiménez y la calle 26, y entre la Plaza de Bolívar y la Casa de Nariño— son necesarios para revitalizar el corredor, el incumplimiento sigue generando crítica.

Según Juan Esteban Orrego, director de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) en Bogotá y Cundinamarca, la preocupación es que las obras no avanzan y hay temor de que llegue de nuevo diciembre (fecha en la que más venden) con el mismo panorama. “Lo que nos afecta es el incumplimiento, pues los comerciantes tenían calculado el impacto económico y sus estrategias estaban planeadas hasta principio de este año, pero cada vez que corren la fecha de inauguración, las pérdidas crecen”, declaró.

Un camino accidentado

Tal como sucedió con la primera fase del proyecto (entre las calles 10 y 13), el segundo tramo no ha estado exento de dificultades, que se han traducido en cuatro prórrogas (por 22 meses), tres suspensiones (que juntas suman seis meses) y adiciones presupuestales por valor de $7.440 millones.

La licitación de la obra, celebrada por la administración de Gustavo Petro, la terminó ganando el consorcio Peatones Go, conformado por las firmas Orlando Sepúlveda Celi y Grouping S.A.S., que suscribió el acta de inicio en marzo de 2015 y se comprometió a entregar el corredor en marzo de 2017.

El contrato indicaba que el consorcio tenía cuatro meses para determinar la viabilidad; otros siete para estudios y diseños; un mes para hacer los preliminares de obra, y 12 para ejecutar y entregar el proyecto. Sin embargo, en septiembre de 2016, cuando debía estar en construcción, comenzaron a pedir prórrogas. En noviembre de 2017 les aprobaron la más prolongada: casi 11 meses, en la que, además, les hicieron una adición de presupuesto por $7.323 millones.

En su momento, el constructor argumentó que requería revisar y preservar el patrimonio arqueológico del área intervenida, sumado a dificultades en el plan de manejo de tráfico y la falta de recursos para el traslado de redes de servicios públicos.

En noviembre del año pasado, cuando era evidente la parálisis de la obra, finalmente el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) informó que el consorcio enfrentaba problemas financieros, que le impedían concluir el proyecto, al punto de que no tenía cómo pagar las deudas con proveedores y trabajadores.

Por ello, para evitar la caducidad del contrato (lo que hubiera implicado abrir otra licitación), aceptó que la cedieran al consorcio Santa Catalina. Este, a finales de diciembre pasado, pidió una nueva otra prórroga, por ocho meses, para completar las obras y entregarlas a más tardar el 26 de septiembre de 2019.

¿En qué van las obras?

Según el IDU, que destaca que la segunda fase de la peatonalización de la Séptima implicará la renovación de 36.817 metros cuadrados de espacio público y beneficiará a más de un millón de personas, actualmente cuenta con siete frentes de obras.

Uno, que esperan terminar este mes, se encuentra entre las calles novena y séptima, en inmediaciones del Palacio de Nariño. Otro, que consiste en trabajos en el andén, está en entre las calles décima y novena, y estaría listo a mediados de julio.

Los otros abarcan la calle 13 (frente al Banco de la República) y las intersecciones de las calles 17 y 23, donde también se está trabajando en los andenes. Los últimos dos frentes son el remate de obra entre las calles 20 y 21, y la instalación de redes por parte de Codensa, entre la calle 24 y el límite del proyecto.

No obstante, aún está pendiente la intervención de uno de los puntos más críticos en materia de movilidad: la calle 19, lo que podría generar mayores traumatismos e inconformidades. Actualmente, se está concertando el plan de manejo de tránsito con la Secretaría de Movilidad.

Restan tres meses para que se cumplan los tiempos de la última prórroga, por lo que hoy comerciantes y transeúntes piden que las obras se ejecuten con celeridad y no haya más retrasos en el cronograma. ¿Alcanzarán los tiempos o un nuevo aplazamiento alargará la incertidumbre?

Por -Javier González Penagos / @Currinche

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