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Los vecinos de la parte alta de Ciudad Bolívar cuentan los días para poder estrenar el cable aéreo (Transmicable), que los llevará en menos de 15 minutos hasta el Portal de El Tunal. Desde hace tres meses son testigos de las pruebas que realiza el Distrito con las 163 cabinas del sistema, a la espera de poder abrirlo al público en la última semana de diciembre. Sin embargo, una serie de reparos contra el operador del Transmicable podrían aplazar ese primer viaje. (LEA: TransMiCable de Ciudad Bolívar funcionará en diciembre)
Cable Móvil es el consorcio que se encargará de operar el cable aéreo, tras ganar la licitación por $91.000 millones, en la que fue el único oferente. Aunque durante el proceso el consorcio recibió varias observaciones e incluso quedó inhabilitado en la evaluación preliminar por cuestionamientos sobre su experiencia, Transmilenio al final consideró que cumplía con todos los requisitos.
Seis meses después de adjudicado el contrato, ciudadanos advierten que es probable que el consorcio no alcance a cumplir con algunos trámites obligatorios antes de abrir el sistema al público y, por lo tanto, se aplace la entrada en operación del Transmicable hasta el próximo año.
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Juan Carlos Calderón preside la Veeduría Ciudadana “Recursos Sagrados” y esta semana, a través de una carta dirigida a Transmilenio (TM) y todos los entes de control, mencionó una serie de hallazgos que obtuvo tras una investigación a las condiciones de la licitación. Según Calderón, será muy difícil que el consorcio cumpla a tiempo con lo que prometió y los señala de “inflar” la capacidad que demostraron para quedarse con la operación del cable.
“Si uno se presenta y promete un equipo técnico para la ejecución, eso debe cumplirse y no solo exponerlo en el momento del concurso. Cable Móvil no ha cumplido con nada y creo que tampoco lo hará con el plazo para empezar a operar. Es más, puede pasar como el SITP, que se implementó a las patadas y hoy están tratando de salvarlo”, comenta Calderón.
Uno de los principales reparos de la Veeduría Ciudadana es si Cable Móvil se habilitó o no ante el Ministerio de Transporte, tal como lo estipulan las cláusulas del contrato, en las que se exigen varias garantías para adelantar este trámite. De acuerdo con la veeduría, esta acreditación todavía no está en firme y, por el contrario, encontraron que los cuatro años de experiencia operando cables aéreos los acreditaron mediante empresas intermediarias. En otras palabras, que el consorcio no ha podido acreditar su experiencia en cuanto a mantenimiento y operación de estos sistemas, tal como se había advertido durante la licitación.
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Calderón y su equipo también alegan que Cable Móvil presentó en la licitación las hojas de vida de un personal operativo idóneo para quedarse con el contrato, pero que a la fecha al parecer no se ha vinculado formalmente dicho personal, o han vinculado a profesionales que no fueron los que el proponente ofertó para avalar la propuesta.
La veeduría va más allá y asegura que algunos de los empleados ni siquiera cumplen el perfil solicitado por TM. “Hablan de unas características y hojas de vida magníficas, pero son solo papeles. Dentro de la investigación que hicimos notamos que solo hay cinco funcionarios que cumplen los requisitos. Es un caso grave, porque están mintiendo en una responsabilidad que demostraron: prometieron equipos de 25 personas y solo hay unas cinco personas trabajando”, agrega el veedor ciudadano.
En este aspecto también hay preocupación entre los habitantes de la zona, quienes consideran el sistema como una victoria de las últimas administraciones y la ciudadanía. Por eso creen que, como les prometieron, algunos puestos operativos, de seguridad y gestión social deben ser para habitantes de la localidad. No obstante, líderes de Ciudad Bolívar como Alfonso Mateus, dicen que hoy son promesas en el aire.
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“Las obras paralelas al cable avanzan, pero debo denunciar la contratación de Cable Móvil con las personas que van a trabajar con el proyecto. Nos ‘dimos la pela’ por este cable y ahora no reciben gente del territorio para trabajar. Están contratando personal de otras localidades, que no conocen la zona ni las estaciones, cuando los habitantes de la localidad están capacitados. Se hacen convocatorias, la gente madruga y no los llaman, pero luego llegan a trabajar personas que nunca estuvieron en el proceso”.
Otra de las falencias que se advierten sobre la operación de Transmicable es la integración con el sistema de transporte masivo (SITP). Para la Veeduría Ciudadana, aún no se conoce si todos los operadores del sistema aprueban el ingreso de un nuevo contratista, pues, dice la denuncia, esto podría ahondar más el déficit fiscal del sistema. Asimismo, aseguran que no se están tomando precauciones con la remuneración del cable, pues no se conoce el protocolo antievasión, ni el plan de comunicaciones, ni el de gestión social.
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Las dudas finales giran en torno a temas ambientales y de manejo de tráfico. Según dicen, tampoco hay avances en dichos aspectos. La veeduría teme que la raíz de todas sus dudas sea que el acta de inicio del contrato aún no esté firmada, cinco meses después de que se cerró la licitación. Por todo esto, la entidad solicitó que se realice una profunda inspección a los términos pactados en el contrato adjudicado a Cable Móvil, para garantizar que el esperado cable tenga una operación segura y de calidad. También le piden a TM aclarar las denuncias presentadas y anunciar si el cable se entregará o no este año.
Este diario consultó a Transmilenio, pero hasta el cierre de esta edición solo señalaron que siguen haciendo ajustes y que el plan de abrir el cable a finales de diciembre sigue en pie.