El científico que se inventó que un volcán “milagroso” detuvo un terremoto

Una investigación interna de la Universidad de Kyoto reveló que el supuesto “milagro” que uno de sus científicos reportó en Science en 2016, era un total fraude. La revista retractó el artículo.

Redacción ciencia
10 de mayo de 2019 - 02:51 p. m.
El temblor de Kumamoto tuvo lugar horas después de que otro terremoto de 6,5 grados golpeara la noche del jueves el suroeste del país y dejara al menos nueve muertos y 1.126 heridos. / EFE
El temblor de Kumamoto tuvo lugar horas después de que otro terremoto de 6,5 grados golpeara la noche del jueves el suroeste del país y dejara al menos nueve muertos y 1.126 heridos. / EFE

La revista Science –una de las más prestigiosas del mundo en términos de publicación científica– acaba de retractarse de una investigación que apareció en sus páginas en 2016, en la que el geofísico japonés Aiming Lin aseguraba que gracias a una cámara de magma a los pies del Monte Aso –el volcán más activo de ese país–, un terremoto en el pequeño pueblo de Kumamoto, en Japón, había sido detenido.

Ahora, gracias a una investigación interna de la Universidad de Kyoto (en donde Lin era profesor), se comprobó que el “estudio” en cuestión estaba lleno de datos falsificados, fotografías manipuladas y plagios.

La historia de este plagio comenzó el 16 de abril de 2016. Ese día, los 740.000 habitantes del pequeño poblado de Kumamoto vieron a la Tierra abrirse bajo sus pies, cuando un temblor de magnitud 7,1 en la escala Ritcher casi acabó con su comunidad. Más de 12.000 casas quedaron hechas añicos, 2.000 personas quedaron herida y 40 fallecieron a causa del terremoto.

Pocos meses después del traumático suceso, el geofísico Aiming Lin decidió, supuestamente, investigar lo ocurrido. Sus pesquisas fueron publicadas el 18 de noviembre de 2016 en la revista Science, bajo el título “Ruptura sísmica detenida por el volcán Aso durante el terremoto de 2016 Mw 7.1 Kumamoto, Japón”.

En él, Lin aseguraba que el terremoto, aunque grave, pudo haber sido peor. “Los datos muestran que la propagación hacia el noreste de la ruptura coseísmica terminó en el volcán Aso, debido a la presencia de magma debajo del grupo volcánico Aso”, se lee. “La descompresión de la falla terminó donde las rocas pasaron de ser frías y quebradizas a una masa magmática más líquida”, escribió Lin.

No obstante, algunos de los datos no le cuadraban a la Universidad de Kyoto, donde Lin es profesor. Por eso, informó Science en su retractación, en agosto de 2017 el centro educativa comenzó una pesquisa privada sobre el artículo. El trabajo permitió establecer que el profesor Lin había falsificado datos y manipulado imágenes y gráficas. Puntualmente, dijo Science, “hubo múltiples falsificaciones en las Figs. 1B, 1C, 2A y 2C y ejemplos de plagio en la Fig. 1C”.

El Comité de Evaluación de la universidad, reportó el diario especializado en temas de geología Temblor, encontró además que los mapas de Lin “fueron distorsionados (estirados) en el sentido norte -sur, y que el borde de la caldera [el parche de magma] se registró incorrectamente por varios kilómetros”.

Es decir: lin modificó los mapas para que los lugares en los que se frenó la ruptura tectónico, coincidieran con el borde del parche de magma, o caldera, y así apoyar su mentira. La verdad es que dichos sitios, en la vida real,  están a varios kilómetros de distancia de lo indicado por Lin. El profesor llegó tan lejos, que reubicó el epicentro del terremoto 3,5 km, solo para que cuadrara con sus mapas alterados.

“El Comité de Evaluación descubrió que las desviaciones y distorsiones alteraron los datos de manera que apoyaran la hipótesis de los autores, y no como errores aleatorios asociados con el reconocimiento de campo”, reportó el medio sobre el informe del Comité.

Meagan Phelan, portavoz del comité editorial de Science, explicó al diario El País que anualmente recibe unos 12.000 estudios y publica unos 800 de ellos (el 7%) tras un proceso de revisión de pares. “Una pequeña fracción de estos artículos, entre tres y cinco al año, son retractados, pero la mayor parte de las veces es por errores honestos. En casos excepcionales, como este, también puede haber una presunta mala conducta”, dijo.

Según lo que Lin le dijo a la universidad, el problema es que no estaba acostumbrado al software de dibujo que usó para hacer los análisis, pero sostuvo que sus conclusiones eran correctas. Si bien la universidad no estuvo de acuerdo, y lo acusó de fraude y manipulación, todavía no se han tomado medidas disciplinarias concretas en su contra.

Por Redacción ciencia

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