El sutil (pero antihigiénico) secreto de las secadoras de manos

Investigadores de la Universidad de Connecticut han demostrado que en realidad, a pesar de son más amigables con el medio ambiente, los secadores eléctricos pueden estar llenos de materia fecal.

Adrian Diaz - Agencia N+1
14 de abril de 2018 - 07:40 p. m.
Cuando alguien tira de la palanca con el inodoro destapado, pequeños trozos de excremento y bacterias pueden ser arrojados a una altura de hasta 4,5 metros en el aire. / Wikimedia Commons / N+1
Cuando alguien tira de la palanca con el inodoro destapado, pequeños trozos de excremento y bacterias pueden ser arrojados a una altura de hasta 4,5 metros en el aire. / Wikimedia Commons / N+1

Si eres de aquellos que usan los secadores de mano de baños públicos porque pensabas que era una opción mucho más práctica que las toallas de papel, sería recomendable que sigas leyendo esta noticia. Investigadores de la Universidad de Connecticut han demostrado que en realidad, a pesar de son más amigables con el medio ambiente, los secadores eléctricos pueden estar llenos de materia fecal. A estas conclusiones llegó un estudio publicado en Applied and Environmental Microbiology.

Heces en tus manos

Para entrar en contexto: cuando alguien tira de la palanca (momento en el que el agua sale para llevarse los desechos al desagüe) con el inodoro destapado, pequeños trozos de excremento y bacterias pueden ser arrojados a una altura de hasta 4,5 metros en el aire. Estos trozos y bacterias pueden llegar hasta el ambiente cálido de los secadores para luego ser expulsados hacia tus manos recién lavadas.

Los investigadores colocaron placas de Petri en los baños de la universidad con el fin de recolectar las bacterias presentes. Las que fueron expuestas al ambiente normal de un baño público tenían solo una colonia bacteriana presente. Pero las que estuvieron expuestas a 30 segundos del aire de una secadora presentaron de 18 a 60 colonias bacterianas por placa. A pesar de que parezca perfectamente limpio, un secamanos termina empujando más aire desagradable en el baño que una toalla de papel.

Esto condujo a la conclusión que una gran variedad de bacterias, incluidos patógenos potenciales y esporas, podrían ser depositados en las manos a través de estos aparatos eléctricos.

¿Es peligroso?

El autor principal del estudio, Peter Setlow, afirma que a pesar de todas las bacterias presentes, no hay que preocuparse demasiado. ¿Por qué? Setlow afirma que a menos que tengas un sistema inmune muy débil, como los ancianos, tranquilamente puedes tolerar la cantidad de bacterias presentes en un baño público promedio.

La verdad es que muchas de esas bacterias no son dañinas para nosotros. Son microbios esenciales para la vida en la Tierra. Son las criaturas más antiguas y han estado, por supuesto, existiendo mucho antes que nosotros en este planeta. Y además, son una parte crucial de nuestra propia inmunidad.

Según BussinessInsider, incluso se recomienda que los padres rueden a sus hijos por el piso sucio de un metro. Esto se deba a que hay evidencia de que una mayor exposición a gran variedad de microbios ayuda a nuestro sistema inmunológico a crecer sano y fuerte.

Por esa misma razón, no deberías temer si otros estudios establecen que los secamanos son propagadores de enfermedades. El hecho de que estés en un baño no incrementa drásticamente la probabilidad de que adquieras una.

¿Y las toallas de papel?

Que las toallas de papel sean mucho más higiénicas que los secamanos no es un hecho. Así como hay estudios que demuestran que las toallas son mejores, otros demuestran que no hay mayor diferencia entre ambos métodos de secado. Independientemente de cómo te seques las manos o donde te encuentres, recuerda esto: las bacterias siempre estarán ahí. Y eso, sí es un hecho.

Por Adrian Diaz - Agencia N+1

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