Es claro que las condiciones de la Antártida no son las mejores para cultivar comida: no hay mucha luz ni tierra de las que plantas se puedan alimentar. Pero fue esto, precisamente, lo que lo llamó la atención de un grupo de científicos alemanes bautizados bajo el nombre del EDEN-ISS Project, en asociación con el Centro Aeroespacial Alemán, quienes tienen la meta de encontrar formas de cultivar comida humana en el especio. Esta semana, pese a todas las contradicciones, el equipo anunció que ya reunió ocho libras de alimentos producidas en este lugar.
Lograrlo fue claramente una odisea. Los científicos han trabajado en un laboratorio del tamaño de un contenedor de carga que está equipado con varias tecnologías. Algunas de las que se mencionan en la página web del proyecto son “un sistema avanzado de suministro de nutrientes, un sistema de iluminación LED de alto rendimiento y un sistema de biodetección y descontaminación”.
Ahora, vale recordar que en esta carrera el EDEN-ISS Project no está solo (ni es el primero). En junio de 2015 el proyecto Veggie de la Nasa, logró cultivar lechuga en la Estación Espacial Internacional. Para esto, incluso tuvieron que desarrollar un sistema con microgravedad que le permitiera a la lechuga crecer en un solo sitio. (Lea también: Houston, ¡tenemos ensalada!)
Ante esto, el proyecto EDEN advierte que su gran innovación es que han logrado producir distintos tipos de vegetales que, eventualmente, podrían crecer en Marte o en la Luna. Hierbas, rucúla, lechugas y rábanos rojos son algunas de las exquisiteces.
“70 rábanos, 3.6 kilogramos de ensalada y 18 pepinos ¡bastante exitosas primeras 3 semanas en el invernadero en el # Antártico! #MadeInAntarctica”, trinó desde su cuenta el Centro Aeroespacial Alemán celebrando su éxito.