"No me interesa atribuirme nada": Jorge Reynolds

En esta entrevista Jorge Reynolds, quien por años se ha atribuido la invención del marcapasos cardíaco, defiende su trabajo y responde a las críticas.

Pablo Correa - Lisbeth Fog
30 de junio de 2019 - 03:00 a. m.
Jorge Reynolds hace parte del Departamento de Investigación en Electrónica y Nanotecnología. / Archivo El Espectador
Jorge Reynolds hace parte del Departamento de Investigación en Electrónica y Nanotecnología. / Archivo El Espectador

Antes de publicar el reportaje Jorge Reynolds, el hombre que no inventó el marcapasos, le pedimos una entrevista para conocer de primera mano sus opiniones y explicaciones sobre las imprecisiones en torno a la creación del primer marcapasos y otros aspectos de su trayectoria profesional. Nos recibió en su oficina en la Clínica Shaio de Bogotá. (Lea: Jorge Reynolds, el hombre que no inventó el marcapasos).

¿Podría reconstruir la historia de la invención del marcapasos? 

Llegué de Inglaterra. Había hecho ingeniería electrónica. Fui parte del primer grupo en Europa que salimos de ingenieros electrónicos en 1957. Volví al país por unos amigos del colegio que habían estudiado medicina y estaban haciendo su tesis. Me dijeron: “en la Nacional acabamos de recibir equipos donados por la Rockefeller a la Facultad de Medicina y no los hemos desempacado, por qué no nos ayudas”. El doctor Raúl Paredes era el decano. Duré como un mes. Pusimos a funcionar todo. Cuando terminé fui a la decanatura y me dijo: “Ya está funcionando todo esto, acabo de nombrarlo ingeniero del Departamento de Fisiología de Medicina en la Universidad Nacional”. Una cosa absolutamante rara.

¿Qué equipos eran?

Eran electrocardiógrafos, electroencefalógrafos, aparatos para hacer electrofisiología. Y me dijo: “los médicos no sabemos cómo funcionan. Se necesita a alguien que sepa de electrónica y esté en los experimentos”. Entré a trabajar en la Universidad y casi que al mes un día el doctor Paredes me dijo que unos amigos del Consultorio de Especialistas o Centro de Especialistas iban a abrir una clínica y les llegarían un montón de equipos, no sabían qué hacer. Si quiere se va conmigo y lo presento. Eran Alberto Bejarano y el Chato Valencia. El Chato me dijo “el lunes lo espero en la Clínica Shaio”. Le dije que yo trabajaba en la Nacional. Me dijo: “ya hablamos con Raúl para que trabaje medio tiempo aquí y en la Nacional”.  Eso hace 61 años cuando comenzó la Clínica. Hoy soy el más viejo.

En la Nacional aprendí que el corazón era un sistema eléctrico. Cosa que me sorprendió. Nunca pensé que algo del cuerpo humano tuviera que ver con la electricidad. Aquí en la clínica vi la cantidad de pacientes que morían por arritmias y principalmente por una que se llama bloqueo auriculo-ventricular completo. Pensando en eso se me ocurrió la idea: con pulsos artificiales eléctricos tal vez se pueda compensar eso. Le dije a Alberto Bejarano y me dijo: “me parece muy interesante la idea; qué hay que hacer”. Pues veamos a ver cómo producimos los pulsos. 

Aquí tengo un museo de marcapasos. Ahí está el tocadiscos con que empezamos a hacer los ensayos y funcionó. No existía el transistor. El transistor cambió el mundo. No hay actividad humana en que no esté presente. Y de ahí se deriva la palabra ingeniería electrónica. Principié con tubos a hacer el primer marcapasos porque no había transistores. Habíamos hecho ensayos en tejidos vivos, en fin. Cualquier día llegó a mi laboratorio y me dijo: “acaba de llegar un paciente remitido de Ecuador con un bloqueo completo y no hay nada que ofrecer. Vamos a ensayar el marcapasos”. Le dije que no. Y me contestó: “no hay nada que hacer porque es lo único que le podemos ofrecer. Camine hablamos con el paciente”. Era un sacerdote. Entre el doctor Bejarano y el sacerdote me convencieron que si no se moría, no me iba al infierno. Para resumir el cuento se le implantó el marcapasos. Vivió 18 años con marcapasos y murió de 104 años. 

¿Ya existía la palabra marcapasos?

Si porque esto es lo que hace el reemplazo de lo que se llama el marcapasos cardíaco. Por eso quedó con el nombre de marcapasos. 

¿Ya existía el nombre o se lo inventaron acá?

Prácticamente lo inventamos aquí y quedó marcapasos. Ya había otros trabajando en estimulación cardíaca artificial en Estados Unidos, en Suecia. Pero al primer humano que se le puso un marcapasos fuimos nosotros aquí. 

¿Quedó alguna publicación de su trabajo de 1958?

Si. Y está reconocido mundialmente excepto en Estados Unidos que siempre ponen a alguno de ellos. Y está entre los 100 inventos mas importantes del mundo. El resultado fue un aparato que aquí está, con una batería de mi carro, un aparato totalmente gigante, pesaba 50 kilos.

¿Usaron tubos de vacio?

Con tubos de vacío y la bateria de automóvil.

Al revisar algunas entrevistas que usted ha dado dice que tuvo la oportunidad estudiar con Albert Einstein. 

Yo asistí a un curso que él hacía periódicamente que se llamaba filosofía de las matemáticas. En Cambridge, donde hice mi ingeniería electrónica, él fue e hizo un curso y yo asistí. No fue el profesor directo. Asistí a un curso con Einstein. 

¿Estudió el colegio en Bogotá? ¿Cómo se va a Inglaterra?

En 1953 terminé mi bachillerato, un bachillerato muy sufrido. Estuve en 7 colegios. 

¿Por qué sufrido?

No perdí ni un año pero como llamaban antes “pasé rozando”. Muy diferente fue la universidad. 

¿En que año viaja?

En 1953. 

¿En cual colegio se graduó?

En el Germán Peña que era el colegio donde terminaban todos los vagos. 

¿Cómo se va?

Mi papá era inglés. Soy hijo único de padre inglés y madre colombiana. Papá resolvió que yo tenía que hacer la universidad en Inglaterra. 

¿En el Trinity College?

Queda en Cambridge. Es un colegio dentro de la universidad. Es el colegio de ingenierías de Cambridge. 

En una entrevista hace poco usted habla que está creando un nanomarcapasos.

Comenzamos en el 2000 la idea con el doctor Jorge León de hacer un nanomarcapasos. La idea fue por todo lo que había evolucionado la electrónica, la miniaturización, el comienzo de la nanotecnología, entonces con Jorge León comenzamos el concepto de ese nuevo marcapaso, estaba incipiente la nanotecnología y finalmente en el año 2016 pudimos volverlo una realidad experimental en Taiwan. Y ya tenemos el nanomarcapaso que es la cuarta parte de un grano de arroz en tamaño. Lo hemos experimentado. Estamos esperando que el National Institutes of Health en los Estados Unidos nos de la licencia para poder implantarlo en el primer humano.

¿No es patentable este invento?

Tiene siete patentes, cada una de ellas es totalmente internacional. La patente la tiene el Instituto de Investigaciones Tecnológico de Taiwán.

¿Y de lo primero que hicieron?

Nunca nos preocupamos por patentar. En ese tiempo nadie pensaba en eso. Está en la Sociedad de Estimulación Artifical Cardíaca que es la más grande que hay en el mundo y está en los Estados Unidos, ahí se reconoce que fuimos los primeros que hicimos la implantación en un humano con un marcapaso, con electrodos epicárdicos y la unidad de marcapasos externo. El epicardio es lo que recubre el músculo cardíaco   para que tuviera la estimulación se contrajera de la punta del ventrículo hacia arriba.

¿El marcapasos de 1958 fue el primero?

A mi no me interesan las patentes, para serte franco. Yo considero que las patentes no deben existir, no en el caso mío pero siempre los desarrollos se hacen con dineros públicos, entonces puede que haya una protección del nombre del que lo hizo, pero la patente en que nadie puede hacer algo sobre eso se me hace mezquino. 

Cuando empezamos a hacer este reportaje leímos sobre historia de medicina y nos confundimos en el orden en que ocurrió el desarrollo del marcapasos. 

Mire. Ahí está muy claro. En 1953 entré a la universidad. En 1958 hice el primer marcapasos. Tenía 21 años.

Pero en 1950 los canadienses Wilfred Bigelow, John Callaghan y John Hopps ya habían desarrollado un marcapasos. 

Muchos. Volta y Galvani hicieron las primeras estimulaciones. Pero este es un sistema permanente. Y Zoll que en 1950 que hace las primeras estimulaciones fue con un sistema externo en el cual se estimulaba el corazón pero en un cuarto de hora se producía un problema muscular, se contraían todos los músculos y el paciente tenía dolor y no resistía esos impulsos eléctricos. 

Pero la idea de aplicar electricidad directamente en corazón empieza en 1928.

El primero que lo hizo fue Galvani, hace la primera estimulación eléctrica en un corazón de conejo. 

Pero en 1957, un año antes del suyo, ya se comercializa un marcapasos portable de Medtroinc.

Perdóneme. Medtronic nació en 1960. Bakken, creador de Medtronic, hizo el primer marcapasos con…. el ritmo, hizo las primeras estimulaciones, pero no de una manera en que fuera un sistema permanente. 

Una cosa que nos llama la atención es que en 1958 cuando usted desarrolla un marcapasos con tubos de vacío ya existían los transistores. 

En 1947 se inventa el transistor pero es comercial hasta 1957. En ese tiempo importar un transistor exigía licencia previa que demoraba como 6 meses. Tampoco teníamos la facilidad de que nos vendieran uno. Valía 120 a 130 dólares. Hoy vale menos de un centavo. 

Pero este marcapasos de Medtronic ya tenía transistores. Todo esto para preguntarle cómo es posible decir que en Colombia se inventó el marcapasos. 

Tiene que ponerle los apellidos. Marcapasos con electrodos internos epicárdicos y con unidad de generación de pulsos externa. Ese es el sistema que yo inventé.

Esos eran los mismos marcapasos de esa época e incluso más sofisticados. 

El que usted me está hablando es del 60.

No. Es de 1957 y 1958. Eso es lo que queremos que nos ayude a entender. 

¿De dondé sacó esos datos? 

Están en todos los artículos de historia de medicina. 

No puede ser. Aquí tiene el libro. El tercer o cuarto libro sobre la historia de marcapasos. Aquí está toda la secuencia. Aquí está totalmente la secuencia con años. No fui el primero que estimuló el corazón. (Nos entrega su libro).

Mire. En su mismo libro dice que 1957 desarrollan primer marcapasos portátil transistorizado extracorpóreo alimentado por baterias. Ese año ya lo habían usado en pacientes. Hemos revisado los artículos publicados. Hemos constrastado esto. 

Le voy a decir algo grosero: Tómelo como quiera. 

Necesitamos preguntarle en qué parte se ha exagerado.

Los americanos tienen unas versiones. Los franceses otra. Los ingleses otra. Los italianos dicen que Volta y Galvani y es cierto porque estimularon el corazón de una rana. Pero el primer paciente al que se puso de manera definitiva fue a este sacerdote.

La pregunta que le debo hacer de manera franca es por qué se ha exagerado el relato sobre lo que hizo aquí en Colombia.

No se. Pregúntele a sus colegas.

Pero es que usted es el protagonista de toda esta historia. 

Ustedes son los que deforman las noticias.

¿Usted cree que fueron los periodistas?

No lo sé. No se las fuentes que usted tiene. Este libro lo sacó Roche. Se hicieron 70.000 ejemplares en 4 ediciones y no ha habido protesta de nadie que diga que hizo el primer marcapasos. 

¿Qué fue lo novedoso del suyo?

Marcapasos con electrodos epicárdicos y la unidad externa. Ese es el desarrollo. Eso lo pongo en todas partes. Y en el primer humano. 

Después de que usted todos estos años ha revisado la historia de la medicina hoy todavía se atreve a asegurar...

Yo no me atrevo. Y le estoy contando exactamente como es el proceso y por qué fue el primero que se puso a largo plazo. Eso no quiere decir que se hicieron otro tipo de estimulación pero el primer marcapasos con nodos epicárdicos y unidad externa de estimulación fue el primero que se hizo en el mundo. 

Creo que hay muchas pruebas de que ya existía el marcapasos. Existían con transistores, ya se habían implantado a pacientes en Estados Unidos. Usted atribuye como una propiedad de su invencion una fuente externa, pero eso es simplemente una batería. 

No me interesa atribuirme nada. Esa es la historia que existe. Y Volta y Galvani fueron los primeros que estimularon un corazón de rana.

Nos acaba de decir que tomó clases con Einstein pero él muere en 1955. 

Él iba invitado por la Universidad de Cambridge. Vivía en Estados Unidos. Lo invitaban a dar conferencias en Europa. Además no fue mi profesor. Asistí a su curso de Filosofía de las matemáticas. Cada versión de cada periodista es diferente. Me excusan. Tengo gran respeto a la profesión de periodismo y de periodismo científico tú  eres tal vez una de las veteranas aquí. Pero se comenten muchos errores. 

¿Cómo fue ese curso con Einstein?

Fue un mes. Él estaba dando ese mismo curso en Paris, en Estocolmo. Semanalmente nos hacía cuatro horas de curso.

¿Alguna anecdota del curso?

Eso fue en 1954. Pues anécdotas en que hacía una serie de comparaciones sumamente interesantes. Eran matemáticas con física. Muy interesante en la manera como las matemáticas se volvieron importantes y con la aplicación de las matemáticas dentro de la ciencia y sobre todo dentro de la física.

¿Era un curso grande?

Unos 300 a 400 alumnos. 

Le voy a hacer una pregunta dura y la puede contestar como quiera. Tengo que hacerla y formularla de la forma más clara posible: ¿usted no ha engañado a la comunidad médica colombiana atribuyéndose la invención del marcapasos?

Si usted lo pone así pongalo así. No le contesto. Creo que no tenemos nada más que hablar. Me excuso contigo que te conozco hace tantos años, pero usted me está insultando muy suavemente pero me está insultando.

 

Por Pablo Correa - Lisbeth Fog

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