¿Por qué 300 científicos se enclaustraron dentro de un barco congelado en el Ártico?

Durante un año, un barco de investigación se desplazará a la deriva mientras está congelado en hielo marino para estudiar más de cerca el calentamiento global en esta región.

- Redacción Vivir
24 de septiembre de 2019 - 05:13 p. m.
Alrededor del 60% de la superficie de la capa de hielo de Groenlandia se derritió al menos un poco este verano. Eso es solo después del verano de 2012, cuando aproximadamente el 98% de la capa de hielo sufrió algún tipo de fusión superficial. / MOSAIC
Alrededor del 60% de la superficie de la capa de hielo de Groenlandia se derritió al menos un poco este verano. Eso es solo después del verano de 2012, cuando aproximadamente el 98% de la capa de hielo sufrió algún tipo de fusión superficial. / MOSAIC

El 20 de septiembre, 300 científicos congelaron el buque de investigación más grande de Alemania, Polarstern, en el hielo marino del Ártico, donde permanecerá atrapado durante el próximo año. El barco alberga una tripulación rotativa de unos 300 científicos de 17 países y servirá como un laboratorio de investigación polar a la deriva, uno que brindará a los investigadores su mirada más cercana sobre cómo están cambiando el clima polar y sus ecosistemas. 

De acuerdo con la revista Nature, el hielo marino del Ártico se congela cada invierno después de un largo derretimiento de verano. Pero el calor sorprendente durante el invierno y la primavera del Ártico obstaculizó su acumulación, preparando el escenario para la dramática pérdida de hielo de este verano. "Desde enero hasta mayo, el hielo marino en el Mar de Bering simplemente no sucedió", dice Alice Bradley, una científica polar en el Williams College en Williamstown, Massachusetts, a The Guardian. "No hemos visto eso antes". Un sistema meteorológico de baja presión se cernía sobre el mar durante gran parte de febrero, canalizando el aire cálido desde el sur y empujando el pequeño hielo que logró formarse en las aguas del norte.

El proyecto se llama MOSAiC (Observatorio de deriva multidisciplinario para el estudio del clima ártico), costó 140 millones de euros y es considerada una de las misiones de investigación más grandes que se han realizado en el Ártico. El objetivo es medir los efectos del calentamiento global en el hielo del Ártico, la región que más rápido se está caletando en el Planeta Tierra. 

El barco navegará hacia océano abierto, y luego se congelará a una latitud de 85 grados al norte del Polo, en octubre. Luego, los científicos establecerán campamentos en la gruesa capa de hielo que rodea el barco, las más lejanas, a 50 kilómetros de la nave. El destino es incierto, porque cuando vuelva a llegar el verano, el barco se descongelará y podrá navegar a posibles puntos como el estrecho de Fram, en Groenalndia, o Svalbad, en Noruega. 

El calor extremo también horneó la enorme capa de hielo de Groenlandia este verano. Las temperaturas en toda la isla se dispararon hasta 12 ° C más que el promedio a fines de julio. Según Nature, en Summit Station, un campamento de investigación en el punto más alto de la capa de hielo, las temperaturas subieron por encima del punto de congelación los días 30 y 31 de julio. Los registros del núcleo de hielo sugieren cuán raro es esto: entre los años 500 y 1994, el hielo en la Cumbre se derritió solo ocho veces. Durante la ola de calor de cinco días, Groenlandia arrojó alrededor de 55 mil millones de toneladas de hielo, incluidos unos 13 mil millones de toneladas solo el 1 de agosto. Eso es lo máximo en un período de 24 horas desde que comenzaron los registros en 1950.

Los cambios que ocurren en el Ártico tienen enormes implicaciones ambientales mucho más allá de la región. La descongelación del permafrost, por ejemplo, amenaza con liberar grandes cantidades de carbono encerrado en suelos congelados. Y el Ártico está vinculado con la atmósfera y el clima en las latitudes más bajas.

Algunos científicos sospechan que el calentamiento del Ártico está alterando las serpenteantes corrientes de aire a gran altitud, conocidas como corrientes en chorro, que impulsan el clima en todo el hemisferio norte. Pero la amplificación del calentamiento del Ártico también podría ser el resultado de cambios en la circulación atmosférica global, más que la causa. Los datos de MOSAiC, cuando se conectan a los modelos climáticos, deberían ayudar a aclarar eso, explica la revista Nature. 

Por - Redacción Vivir

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