El Magazín Cultural

A veces llegan libros ... (I)

A veces llegan libros que, como los de Kafka, Kundera, Borges, Pizarnik o Pessoa, transforman el carácter de los seres humanos porque son abismales, asombrosamente marginales, dulcemente instigadores e incómodos.

Juan Carlos Rodas Montoya
09 de agosto de 2019 - 05:05 p. m.
Las tribunas del Maracaná, repletas para observar lo que creyeron iba a ser el primer título del mundo de Brasil.  / Cortesía
Las tribunas del Maracaná, repletas para observar lo que creyeron iba a ser el primer título del mundo de Brasil. / Cortesía

Río de Janeiro, 16 de julio de 1950, estadio de Maracaná. La noche anterior, nadie podía dormir. La mañana siguiente, nadie quería despertar.

Eduardo Galeano

 

Cuando se funge como editor universitario es necesario leer sobre temáticas especializadas entre disciplinas y saberes que la universidad colombiana ha decidido convertir en proyectos de investigación, apropiación social del conocimiento y textos narrativos de colecciones de cuento, novela, poesía y crónica. Difícilmente se encuentran temas relacionados con el deporte, a menos que estén referidos a la salud, la educación física o la terapéutica. El Sello Editorial de la Universidad Pontificia Bolivariana, desde hace tres años, ha creado la colección Fútbol y Letras, que se alimenta cada año a través del concurso ¿Cuál es tu cuento con el fútbol? En dicha colección se han publicado libros de Autores Bolivarianos como Reinaldo Spitaletta, David Corrales, Juan Carlos Rodas Montoya y otros de los participantes del concurso.

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Por esta razón, me han llegado a mi escritorio títulos que comparto con los lectores porque, regularmente, se escuchan voces que dicen que “de este tema casi no hay nada en Colombia”. Algunos ejemplos: Cerrado por fútbol, de Galeano; Lillo y Pep. Convicciones sobre la cultura del juego, de Jorge Andrés Bermúdez; ADN del fútbol ofensivo, del mismo autor; Menotti. El último romántico, de Gustavo F. García y Carlos Viacava; Tardes de fútbol, de Agustín Rodríguez Weil; La joya. Así surgió Paulo Dybala, de Marcos J. Villalobo; Asalto al Mundial, de Gustavo Grabia; 11 ciudades. Viajes de un periodista deportivo, de Axel Torres. Además, algunos libros de poesía y ensayos literarios, como, por ejemplo, El gol nuestro de cada día (compilado por Francisco J. Uriz), Hijos del fútbol, de Galder Reguera y Manual de fútbol. Un libro fuera de juego, de Juan Tallón. Además de este novedoso listado concluyo con estos que aparecieron, mágicamente, en mi oficina: El fútbol, una peste emocional, de Jean-Marie Brohm y Marc Perelman, y Una historia popular del fútbol, de Micael Correia. Una provocación para emprender la aventura de leer para transformar prejuicios sobre el fútbol como una estupidez humana o un insulto a la cultura deportiva.

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A veces llegan libros que, como los de Kafka, Kundera, Borges, Pizarnik o Pessoa, transforman el carácter de los seres humanos porque son abismales, asombrosamente marginales, dulcemente instigadores e incómodos. Así ha pasado con los libros referidos al fútbol escritos por Villoro, Günter Grass, Camilo José Cela, Vicente Huidobro, Vicente Aleixandre, Horacio Quiroga, Benedetti y Roberto Bolaño. A veces llegan libros en forma de viaje, de maleta, de gol, de autogol, de tristeza y alegría. A veces llegan libros que no se van a leer, pero hay que tenerlos para hablar de lo que no se ha leído. A veces llegan balones en forma de libro y libros en forma de arquitos. Esta es una pequeña muestra de que la vida es como el fútbol y el fútbol como la literatura. El Maracanazo lo demostró.

rayuela138@hotmail.com

Por Juan Carlos Rodas Montoya

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