El Magazín Cultural

#AdelantePorLaPaz: la lucha de la música en contra de la guerra

A raíz del atentado de este jueves, 18 de enero, en la Escuela de Cadetes General Santander en Bogotá, recopilamos varias reacciones de artistas que a lo largo de sus carreras han incidido en la construcción de paz en Colombia y en el mundo.

Camilo Gómez- Laura Camila Arévalo Domínguez- Andrés Osorio
18 de enero de 2019 - 06:35 p. m.
Juanes ha sido uno de los artistas colombianos que ha participado y promovido iniciativas que trabajen en pro de la paz en Colombia.  / AFP
Juanes ha sido uno de los artistas colombianos que ha participado y promovido iniciativas que trabajen en pro de la paz en Colombia. / AFP

Muchos artistas colombianos se han percatado de que sus voces y visibilidad son útiles para el surgimiento de una sociedad exhausta de violencia. Como lo dijo César López: “Los artistas tenemos la responsabilidad de responderle a una sociedad que ha respondido a nuestro arte”. López y muchos músicos más han emprendido proyectos en los que han usado su profesión para generar espacios que sanen, reconcilien y concienticen tanto a las víctimas como a los demás ciudadanos de que la paz en Colombia no tiene por qué ser una utopía si es cimentada en la unidad y la determinación de todo un pueblo que rechace la guerra. Con su música como única arma, estos son algunos de los artistas  que se han manifestado con acciones de paz y reaccionaron al atentado de este jueves, 18 de enero, en Bogotá, en el que un carro bomba detonó en la Escuela de Cadetes General Santander, cobró la vida de 21 personas y dejó un saldo de 68 heridos. 

César López, músico y activista, fue el creador de la escopetarra en 2003 y fundador del Batallón de Reacción Artística Inmediata, en el que involucró a más artistas para buscar alternativas a la violencia que padecía Colombia.

Ayer, por medio de su cuenta de Twitter, anunció que el próximo lunes, 21 de enero, se reunirá con más artistas en la Escuela General Santander para expresar por medio del arte su rechazo a la violencia: “Todo lo que está ocurriendo es muy doloroso. Pero no olvidemos que, aunque los carros bomba suenen muy duro, el terror no volvió a Colombia hoy, casi 400 líderes sociales asesinados desde el 2016 indican que nunca se ha ido. Toda vida cuenta, toda muerte duele”.

Entre los artistas nacionales que han hecho de su voz y de su visibilidad una herramienta para aportar a la resolución de diferencias que están encerradas en el marco del conflicto armado en Colombia, se encuentra, por ejemplo el concierto “Paz sin fronteras”, organizado en el 2008, en el que el cantautor antioqueño Juanes convocó a una jornada musical en la que 70.000 personas se reunieron y fueron participes de un evento que simbolizó la unión luego de la crisis diplomática entre Colombia, Ecuador y Venezuela después de que el Ejército colombiano entrara a territorio ecuatoriano tras una operación militar en la que murió Raúl Reyes, antiguo jefe de la extinta guerrilla de las Farc.

Después de que se conociera la noticia del atentado de ayer, Juanes publicó en su cuenta de Twitter: “Mi más sentido pésame para todas las familias de los policías fallecidos en el atentado de la escuela de policía General Santander en Bogotá, que la oscuridad del terrorismo no vuelva a tocar nuestra puerta. Fuerza Colombia”.

Carlos Vives, quien también participó en el concierto de 2008 y compuso la canción “Un paso hacia la paz”, como una celebración por el fin del conflicto entre el Estado colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, publicó un Tweet refiriéndose al hecho: “Bombas que nos estallan en el corazón y nos traen miedos (sic) recuerdos. Abrazamos a nuestra familia de la @PoliciaColombia y toda nuestra solidaridad con las familias de las víctimas”.

Doctor Krápula, grupo musical colombiano, ha participado y ofrecido conciertos como celebración de la firma de los acuerdos de paz entre el gobierno y las Farc. También se ha hecho presente en diferentes manifestaciones pacíficas de la población civil. Mario Muñoz, vocalista del grupo, se manifestó por medio de su cuenta de Twitter: “Guerra más guerra no tiene final!” (sic).

La lista de artistas que han puesto su música al servicio de la paz es larga. Totó La Momposina, El Cholo Valderrama, Maluma, Aterciopelados, entre otros, también han dedicado algunas de sus composiciones o presentaciones a la terminación del conflicto.

La música y la paz en el exterior

Casos reconocidos fuera del país también se suman a los hechos que comprueban que la incidencia del arte en la resolución de conflictos y la reconstrucción de sociedades es efectiva y muy necesaria.

Violeta Parra es una de esas artistas integrales. Habría que preguntarse si primero iba la composición musical o si primero iba la composición poética. Su en-canto fue reafirmado con su compromiso social y cultural. Recuperó el valor del folclor chileno a través de letras que le otorgaban dignidad a los campesinos y obreros de su tierra. Apoyó a los estudiantes y a las clases oprimidas. En Europa, específicamente en Suiza, reveló su disgusto por los autoritarismos. Marchó con coraje y convicción contra el gobierno de Franco y quiso evitar a toda costa el asesinato del comunista Julián Grimau. En honor a él compuso la canción Qué dirá el Santo Padre, una de sus obras más emblemáticas, junto a Me gustan los estudiantes, canciones que sirvieron para alzar la voz en defensa de la paz, la vida y de derechos fundamentales como la educación y el respeto a la pluralidad de ideologías y credos.

 

A Víctor Heredia le desaparecieron un hermano durante la dictadura en Argentina. El cantante escribió la canción Todavía cantamos. Después, caminando por la 9 de Julio en Buenos Aires, se subió a una tarima a cantarla y su dolor automáticamente se transformó en el de todo un país. Se convirtió en el himno de toda una nación que rechazaba la injusticia y el irrespeto a la vida. Les regaló a las madres, hermanos, hijos y parejas de los desaparecidos, una melodía para expresar el desgarre de no volver a ver un amor por cuenta de la tiranía.

Las canciones de Bob Dylan y la banda Creedence Clearwater Revival no solo ayudaron a las personas a resistir el dolor de la guerra, sino que también se convirtieron en una poderosa herramienta para condenarla. Dylan y John Fogerty, vocalista de Creedence, plasmaron el desasosiego que producía el conflicto en Vietnam en clásicos como Mr. Tambourine Man, Fortunate Son, Masters of war y Have you ever seen the rain?

Se hicieron conocidos entre los soldados porque sus melodías sonaban constantemente en los radios de los campamentos militares. Era lo único que podían escuchar además de los sonidos de la batalla. Su principal voz de duelo y empatía. Hablaron sobre la desesperanza tras los bombardeos y la injusticia de aquellos que se convertían en ‘carne de cañón’. De la impotencia, la ira y la angustia. Pero, sobre todo, de un llamado a la paz. Sus letras han superado las barreras del tiempo y todavía son escuchadas. Principalmente, porque cada década trae un conflicto nuevo que revitaliza las palabras de estos dos poetas. Pero también porque entre sus líneas se resguarda el deseo de muchos: el fin de la guerra.

Por Camilo Gómez- Laura Camila Arévalo Domínguez- Andrés Osorio

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