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Cuéntenos un poco sobre la historia y el montaje de La Bayadera – ¿por qué quiso interpretarla? ¿Por qué cree que ha sido tan popular?
El nuevo montaje de La Bayadera se creó a partir de una reconstrucción del escenario histórico del Bolshoi del maestro Yuri Grigorovich, y diseñado por Nikolai Sharonov y Valery Leventhal. Creo que la popularidad del ballet se debe a la coreografía de las Sombras del tercer acto. Para mí, es una de las más bellas del ballet clásico.
¿Cuáles son sus elementos favoritos de La Bayadera? ¿Son los disfraces, el montaje, la música, algún baile?
Como bailarín, me gusta el temperamento del primer acto, todos estos juramentos de amor sobre el fuego, con arco en las manos y piel de tigre en las caderas. Lo hace a uno sentirse energizado.
¿Qué tiene de especial esta producción particular de La Bayadera en la que usted es uno de los protagonistas?
El elenco, el montaje, todo. Cada presentación es especial, y uno nunca puede replicar los sentimientos que genera.
Cuéntenos sobre la coreografía que las audiencias lo verán interpretar en salas. ¿Qué siente al bailarla?
Hay variaciones poderosas para los bailarines masculinos, uno debe demostrar saltos muy altos y un fuerte control de músculos. Para esta presentación especial, hasta aprendí nuevos elementos con mi entrenador.
¿Cómo se prepara para una producción? ¿Tiene hábitos especiales o sigue supersticiones?
No hábitos, pero sí una rutina especial para calentar antes de la presentación y para prevenir heridas en mi espalda o piernas. Toma mucho tiempo preparar el cuerpo para actuar de manera inmediata sobre el escenario.
¿Qué se siente bailar en una producción que se va a transmitir en todo el mundo? ¿Siente mucha presión o lo disfruta más?
En realidad, los sentimientos son los mismos. La responsabilidad que uno siente por la calidad de la presentación debe ser la misma, sin importar si uno baila en los escenarios más pequeños o en una grabación que se ve en el mundo entero. Todos quieren ver el nivel de presentación más alto posible en el Bolshoi, y hacemos todo lo que podemos para que así sea.
¿Qué se siente bailar con una compañía como la del Bolshoi? ¿Cómo fue llegar allá?
Unirme al Bolshoi fue mi primera gran meta. Entonces cuando lo hice, lo que sentí fue una enorme motivación por mejorar, por sobrepasar mis límites.
¿Cómo bailarín, qué es lo que más disfruta de su trabajo? ¿Qué es lo más duro? ¿Cuál es su ballet preferido para bailar? ¿Para ver?
¿Los bailarines de ballet siempre están trabajando para mejorar sus técnicas, y es imposible hacer cualquier movimiento de manera perfecta: siempre puedes saltar más alto, girar mejor, poner los pies de manera más bella. Es una responsabilidad que uno tiene con uno mismo, porque nadie más sabe si en realidad diste tu máximo esfuerzo lo mejor que puedes. Este trabajo sin fin genera un fuerte poder interior. Para mí la parte más importante de cualquier ballet es la música. Entonces si amo la música, amo el ballet, aún si en el ballet o la coreografía no tiene nada que ver con lo que se oye.
Para terminar, cuéntenos un poco sobre usted, ¿qué quisiera que supieran las audiencias colombianas?
Viajar es una de mis grandes pasiones, pero la única vez que estuve en Colombia, no tuve la oportunidad de bajarme del avión. ¡Tengo la esperanza de un día poder hacerlo!