El Magazín Cultural

Bio le ncia: La construcción de una estética teatral desde los sentidos y el sentido 

La obra de teatro Bio le ncia, del Colectivo Anamnésico Teatral, de Medellín, es un homenaje a la mirada subjetiva y singular del mundo desde el comportamiento poético de seres de diversas disciplinas. Se presenta en la Casa del Teatro, Prado, Comuna 10,La Candelaria, Medellín.

Óscar Jairo González Hernández
01 de julio de 2019 - 05:54 p. m.
Afiche promocional de Bio le ncia, obra del Colectivo Anamnésico Teatral de Medellín.  / Cortesía
Afiche promocional de Bio le ncia, obra del Colectivo Anamnésico Teatral de Medellín. / Cortesía

¿Cómo y en qué forma, desde qué estructura teatral, de su yo teatral, se decidió su intervención en su POSESCENA, y por qué, qué sentido y perspectiva le propuso esta relación?

Juan Felipe Caicedo: “La alegría de vivir” es una poescena que reconoce la fragilidad del hombre en contraste con la “desopilante farsa” de un mundo convencional y falso que se gesta, como diría Beatriz Sarlo, en  “La repetición: que no es signo de cansancio, sino de la única estabilidad en un mundo que fluye hacia la descomposición y la muerte”. Una acción desvitalizada, degradada, y  mecánica, que revela  lo absurdo de la condición humana. 

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Toda esta perspectiva del mundo que encontraba en la palabra de Aldo Pellegrini, en textos tan definitivos como “La soledad del artista”, estaba en consonancia con muchas de mis formas de participación en la realidad. A esta participación es lo que Aldo llama comportamiento, y es, a partir de este comportamiento, que fui configurando el universo poético y conceptual para la construcción escénica basado, además, en mi enciclopedia personal entrecruzada con las perspectivas afines al pensamiento de Pellegrini. 

Esa mirada a sí mismo, de la que he hablado, me sitúo en un Felipe Caicedo que se reconoce sujeto participe de ese mundo convencional; que ha construido una coraza bañada de “éxito” a fuerza de proteger una fragilidad que se aloja en la memoria de un niño de 9 años que decide hacer teatro para protegerse de ese mundo. Y cómo estas constantes corazas, este flujo sistemático de adulaciones y de conversaciones tan vacías como la máscara misma,  le procuran al hombre una fatiga física y metafísica. 

¿Desde qué estética considerando la naturaleza de sentido de su mediación con Bio len cia y desde el  Teatro de la inestable realidad de Pellegrini, qué provocó en ella y por qué? 

Bio le ncia se acerca a nociones del teatro denominado pos dramático, en el sentido que: intenta anular ciertas jerarquías entre los elementos de puesta en escena; se acerca a otros tratamientos textuales; entiende la participación de “presencias escénicas” o/y “operadores escénicos”; propone al espectador como invitado   con participación activa; y hace uso de otros dispositivos tecnológicos y sonoros para la construcción del acontecimiento escénico. Pero sobre todo, Bio le ncia es un homenaje a la mirada subjetiva y singular del mundo desde el comportamiento poético de seres de diversas disciplinas. 

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Lo “eclíptico” es la naturaleza de sentido en todo el proceso investigativo y creativo de Bio le ncia. Esta amalgama de perspectivas hace que la propuesta textual y plástica se sustente en un banco conceptual que se amplía a un sinnúmero de pintores, escultores, diseñadores, poetas y ensayistas, a varias disciplinas y técnicas, que ayudan a que la interpretación del pensamiento de Aldo Pellegrini sea más expandida. 

La intertextualidad y la intersubjetiva permiten ampliar las nociones de poesía en nuestras vivencias de sentido. Esto también provoca que nuestro teatro se permita otras formas de abordar la creación de símbolos, el desarrollo de las imágenes, y la construcción de “personajes”. Y sobre todo, como lo he expresado, posibilita afianzar y confirmar en nosotros ese manifiesto que anula las fronteras entre arte y vida. 

¿Qué es lo que más le ha intereso de haber realizado su mediación teatral como actor en Bio len cia y cómo la ensayo, dudo de ella y su alcance y cómo resolvió o no las dudas que le poseyeron? 

Bio le ncia ha sido la primera obra en la que, después de 12 años en Ananmnésico Colectivo Teatral, se me dio la posibilidad de estar desde la dirección y la actuación. Tremenda tarea está de participar en la escena con un pensamiento que está más habituado a la mirada que organiza y que acompaña - como quién logra ver mejor una imagen si se aleja del pixel- 

Esta vez soy uno de  los pixeles que compone la totalidad de la imagen, y entonces, es un tanto brumosa la experiencia de no poder asir la obra, no poder nombrarla como totalidad, más que en la totalidad que significa en mí vivirla desde adentro, en el escenario y la tras-escena, que es una suerte de laberinto que se reconstruye cada noche de manera distinta. 

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Siempre dudo del alcance de lo que hago en otros, porque reconozco el carácter singular del teatro que propongo. Siempre trabajo con elementos muy personales y con visiones de la vida con las que me comprometo profundamente, y soy consciente de que esto genera una segmentación más radical, distinto a quién trabaja con los lugares comunes que son más garantes de una empatía de la masa. 

La duda, por su parte, siempre está presente en toda creación que quiere escapar de los moldes establecidos por uno mismo en sus formulaciones teatrales. Cada decisión, cuando no es por la intuición, que es la manera más sensata de decidir en esto del teatro, se generó en plena conexión con la necesidad esencial de cada uno de nosotros, por lo que las dudas las iba resolviendo el mismo camino de interrogación interna. 

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¿Cómo y en qué forma, desde qué estructura teatral, de su yo teatral, se decidió su intervención en su Posescena, y por qué, qué sentido y perspectiva le propuso esta relación?

Moonica Mar: Asumir la poesía como un comportamiento, asumir que la poesía está ahí en cada cosa esperando ser descubierta, asumir que en mi modo de hacer la psicología hay un estado latente poético y rebelde develándose por los poros, asumir girar la mirada hacia mí y no hacia otro que escucho y partiendo de una pregunta en relación a mi yo poético ¿Qué de mí se quiere movilizar en Aldo Pellegrini?, asumir mi falta, vacío y oscuridad y tener cada sensación expresada de forma escrita o verbal como posibilidad de creación de imagen, de escena,  nos lleva a estar atentos a cualquier modo de manifestación que armonizara en son de lo que se venía proponiendo inicialmente en trabajo de mesa. Mi deseo, angustia y necesidad crea la imagen. Compartir mis escritos, dilucidar sobre ciertos estados de alma, necesidades, angustias y tener el movimiento surrealista y el teatro posdramático como punto de partida desde una estructura o propuesta teatral, dado que nos permitía plantear diferentes materiales artísticos para la puesta, desde lo textual, actoral, escenográfico; creando la posibilidad de jugar, destruir formas establecidas para crear contenidos. Así pues, asumir ser presencia escénica, más que personaje, que juega a ser pluralidad de presencias que nos habitan, es el modo de estar allí. Asumir como una revelación las expresiones que dieron pie a la imagen poética de Confrontación del vacío: ‘Habito una idea, estoy adentro’, ‘es a mí misma a quien le hablo para llegar a mí’, ‘yo seré a lo que llegue’, ‘ponerme afuera para escucharme, ponerme ante mí misma’, ‘estoy tan adentro de mí que me separo’. Así pues pensar en una imagen que se me devuelve como espejo como reflejo, como luz que deja de forma manifiesta lo latente de lo inestable de mí ser, de mi realidad, de la realidad, lleva a la técnica del maping y la técnica de la yuxtaposición como puntos de partida a ese encuentro conmigo misma, con mi vacío.  

¿Desde qué estética considerando la naturaleza de sentido de su mediación con Bio le ncia y desde el  Teatro de la inestable realidad de Pellegrini, qué provocó en ella y por qué? 

Como he manifestado en otros instantes, el movimiento surrealista acompaña como sentir estético la creación de la obra y el continuar por la vida. Enfatizado fundamentalmente en la premisa de Aldo Pellegrini de asumir la poesía como un comportamiento. Además se une el teatro pos dramático como punto de partida a la creación, encontrando en ambos movimientos los compañeros cómplices para encontrar, argumentar y crear la puesta en escena de Bio le ncia. Obra para contribuir a la confusión general. Exaltando a partir de la multiplicidad o universos totalitarios, la inestable realidad. Desde ambos lugares encontramos la posibilidad de indagar diferentes caminos con pintores, escritores, poetas, entre ellos Francis Picabia, Maurice Maeterlinck, Sigmund Freud, Clarice Lispector. Por otro lado, una misma dramaturgia en cuatro mundos totalitarios exalta lo inestable de la realidad, de lo concreto y certero. Esto nos lo permitió desarrollar la idea  de territorio textual propuesta por el teatro pos moderno, teniendo como consideraciones la posibilidad de crear un territorio textual que delineara muchos campos, medios, teniendo la posibilidad de materiales dispuestos para la puesta, siendo el lugar de creación más la sensación de pensamiento que anécdota. 

¿Qué es lo que más le ha intereso de haber realizado su mediación teatral como actor en Bio le ncia y cómo la ensayo, dudo de ella y su alcance y cómo resolvió o no las dudas que le poseyeron? 

La posibilidad infinita de creación, el descubrimiento de mis posibilidades poéticas, reconocimiento de las posibilidades poéticas del otro, reconocerme como un misterio creativo, sin definición concreta en torno al modo de hacerlo, de ensayarlo, de sentirlo. No dudé de Bio le ncia, porque no dudo de lo que se manifiesta con transparencia desde el alma como una necesidad del espíritu, no dudo de ella por el trabajo riguroso y consciente en torno a lo teatral y estético, no dudo de su alcance por abordar estados universales del ser, sin embargo no sé de cierto cuales sean esos alcances. 

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¿Cómo y en qué forma, desde qué estructura teatral, de su yo teatral, se decidió su intervención en su POESCENA, y por qué, qué sentido y perspectiva le propuso esta relación?

Melisa Sánchez Hincapié: En la indagación por mi comportamiento -esa forma particular que he construido para relacionarme con el mundo-,  encuentro una gama de factores que reconozco esenciales dentro del proceso creativo en mi Poescena. Por un lado, está mi visión como comunicadora audiovisual, en la que he desarrollado creaciones colectivas en un intento por ver-me en el otro que se presenta tan próximo cuando se permite ser mirado por ese otro universo distante que soy, a través de una cámara de fotografía o video. A nivel personal, han estado muy latentes los cuestionamientos por la muerte, los sueños y la experimentación de diferentes estados de realidad que parece tan fija para el común de los hombres. Todo este conjunto de ingredientes los comencé a relacionar con indagaciones que aparecieron también dentro del movimiento surrealista y las diferentes ideas que propone Aldo dentro de sus textos, quien postula por ejemplo al artista como un “pregonero de una riqueza inútil, la riqueza del espíritu”. Descubrí así, una íntima relación entre esa actitud descrita por él y mi comportamiento personal, determinando así la creación de la poescena “La Otra Mitad de la Vida” donde se vincula el sueño como parte esencial de la vida del hombre, limpiándola de la idea mística y sobrenatural, para reconocer su valor de incidencia en la liberación y ampliación del concepto de realidad. 

En el camino aparecen otra cantidad de factores que determinan la estructura de la poescena: la búsqueda intermitente entre cuerpo y espíritu, el encuentro de la naturaleza infantil y la animal, la necesidad de encontrar mi propia voz, los conflictos que surgen al verme reflejada y confrontar eso que soy, el desencuentro con el propio reflejo, la expresión de los deseos más íntimos, la renovación de la memoria herida, la repetición del movimiento, la intervención de la imaginación y la poesía.  Dentro de esta construcción, el sueño es convertido en imagen viva en un escenario totalitario que es narrado por un soñador despierto cada noche. De este modo, paso de ser narradora (mi rol dentro del audiovisual), a ser narrada por esa mirada externa que se transforma cada noche desde la acción automática de poner en palabras el azar de lo que acontece. 

¿Desde qué estética considerando la naturaleza de sentido de su mediación con Bio le ncia y desde el  Teatro de la inestable realidad de Pellegrini, qué provocó en ella y por qué? 

Bio le ncia, al ser gestada como la exploración íntima-creativa de diversas miradas y disciplinas, arroja una serie de características apetitosas y poco abordadas en la creación teatral local. Aparecen una serie de rasgos, pertenecientes a cada presencia escénica desarrolladas en espacios totalitarios, que juntos construyen un panorama poético único que parten de un mismo territorio textual, tomando recursos de la psicología, el cine, la música, la danza y el teatro, haciendo de Bio le ncia toda una experiencia viva difícil de contener bajo el nombramiento de obra teatral (al menos no en su forma más clásica). Más allá de eso, Bio le ncia entra en diálogo con la performance, video instalación, arte plástico y experiencia ritual. Esta última entendida como la puerta que ofrece la obra, para introducir al ilustre desconocido (espectador activo) en situaciones que desestabilizan su mirada cotidiana en conexión con sensaciones íntimas que llevan a nuevas formas de entendimiento y reflexión. Como lo propone Aldo Pellegrini en sus textos de ensayo y dramaturgia, quien descompone límites conceptuales y libera las indicaciones preestablecidas dentro del ordenamiento social, desde una estética de la destrucción: “Nada se puede construir sin una etapa previa de destrucción”, y ha sido esta nuestra forma de Biolentar.

¿Qué es lo que más le ha interesado de haber realizado su mediación teatral como actor en Bio le ncia y cómo la ensayo, dudo de ella y su alcance y cómo resolvió o no las dudas que le poseyeron? 

Sin duda, el alcance más poderoso en mí, ha sido permitirme la creación e inmersión en un universo totalmente novedoso, que había estado por fuera de mi formación académica como realizadora audiovisual. Por un lado, dar vida a mis propias sensaciones de vida a través de la poesía de cada acción llevada a escena, con las dudas e inseguridades que cualquier salto al vacío acarrean. Son muchas las preguntas que surgen en el camino, sobre la capacidad de enfrentar un público, una nueva forma de mostrarme ante el otro y el abisal miedo de re-conocerme infinita. Veo en “La Otra Mitad de la Vida”, una poescena no resuelta, tanto como yo lo soy. Es así que el camino y el trabajo consiente van poniendo cada cosa en su lugar, posibilitando cada vez nuevas dudas y nuevos alcances a nivel personal y colectivo, donde lo que soy en escena y vida entra en confrontación con el mundo que habito de forma cotidiana.

Por otro lado está también la exploración del componente audiovisual, que incluido como elemento determinante en “La Confrontación del vacío”, amplía mi perspectiva sobre el alcance de las imágenes en movimiento, que en Bio le ncia son pensadas para generar nuevas relaciones dramáticas, y teje un deleitante vínculo entre teatro-cine-corporalidad y se abre como nuevo camino de indagación que anhelo seguir transitando en creaciones futuras. 

Reconozco las hondas diferencias entre la mujer antes y después de Bio le ncia, la transformación es constante y sin término fijo. Reconozco una fuerza nueva, un impulso virgen expectante a continuar siendo explorado. Bio le ncia ha sido y es la reivindicación de la poesía que habita en cada ser, es el proceso que me ha permitido relacionarme de una forma distinta con esta realidad que tantas veces me abruma y descompone, pero que al mismo tiempo abrazo como un milagro de magia y locura, con el alivio de compartirlo con seres que desde su diversidad, se encuentran para gestar y parir una energía nueva.

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Cómo y en qué forma, desde qué estructura teatral, se decidió su intervención en la construcción de las cabezas-máscaras, y por qué, qué sentido y perspectiva le propuso esta relación?

Ever Moncada: Representar una idea tan intensa requiere un ejercicio consciente de reconocimiento, que en este caso Felipe Caicedo intuyo a partir de sus experiencias personales y las sugerencias conceptuales del Pellegrini. Finalmente, con la ayuda de la presentación de dos fuerzas vitales en el actor o artista de la escena, se generó la situación ideal de catarsis para el soporte de dicho discurso. En ese momento aparece mi intervención que no fue muy distinta a otros proyectos del colectivo. Primero conversaciones de las directrices conceptuales, la intencionalidad, los recursos estéticos y los referentes visuales. Luego de esto se inició la experimentación con diferentes materiales que lentamente te empiezan a sugerir el proceder formal. Por último, la construcción que exigía un acercamiento a través del dibujo y bocetos a cada uno de los que usarían las cabezas-mascaras, para luego construir un prototipo al que se le hicieron todos los ajustes técnicos.

¿Qué causó en su formación estética y teatral, la intervención, desde su tarea,  en Bio le ncia y por qué, qué hizo incrementar o no su conocimiento del arte y de la vida?

Bio le ncia ha afectado mi ser intelectual y emocional. Más que una experiencia profesional, ha sido una profunda vivencia personal que me enfrentó a distintas realidades de mi “ser-humano”; de cómo me relaciono con mi entorno civil y creativo. Esta experiencia conmovió y promovió preguntas intensas que tenían el mismo aspecto de realidad obscura y mágica, pacífica y violenta, adulta e infantil, estática y cinética. Fue permitirme permearme de esta contradictoria realidad, lo que permitió que el proceso de formalización recogiera la cadencia que contribuiría en la representación o expresión de “la realidad” (podría preguntarme cuál realidad, pero intento referirme a lo más llano y plano que podríamos entender). Bio le ncia es orgánica, libre y contradictoria, es como la vida. 

Por Óscar Jairo González Hernández

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