El Magazín Cultural

Border: La frontera de la belleza del horror

En el 2008, para los amantes del cine independiente, un nombre se reveló en la gran pantalla con el descubrimiento de una de esas “perlitas” cinematográficas provenientes del lugar menos esperado, el de John Ajvide.

Constanza Laguna
15 de diciembre de 2019 - 05:37 p. m.
Imagen de una de las escenas de la película Border, estrenada en Colombia el pasado jueves, y cuyos papeles protagónicos son interpretados por  Eva Melander y Eero Milonoff. / Cortesía
Imagen de una de las escenas de la película Border, estrenada en Colombia el pasado jueves, y cuyos papeles protagónicos son interpretados por Eva Melander y Eero Milonoff. / Cortesía

Escritor sueco de novelas y cuentos “en teoría” de terror, que más bien parecen una radiografía del tedio y la cotidianidad de seres oscuros y fantásticos, situados en el mundo real. 

Bajo la dirección de Thomas Alfredson, Déjame entrar, la primera novela de Ajvide llevada al cine, cuenta la historia de un solitario niño de 12 años, ignorado por sus padres separados y hostigado por un matón en la escuela y su encuentro con una vecina inusual, igual o más rara que él, una chica vampira. La cinta se convirtió no solo en una de las mejores películas sobre vampiros, si no que le dio paso a un género totalmente nuevo, el realismo nórdico.

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A nadie le interesan realmente las historias sobre vampiros mutantes en una nave espacial, ¿cierto? Porque con las cosas extremas o sobrenaturales de mis historias, trato de ubicarlas en un universo lo más creíble y real posible. Luego, poco a poco, introduzco otros elementos que hacen que el lector o espectador se encuentre aceptando o buscando las criaturas que nunca encontrará en su vida cotidiana, comenta Ajvide sobre su singular estilo.

Y justamente con esa fórmula casi macondiana donde el espectador cree conocer la realidad porque la ve, la historia se va abriendo para mostrarle que ese universo no es solo suyo, si no que también es el hábitat de otros seres, seres dispares y monstruosos con los que comparte la cotidianidad de los días. Le muestra, en últimas, que no estamos solos. 

En medio de esa cotidianidad, Border, la nueva historia de Ajvide, hecha guión y dirigida por Ali Abbasi (Shelley, 2016), que llegó a la cartelera colombiana el 12 de diciembre, narra la historia de Tina (Interpretada por la actriz escandinava Eva Melander) una inusual agente de puertos, una mujer extraordinaria tanto por  su fealdad, sensibilidad y tosquedad, como por su singular habilidad de olfatear los sentimientos de la gente. Ella vive una vida ordinaria con un empleo operativo, un compañero, más elegido por su apatía a estar sola que por gusto, y una vida apartada, en una cabaña en la mitad de un bosque, donde parece reverdecer cada tarde  a la llegada de su rutinario trabajo. 

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Pese a su notorio esfuerzo por pasar desapercibida y convencida por sus padres desde pequeña de que un desorden cromosomático es el responsable de su aspecto diferente, Tina siempre se ha sentido monstruosa, impar, rara. Se puede decir “En la frontera” de su existencia vs. la manera de existir de los demás, hasta que un buen día se encuentra con Vore (Eero Milonoff) un ser físicamente igual a ella. Tina huele que hay algo que no está del todo bien en él, sin embargo su reserva se mezcla con la emoción de ¡por fin! encontrar a un par con quien descubrirse y darle rienda suelta a su naturaleza bestialmente bella. 

Lo más difícil es que mis personajes tienden a pensar demasiado, cuestionan sus acciones. Dado que rara vez existe la opción de una voz en off, tengo que encontrar formas de exteriorizar lo interno, que digan o hagan cosas que transmitan la misma idea que tienen en su cabeza. Puntualiza el escritor.

Border es una de esas cintas difíciles de encasillar en un género. Es un cuento de hadas contemporáneo, protagonizado por seres aterradores de almas nobles cuyo instinto, de todas maneras, puede ser reprimido, pero nunca exterminado.  De tal manera que el espectador desde su silla en la sala de cine, convierte la pantalla en el pequeño agujero del que no podrá quitar el ojo hasta encontrar el origen de la naturaleza de estos dos seres raros e indefinibles, que dan rienda suelta a la perfección de su grotesca y salvaje existencia. 

Por Constanza Laguna

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