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¿De dónde salió Mr. Brainwash?

Thierry guetta, un francés que se enamoró del arte callejero y decidió capturar con su cámara todo el movimiento cultural, terminó convirtiéndose en artista y ganando millones de dólares gracias a la fama de personajes como Banksy y Shepard Fiery.

María Alejandra Benavides
08 de diciembre de 2014 - 02:00 a. m.
Mr. Brainwash siempre tendrá admiradores, una de ellas es Madonna quien le pidió hacer la portada de su álbum Celebration, en  el 2009.
Mr. Brainwash siempre tendrá admiradores, una de ellas es Madonna quien le pidió hacer la portada de su álbum Celebration, en el 2009.

A finales de los 90 el grafiti estaba en medio de una transformación, el Street Art nacía en la calles de todo Norteamérica y Europa. Space Invader y Shepard Fiery – el creador de obey— llenaban los rincones de Los Ángeles y París. Banksy, el artista inglés, empezaba a aparecer en los principales periódicos de Europa por sus polémicos stencils que se concentraban en hacer críticas al mundo contemporáneo. El grafiti y arte callejero ya no estaban sólo en las calles, llegaban a los museos y a las exposiciones, y sus piezas se vendían por miles de dólares

Mientras tanto, Thierry Guetta, cargaba su cámara de un lado a otro, no podía dejar de grabar así fuera lo más insignificante. Vivía en Los Ángeles y era un inmigrante francés que tenía una tienda de ropa bohemia.

Guetta era un personaje curioso, andaba con un sombrero siempre, tenía una barba extraña, no era muy alto y hablaba un inglés a medias con un acento francés muy marcado. Además de eso se fascinaba fácilmente con las cosas, muestra de esto, su obsesión por capturar todo lo que pasaba en su vida cotidiana. Él y su cámara eran inseparables y gracias a ella fue que encontró el mundo alternativo del Street Art, su primo era Space Invader y lo introdujo al nuevo mundo del arte callejero. Guetta había encontrado su nueva fijación.

El francés tenía una nueva meta y era encontrar a los mejores artistas callejeros que había a finales de los 90 para capturar este nuevo movimiento cultural. Sin embargo, Guetta nunca tuvo un objetivo específico para ser parte de esto, simplemente grababa porque le causaba adrenalina el hecho de encontrarse en un mundo ilegal pero fascinante.

Así fue que encontró a Shepard Fiery y a su famoso stencil. Lo primero que el artista le preguntó al conocer al peculiar hombre fue —¿y tú qué haces? — él respondió despreocupado — yo filmo—.

Así fue que Guetta empezó a viajar con Fiery por el mundo, decidió acompañarlo a dejar su huella en todos los lugares posibles. Se le olvido que había abandonado una familia en Los Ángeles y la cambio por su cámara, por subir edificios para filmar a los artistas mientras creaban sus piezas y dejaban su arte por las paredes del mundo y por correr cuando la policía los descubría.

Banksy era cada vez más reconocido por sus innovadoras piezas. Guetta lo admiraba y era uno de los pocos artistas que le faltaba filmar. Por coincidencia sus caminos se cruzaron y por fin su material del Street Art estaba completo. Montones de cajas con casetes se acumulaban en uno de los cuartos de la casa del francés, muchos nunca habían sido revisados. El contenido estaba mezclado entre imágenes muy valiosas para el movimiento artístico y tomas insignificantes de su vida cotidiana.

El nacimiento de Mrs. Brainwash

Thierry Guetta había logrado reunir a los artistas callejeros más reconocidos del movimiento y no sabía qué hacer con el material, lo acumuló y lo abandonó. Pero había quedado tan fascinado con esta forma de hacer arte que decidió empezar a crear sus propias piezas, y así fue. Dejó a un lado la cámara y encontró su nueva obsesión: ahora su meta era volverse un artista igual de reconocido a Fiery, Banksy y Space Invader.

Su primera pieza fue una foto de él con su cámara que mandó a adaptar en photoshop para hacer una ‘pegatina’. La imagen utilizaba la misma técnica que Shepard Fiery.

No le bastó y siguió el consejo de su amigo Banksy de hacer un poco de arte. Un poco se convirtió en mucho, contrató a 25 personas para hacer una exposición igual de grande a las que su amigo hacía.

Su estrategia principal para crear sus piezas era seleccionar obras ya conocidas y modificarles pequeñas cosas. Los libros de arte los llenaba de notas en los que especificaba qué quería cambiarle o añadirle. Con estas indicaciones sus empleados escaneaban las imágenes y daban nacimiento a sus ‘master pieces’ gracias a photoshop.

Necesitaba un nombre, un nuevo pseudónimo artístico, Mr. Brainwash había nacido y su explicación sobre este apodo fue que “todo lo que hago lava tu cerebro”.

Simple y sin mucho contenido en sus obras, sólo una repetición de la repetición y un abuso de técnicas ya utilizadas, Mr. Brainwash en el 2008 hacía todo tipo de publicidad sobre su exposición y lanzamiento en L.A. llamada La vida es bella. Le pidió ayuda a sus amigos artistas y fue en este momento que todo explotó, Banksy escribió una pequeña frase sobre el lanzamiento de su exposición y la prensa estadounidense se revolucionó, Mr. Brainwash iba a ser el nuevo evento artístico top del momento.

Más de dos millones de dólares se invirtieron en esta exposición, las obras de Mr. Brainwash llenaban un edificio de dos pisos totalmente adaptado para este evento. No sólo cuadros sino grandes esculturas se incluían entre las piezas de Guetta, ahora Mr. Brainwash. Más de 30 personas estaban involucradas detrás de bambalinas, él sólo daba las ordenes de lo que quería y sus empleados — artistas con título — se encargaban de hacerlo realidad.

La gente enloquecía por sus obras que estaban entre 2 mil y 50 mil dólares. Batpapi y Catmama —padre y madre de Batman según el artista— era una de sus piezas más preciadas, La Grande Sopa de Andy Warhol convertida en spray de aerosol impresionaba a los críticos y la imagen de Marilyn Monroe pero ahora con la cara de Warhol era una de sus más famosas obras.

Fue tanta su acogida que Banksy decidió hacer su primera película documental sobre su amigo, que había pasado de ser una persona corriente que necesitaba filmar todo, a acompañante de artistas de Street Art, hasta llegar a ser el nuevo boom del arte contemporáneo. Exit trough the gift shop, fue el resultado de las miles de horas grabadas por Guetta y editadas por Banksy para la creación de un documental sobre el movimiento cultural que se estaba viviendo en las calles en los años 90, pero enmarcado en un personaje principal, Mr. Brainwash.

Muchos dicen que la gran pieza de arte de Banksy fue Mr. Brainwash, que lo convirtió en una gran celebridad gracias a una frase: “Mr. Brainwash es una fuerza de la naturaleza, es un fenómeno y no lo estoy diciendo en el buen sentido”.

Sin embargo, queda la gran duda de si Guetta es un verdadero artista o es más bien un reciclador de arte del uso excesivo de lo que creo Andy Warhol, el pop art. Además de esto, el poco contenido de estas piezas también deja poco que desear. A veces pareciera ser un loco que tuvo suerte. Lo cierto es que siempre tendrá admiradores, una de ellas es Madonna quien le pidió hacer la portada de su álbum Celebration, en el 2009.

Actualmente, vive de la fama que le dieron sus amigos artistas y a pesar de que ha sido muy criticado en el medio sigue vendiendo obras por precios exorbitantes.

 

Por María Alejandra Benavides

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