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El "commendatore" de dos familias: Vittorio de Sica

La figura que se esconde detrás del director italiano, autor de El ladrón de bicicletas y uno de los principales representantes del Neorrealismo italiano.

Salvo Basile*
21 de febrero de 2013 - 06:09 p. m.
El ladrón de bicicletas.
El ladrón de bicicletas.

Cuando la película de Vittorio de Sica, Sciuscia (limpiabotas) fue puesta a consideración de los honorables miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográfica de Hollywood, fue tanto el impacto que causó, que tuvieron que otorgarle el Óscar honorario de los gobernadores de la Academia, dado que entonces todavía no existía el premio a mejor película extranjera. Después siguieron otros tres galardones para un total de cuatro, además de una estatuilla a mejor actriz para Sofía Loren en el dramático Dos Mujeres.

La designación de El ladrón de bicicletas como una de las 10 mejores películas de todos los tiempos, Osos de oro en Berlín, Palmas de Oro en Cannes, varios David de Donatello en Roma, constituyen un palmares extraordinario que incluye premios en todos los países para este gran maestro considerado uno de los padres del neorrealismo italiano, movimiento que ha influenciado el arte cinematográfico y es materia de estudio en las universidades más prestigiosas del mundo.

El neorrealismo nació en la inmediata postguerra cuando autores como Rossellini, Zavattini, Visconti y Zampa, comenzaron a contar historias sobre los más pobres de la tierra, utilizando actores naturales y muchos exteriores y larga secuencias.
Vittorio de Sica nació en Sora, un pequeño pueblo en la región del Lazio, provincia de Frosinone, pero siempre vivió en Nápoles y primero como actor y después como director, supo desentrañar la verdadera napoletanidad. Fue director de grandes intérpretes que encarnaron personajes de la más pura idiosincrasia napolitana como Sofía Loren y Marcello Mastroianni en el filme ganador de óscar Ieri oggi e domani.

Cuando en Nápoles se hablaba de Vittorio De Sica se le decía “il commendatore” y el decía que las edades en el cine variaban según los gentilicios que usaban los técnicos para referirse al director: comienzan con Vittorio, sigue “dottore” si te sigue yendo bien, “maestro” y si has tenido éxito “commendatore” pero esto también significa que estás a un paso de la jubilación.

Jugador y mujeriego, padre amoroso de tres hijos reconocidos, por muchos años mantuvo dos familias contemporáneamente: la primera esposa Giuditta Rissone quien le dio su hija adorada Emy y la joven María Mercader, bellísima actriz española de la cual tuvo a Christian y Manuel . Y como en una película, mantuvo las dos familias por casi 20 años sin que los hijos de la una supieran de la otra. Cuenta su hijo Christian que en el funeral del maestro él vio una señorita que silenciosamente sollozando ponía una rosa en el ataúd de su padre, y cuando le pregunto quién era, ella se volteó y él vio su misma cara como en un espejo, en la cara de esta mujer que le contesto’ “Soy la hija de Lina, la sastra de tu papá”.

Salvo Basile / *Presidente de la Junta Directiva del Festival Internacional de Cine de Cartagena.

Por Salvo Basile*

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