El Magazín Cultural

El efecto cromático de Hollywood

"Stonewall", adaptación de un momento clave del colectivo LGBT, es el último ejemplo de cómo la industria del cine estadounidense cambia casi siempre el foco hacia el hombre blanco.

Redacción Cultura
18 de agosto de 2015 - 09:27 p. m.
Imagen de la película "Stonewall".
Imagen de la película "Stonewall".

El 28 de junio de 1969, tuvo lugar en Nueva York uno de los acontecimientos más notorios y decisivos para el movimiento LGBT moderno. La respuesta visceral y violenta de la comunidad gay al asedio policial de uno de los pocos refugios a su alcance en una ciudad (un mundo, realmente), para ellos, abiertamente hostil: el Stonewall Inn. (Leer EE.UU. declara monumento histórico bar donde nació lucha por derechos LGBTI).

Donde el Orgullo nació” dice el eslogan de "Stonewall", la película que el director alemán Roland Emmerich ha rodado sobre las revueltas de aquella madrugada del 28 de junio en el bar de Nueva York, cuando se enfrentaron a la policía y dijeron basta a las redadas habituales, arrestos y maltratos.

En este movimiento colectivo en el que participaron cientos de personas, implicadas directas y aliadas, hubo cuatro nombres decisivos sobre los que recae gran parte del peso de la historia: Marsha P. Johnson, mujer negra transgénero, Sylvia Rivera, latina y transgénero, Miss Major Griffin-Gracy, también mujer transgénero y Stormé Delarverie, lesbiana y drag king.

La semana pasada, tras el estreno del primer tráiler de la película, las críticas y el enfado no tardaron en llegar a la Red al ver que el actor Jeremy Irvine aparecía como centro de la historia de la revuelta, lanzando incluso el primer ladrillo contra la fachada del Stonewall en aquella noche histórica. (Ver Tráiler de "Stonewall").

Me sentí frustrado cuando lo vi. Las revueltas de Stonewall son el corazón del movimiento gay, y los gays y transexuales de color tuvieron un papel muy fuerte en aquellos acontecimientos”, explica por correo electrónico Pat Cordova-Goff, una estudiante transgénero de color de 18 años que inició un boicot en Internet tras el estreno del tráiler.

¿Un hombre blanco cisgénero como personaje central? Parece una forma de borrar las historias de gays y trans de color para hacerlo más atractivo para la gran pantalla”, asegura.

Este no es más que otro ejemplo de la metódica tendencia de Hollywood a blanquear la historia. De representar el pasado protagonizado por minorías apuntándole el tanto al hombre blanco. O, de utilizar actores blancos caracterizados de la etnia pertinente.

Por Redacción Cultura

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